Todo ha cambiado desde aquel día. Solo quedan los recuerdos y las experiencias de los que ya no están con nosotros. Pero... ¿por qué? ¿Por qué no pudimos entendernos? ¿Por qué, aquel día, decidí crear esa máquina? Lo teníamos todo, éramos dueños del tiempo antiguo. ¿Por qué fui tan codicioso? Supongo que eso es algo que nunca podré cambiar.
101 se acerca a Gleyshard y le dice: "Sabes, si tú no hubieras hecho eso, probablemente todo sería igual. ¿No crees que la era moderna hubiera hecho lo mismo antes que tú? Ellos hubieran venido a tu tiempo y así comenzaría todo. No te puedo entender del todo, supongo que para ustedes no existe algún código o programa que los impida ser su mejor versión. Yo tengo consciencia, sí, pero a veces siento que no la tengo del todo."
Gleyshard se retira del lugar hacia el Bosque de Neracan, aquel sitio donde puede desahogarse con sus propios pensamientos. No dice nada, no avisa a sus compañeros; simplemente se va.
Ranla y Speyder le preguntan a 101 si ha visto a Gleyshard. Este les responde que no. Sabe que está pasando por una etapa difícil y que no debe interferir.
Ya en Neracan, Gleyshard se siente extraño. Más bien, el entorno está raro, no recuerda que fuera tan grande y oscuro. En eso, escucha pasos que se hacen más fuertes. No era un simple animal o el viento. Empieza a escuchar voces cada vez más cerca y decide ocultarse detrás del árbol más grande que encuentra. Al asomarse, logra ver a cuatro monstruos, algo que parecía imposible. Su era había conquistado todo, ¿cómo era posible esto?
Mientras tanto, Speyder y Ranla lo buscan. Al saber eso, Gleyshard sale de su escondite e intenta hablar con esos monstruos, pero es golpeado y noqueado rápidamente. Antes de caer al suelo, Gleyshard logra ver cómo se desvanecen en la oscuridad.
Despierta repentinamente en su casa. Los demás lo miran confundidos. Gleyshard responde: "No estamos solos."