Mongomeri's Hospital ©

Capítulo 6: Sólo un mal día

Algo deprimido por la situación  que pasé  recién  con Quentin, decidí  ir a una habitación  de descanso,  ya que me surgió  la necesidad  de llamar a mi madre.
Además  aprovecho de que hace varios días que no la llamo.
Sólo  tardó  tres tonos para que me contestara, y como siempre  se oye el típico  suspiro  de ella.

-Hijo querido, ¿cómo estás?  Hace rato que estaba esperando tu llamado - su voz sonó totalmente neutra.

-Si, lo siento.  Últimamente  están  habiendo muchos pacientes y no he tenido tiempo...

-Pareciera que ellos  son más  importantes  que  tu propia familia.  Ya casi  ni nos tienes  en cuenta.

Me quedé en silencio por unos  momentos, ya que no sabía  que contestarle a eso.
Mis pacientes son personas delicadas a las cuales tienes (debes) dedicarles tiempo, porque un sólo  error puede marcar  una diferencia  mortal.
¿Pero que sentido tiene explicárselo? Si nunca lo comprendería.
Tenía  planeado  contarle  la horrible experiencia  que viví  hace un rato, ya que me siento muy mal y necesito descargarme con alguien. Al parecer  hoy mamá,  no está  de humor para que le hable de gente sin  importancia  para  ella, cuando lo son para  mí,  ya que alguien acababa de morir estando bajo mi propio mando.

Cerré  mis ojos algo afligido - no pienses eso, ustedes son mi familia y los amo con la vida entera. Pero hay momentos en donde no puedo ponerles atención,  ya que puedo perder la vida de alguien.  No te lo tomes a mal mamá.

-Como sea, éste  fin de semana haré  una cena familiar por el cumpleaños de tu hermana. ¿Crees que podrías  hacerte un lugar y venir con nosotros?

-Claro - dije mientras pienso en que no tengo guardia esos días,  los cuales  tenía  planeados utilizarlos  para  descansar - allí  estaré,  ¿y cómo  está  todo en casa? - dije intentando cambiar de tema.

-Normal,  tu padre  hace poco obtuvo un ascenso en su trabajo, y tu hermano Jake - antes de seguir hablando  largó  un largo suspiro - a tu hermano Jake  lo expulsaron  de vuelta del  colegio. Ya no se que hacer con él  Vincent. Parece  no escuchar.

Jake es el más  chico de la familia, y siempre  fue un desastre ante todo.
Nunca le  fue bien  en el colegio, y no sólo  eso, falta el respeto a cualquiera ya va que por eso lo vienen expulsando  de varios lugares.
Yo ya hablé  con mamá  de la idea de mandarlo a un reformatorio  o a un internado,  pero no quiere hacerme  caso. Según  ella es una etapa normal de rebeldía,  pero  para mí  esa etapa tiene un cierto límite,  y Jake lo pasó  hace rato.

-Ya hablaré  yo cuando vaya éste  fin de semana,  no puede seguir haciéndoles  ésto  a ustedes - alcé  una ceja tratando de ver  que cosas le diría  ésta  vez a mi hermano - ¿y Kate como está? - dije fijando  la hora en mi reloj.

-Ella está  bien,  todavía  no sabe que quiere estudiar.  Pero para mí  no me lo quiere decir - dijo en un susurro.

Sonreí  de costado al recordar sus brillantes ojos cada vez que  me sentía  hablar  de medicina - todavía  le queda un mes para pensar lo que quiere,  ya verás  que  se pasará  rápido.

-Mientras que no elija  algo para que luego se vaya lejos, mejor - un silencio de mi parte, le dio a entender que me sentí  algo ofendido por lo que acacaba de decir - lo  siento pero  desde  que te fuiste los problemas  aumentaron aún  más.  Siento que estoy sola en todo  lo que hago. Tu padre vive en el trabajo, y tus hermanos parecen  estar en una guerra todo el tiempo.
Todo era mejor cuando  vivias con nosotros Vincent, te extraño  mucho hijo.

-Veremos  como lo resolvemos  más  adelante mamá, por ahora  no queda otra cosa que aguantar.  Tú  sabes  lo importante  que es para mí  que me hayan aceptado  aquí - alcé  mis cejas - uno de los mejores hospitales para aprender - el llamador comenzó  a sonar. Era de la habitación  de Wendie.

-¿Qué es ese ruido? ¿ya tienes que irte? No hablamos ni cinco minutos Vincent - pude notar algo de decepción  en su voz, lo cual hace que me carcoma de dolor por dentro.

-Yo...lo siento, tengo una urgencia  en pediatría.  Debo irme,  nos vemos mamá  te amo - dejé  mi oreja pegada  en el auricular  esperando  su respuesta, mientras me acomodo  un poco el uniformes  antes de salir de las habitaciones de descanso, aunque me sorprendió  oír  solamente el sonido de que ya había  colgado hace rato. Quiero  creer que fue un accidente  el que haya cortado,  aunque no me sorprendería  si lo hizo a propósito.




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