Años pasaron desde que se oyeron gritos de agonía y sangre derramada por las guerras, el odio entre las eras es algo que al parecer nunca cambiará, solo nos queda seguir adelante y luchar hasta el final.
Solo soy un mago inventor corrompido por mi era, en ahí nadie es igual a mi, todos esperando cambiar sus vidas de alguna manera, yo me preguntó ¿Si ya dominamos vastas tierras, porque seguir haciéndolo?
En fin, me han reclutado a una reunión al parecer importante, Big pig se ve ansioso por algo, espero que no sea algo malo y relacionado con las guerras.
Gleyshard observó las llamas danzar en el fuego de su taller, sus ojos reflejaban no solo el brillo del fuego, sino también la tormenta que rugía dentro de él. **"¿Por qué seguimos haciendo esto?"**, se preguntó en voz baja, sus manos temblorosas acariciando los planos de la nueva máquina del tiempo. Cada línea, cada cálculo, le recordaba el caos que había desatado la última vez. El sacrificio de **Nout**, la sangre derramada, las eras al borde de la destrucción... todo por su creación. **"No soy más que un títere de esta era"**, murmuró, sintiendo el peso de su propia genialidad como una maldición. Big Pig lo necesitaba, sí, pero ¿era eso suficiente? ¿Era suficiente conquistar tierras, dominar eras, cuando cada victoria dejaba un vacío más grande en su alma? Gleyshard cerró los ojos, imaginando un mundo donde su magia no fuera un arma, sino un puente. Pero en ese mundo, ¿habría lugar para él? **"Quizás ya es demasiado tarde para cambiar"**, pensó, aunque una pequeña voz en su interior insistía en lo contrario.
Ranla se acercó a Gleyshard para dialogar con el pero al parecer este estaba en un problema más profundo, solo lo dejo en paz y se fue.
Gleyshard quería resolver todo esto pero tenía miedo del rechazo que más que nada vendría de Big pig su "¿Lider?", ¿porque alguien como el debería de ser su líder? Porque...
Cada vez que creaba una máquina, reflexionaba y cada vez se hundía más en sus propios pensamientos.
Llegó el día en que Gleyshard tomo una decisión, agarro una máquina y se dirigió a la era intermedia, lo iso en base a los conocimientos de 101 antes de salir de ahí, se encontró con 101 y decidió escapar otra vez más, tanto de los demás como el mismo.
Sus aliados que no eran más que simples compañeros para Gleyshard al ser este tan inteligente y profesional en el campo de la ingeniería y ciencia, deciden buscarlo por todas las tierras antiguas ya que sin el "no podían ganar"
En el recorrido por el tiempo intermedio que ni el mismo Gleyshard sabía por qué estaba caminando por esos lugares, se encontró con Eyenos aquel mounstro rival de la antigua lucha que para Gleyshard le parecía que fue ayer.
Eyenos con intenciones de asesinar a Gleyshard, decide perseguirlo por varios minutos, pero antes de matarlo se detiene por un momento al escuchar al pequeño mago, "no crees cosas que después provoquen discordia y guerra, no solo para los demás si no para ti también, recuerda no todas las guerras son provocadas por armas y máquinas, sino por ti mismo y los diferentes pensamientos de cada uno"
En ese instante Eyenos decide preguntarle a Gleyshard sobre como alguien tan pequeño y aparentemente inteligente no puede resolver sus asuntos, el no es un atacante o un gran tanque o alguien que pelea demasiado, a lo que Gleyshard le responde "una vez que aprendas a controlar tus emociones, dejaras de luchar contra ti mismo"
Los dos reflexionan por un momento, olvidando que pelearon en una misma guerra de diferentes bandos, en eso Eyenos le dice a Gleyshard "no es tu culpa, tu no decidiste ser así, se que creaste esa máquina pero ¿quien te lo ordenó?
No fuiste tu, ni yo, fue Big pig y su rivalidad con PRÁYON 7500, no tienes que cargar con la culpa de una guerra sin sentido.
En ese momento Gleyshard está dispuesto a volver con su era y luchar una vez más, después de todo, su destino era ser un pequeño mago inventor.