¿monja? No lo creo

Capitulo 7

Isabella

He estado dos días internada en el hospital, mis padres me han venido a visitar, al igual que la hermana Julia, lo que me extraña, es que los muchachos no hayan venido a verme.

El doctor Carl, es joven y bueno no se puede negar que está guapísimo, le he coqueteado un par de veces y me ha devuelto un par de sonrisas.

En estos momentos, estoy sola en la habitación, porque mi madre fue a casa para ducharse y mi padre que se quedó conmigo pero en estos momentos se encuentra en la cafetería, estoy tan metida en mis pensamientos que no me percaté de que el doctor Carl había entrado en la habitación.

—¿Cómo te sientes Isa? ¿Te puedo llamar así no? —yo asiento sonriendo.

—No me siento muy bien —se acerca más a mi.

—¿Qué te sientes Isa? —pregunta preocupado.

—Solo, me duele demasiado el brazo —rápidamente salen las palabras de mi boca.

—No puede ser, ya llamaré a la enfermera para que traiga una inyección —se gira para salir de la habitación, pero es detenido por mi brazo.

—¿Qué pasa Isa? —me quede callada.

—No es cierto lo del brazo ¿verdad? —niego con la cabeza —¿que quieres Isabella? —pregunta confundido.

—Bésame —esas son las palabras mágicas que necesita el momento, para que Carl se acerque y me bese desenfrenadamente, un beso necesitado y travieso por las sutiles mordidas en mis labios, el tiene una de sus manos posada en mi pierna, la otra en mi cadera mientras mis manos envuelven su cuello pero una de ellas va bajando por su torso por encima de su camisa cuando estoy apunto de llegar a su miembro, la puerta es abierta.

—Mi niña ve lo que... —la expresión de mi padre pasa de ser sonriente a enojo totalmente —¡Juliette! ¡Pero es que esto es el colmo! Te metí en un convento para que dejaras de arrastrar hombres a tus pies y cuando ya estaba confiado en que era momento de sacarte me vienes con esto —grita al principio pero luego va descendiendo su tono a uno agotador —, no sé qué hacer contigo, tu primo Derek se tendrá que hacer cargo de la empresa, tú no estás capacitada para una responsabilidad tan grande —se encuentra decaído y cansado.

El primo Derek es hijo mayor de la hermana de mi papá, Susana. A mi primo le corresponde tomar el mando de la empresa si yo muero y no tengo hijos o si no estoy capacitada para dirigir la corporación.

—Ahorita, viene la enfermera a supervisar la herida —con estas palabras se marcha mi sexy doctor, pero no sin antes sonreírme de esa manera tan coqueta que le caracteriza.

—Papa ya sé que te tengo cansado, pero tienes que entenderme, yo tengo mis necesidades —Louis alza la mano en señal de que me detenga con mis palabras.

—Tranquila, Juliette, no digas más nada —bufa recostadose en el sofá.

La puerta es abierta por Mauricio y no puedo evitar la sonrisa que sale de mis labios al verlo.

—Isa ¿qué tal? ¿Cómo te sientes? —pregunta tomando mi mano.

—Ahora que llegas, mejor —mi padre carraspea —Mauricio él es mi padre —este se voltea y lo encara.

—Que placer conocerlo Señor Mussolini, Mauricio Fischer —le tiende la mano a Louis, el la acepta, pero a la vez lo escudriña con la mirada.

—¿Te conozco? —pregunta mi padre confundido.

—No lo creo, señor, me debe de estar confundiendo —responde ¿nervioso?

—Será —responde mi padre desconfiado —y cuéntame ¿eres uno más del montón? —pregunta mi padre con una sonrisa en sus labios, por lo tanto mi cuerpo se pone en alerta.

—¿Papa podrías dejarnos solos?

—Claro, Juliette —remarca fuerte y claro mi segundo nombre, ¡qué vergüenza!

Louis salió

—Disculpa, pero ¿que fue eso? ¿uno más del montón? ¿a que se refiere? —me tense.

—No nada, no le hagas caso a mi padre —pronuncio con algo de tartamudeo —solo, que muchos chicos se me acercan —aclaro, asiente y tiene un gesto de estar pensando.

—No los culparías, me refiero a esos chicos que se te acercan, eres una exquisita tentación —se acerca a mi —Isa muero por besarte —me mira fijamente a los ojos y yo hago lo mismo —y tocarte —susurra cuando nuestras narices chocan, siento nuestra respiraciones fuerte y mezclarse nuestras exhalaciones, pero somos interrumpidos por mi madre.



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En el texto hay: fiesta, diversion, monja

Editado: 03.11.2018

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