Voy de camino al convento en taxi, seguro Nicolas debe estar odiándome, el que es tan correcto y esa confesión de Isaac no fue la mejor.
Llegue al convento, entre en mi habitación, cuidadosamente, me quite el maquillaje en el baño, me di una ducha rápida y me dispuse a dormir.
...
Se escuchaba el ave María por las cornetas.
—¡APAGUEN ESO! ¿ES QUE ACASO NO ME VAN A DEJAR DORMIR? —cubrí mis oídos con la almohada.
—Novicia Isabella ya es hora de levantarse —bueno quien carrizo me habla.
—BUENO COMO SE LE OCURRE meter... —digo mientras me quito la almohada para encarar a la persona, pero las palabras disminuyen de tono y quedan atoradas en mi boca, uy no me acordaba que está internada, que tonta —Eh.. Lo siento no me acordaba que me encontraba aquí —Eva y Alison sueltan una carcajada.
—Creo que lo note —la hermana Julia hace lo posible para contener la risa, pero la reprime con un —empecemos a orar —nos encomendamos hacerlo.
Después de la oración me duche y caminábamos Eva, Alison y yo al comedor.
Tenemos mucho de qué hablar Isabella —dice Alison algo molesta.
—¿De qué me perdí? —pregunta Eva.
—ya te enterarás Eva, ya te enterarás —pronuncia Alison y yo trago duro.
Si Alison suelta la sopa, todo el mundo se enterara de lo que pasó anoche me echaran y no podré arreglar las cosas con Nicolas, ni cumplir mi objetivo con el.
Follarmelo.
Estando en el comedor, se hizo la oración y todas comimos en silencio, después, teníamos que hacer una fila, para que entregarán los pendientes que se tenían que hacer, cuando me entregaron mi hoja, algo llamo mi atención.
1. Ir al ginecólogo.
¿¡QUÉ?! ¿Para que hacen estas cosas?
—Novicia Isabella, sígame —la hermana Julia menciona, mientras camina, yo la sigo hasta la entrada del convento.
—¿Hermana Julia que hacemos aquí? —pregunto.
—Novicia Isabella, irá a su cita del ginecólogo, afuera, la espera el autobús con las otras chicas que ingresaron ayer, la idea es, que para servir al señor en este lugar, se necesita la pureza —me paralizo con sus palabras.
—Ha.. Eso está.. Perfecto —menciono nerviosa.
Tengo que ingeniarme algo y rápido.
Estamos todas en la sala esperando ser atendidas, al menos no soy la ultima detrás de mi esta Melody ¡Perfecto!.
Fueron siendo atendidas una a una.
—¡Siguiente! —grito la secretaria, ok, era mi turno, Isabella, inhala, exhala, solte el aire contenido y me encamine en el interior del consultorio.
—¿Su nombre? —pregunta la doctora.
—Melody —digo rápidamente.
—Ok Melody Smith, acuéstate en la camilla —me dice sonriente, pero de esas sonrisas tranquilizadoras, hago lo que me dice.
Se voltea para buscar su celular que esta sonando y yo aprovecho para tomar la lista y poner el signo del bien en mi nombre justo en el recuadro que dice señorita. Coloco todo como estaba.
—Bien, disculpa la interrupción.
—No se preocupe —respondo.
La doctora hace su trabajo en mi y luego me pide que me retire.
...
De vuelta al convento hice todas las actividades planificadas como orar, comer, ir de visita a una casa hogar, limpiar la habitacion ya que me tocaba a mi.
—Isabella, ahora si ¿me puedes explicar lo que paso ayer? —pregunta una Alison furiosa.
—¿Me dirán que paso ayer? —pregunta una inocente Eva.
—Solo, fui a una fiesta, Alison —pronuncio con tranquilidad.
—¿A si? ¿y que paso con Nicolas? —pregunta dudosa.
—Entre Nicolas y yo, no paso absolutamente nada, solo nos divertimos en una fiesta.
—Pense que eras religiosa Isabella,Dios te castigara,en su debido momento, no deberías de estar aquí engañando a todos -me señala.
—Ese, no es tu problema, Alison.
...
3 meses después...