Entre la oscuridad de sus frías y cuatro paredes, él se hallaba concentrando con tal y fuerte presión a la filosa navaja sobre su ya lastimada piel pálida y moreteada. Una cicatriz más que provocará la mirada de horror de muchos y de lástima de otros, pero eso dejó de importarle a él hace mucho tiempo. También el dolor físico que esta le provoca.
Ahora tiene miedo de otras cosas. Jamás había dudado de su cordura hasta esta noche. ¿Fue un fantasma? Se pregunta con intriga. La posibilidad aún seguía atormentandolo.
— Es idéntica a Marissa..., no puede ser ella, pero su cabello cómo el oro, sel sol en su rostro...
Había quedado tan maravillado y confundido por aquella jovencita de mirada triste, con la que se había encontrado hace apenas unas horas en el puente que da a la bienvenida al pueblo. No puede dejar de pensar en ella ni en sus mejillas mojadas por la lluvia. Lo recordó tanto a aquel día donde Marissa lloraba desconsolada, justo en ese puente. En el día en el que él la vio...
— ¡No, mírala!, ¡es ella!, ¡volvió por mí!
"No es ella, Hunter. No te dejes engañar por ese insignificante parecido. "
Se teme admitir que esta vez Monstruo tenía razón. La chica del puente no puede ser Marissa, pero su belleza la asemeja tanto a la de su antigua musa.
"Recapacita y vuelve a la tarea, que se nos hará tarde. Mira el reloj, ya casi son las tres de la mañana. No puedes llegar tarde."
Esta vez Hunter obedece a las fuertes demandas dentro de su cabeza y después se levanta de su pequeño rincón para iniciar con el capítulo noventa y ocho. Se sienta en el escritorio y toma un bolígrafo para empezar a escribir.
Sus lágrimas nublan su vista cuando recuerda ese capítulo...
Él y Marissa al fin se habían entregado el uno al otro.
CARTA 98.
" Los integrantes de Monster me habían organizado una fiesta sorpresa por mi cumpleaños dieciséis, estábamos de gira en Liverpool, por lo tanto no iba a poder pasarlo contigo, pero esa noche me sorprendiste cuando apareciste en el club.
Mi corazón empezó a latir desbocado cuando te ví parada en medio de la pista de baile con ese hermoso vestido blanco. Parecías un ángel y cuando acabó todo... me guíaste hasta la habitación y dijiste que esta noche tenía que ser de los dos.
Aún me duele recordarte así. Eras tan mía... ¡¿qué fue lo que cambió?! ¡¿Qué fue lo que lo terminó todo?!"
~*~

Mis piernas ya están matándome, estoy sentada ahora, pero ni así se ha logrado disminuir ni un poco el dolor que siento en ellas. Julia y yo no hemos parado de pasear por toda la ciudad desde esta mañana. Londres es impresionante y bastante grande también. Apesar de que tenía cuatro años viviendo aquí, no conocía nada más allá de las cuatro paredes de en donde me tenían cautiva.
Es maravilloso regresar a la luz, aún no puedo creer que estoy afuera intentando integrarme con el mundo de nuevo.
La voz de Julia discutiendo con alguien por teléfono y la alegre canción de Overstreet en el estereo del carro, me devuelven al aquí y me hacen regresar de nuevo mi mirada al frente. Estaba atrapada viendo a los altos edificios por la ventanilla. Giro para mirar a Julia, efectivamente luce frustrada ahora, pero esa expresión también la hace lucir graciosa. Se supone que ella es detective y no luce para nada intimidante cómo debería de ser. Su joven y bonito rostro la muestra más cómo a una mujer adorable. Ya entiendo por qué ha tenido éxito en todos sus trabajos de encubierta.
Nadie, jamás, sospecharía de un rostro inocente cómo el que tiene esta mujer.
En este momento vamos directo a donde será mi escuela. Julia prometió llevarle a la directora del instituto algunos documentos faltantes para mi inscripción, además la consejera de la preparatoria nos dará un tour por las instalaciones. Me siento tan agradecida por ese favor, la mujer sabe lo que ocurrió y quiso apoyarme con eso, para ayudarme a adaptarme más rápido.
Estoy entusiasmada, siempre quise volver a la escuela. Mis expectativas no son muy altas porque hace mucho tiempo que dejé de estar al corriente de los estudios, me siento un poco desorientada por ello y también insegura pero no nerviosa. Sé que puedo manejarlo, además aprendo muy rápido y siempre fuí muy aplicada desde que era niña. Se podría decir en pocas palabras que era un nerd, y ojalá pueda volver a ser esa chica de antes. No importa que vuelvan a llamarme así, quiero que vuelva esa Maddie.
No tengo tantos factores en mi contra, tampoco el de volver a socializar con los demás. Tal vez debo sonar muy ingenua o exagerada, pero muero por recuperar esa conexión que tenía antes con el mundo, quiero ser parte de él de nuevo. Quisiera recuperar esos años de mi adolescencia que me quitaron y volver a ser parte de algo.
Nadie ha dicho que sería fácil, pero esta vez lo intentaré por mí y por esa mujer que se está esforzando demasiado por devolverme a la vida. Además... creo que la escuela me será de buena distracción para olvidarme de todo lo ocurrido. Es lo que dijo la psicóloga Brigitte cuando fuimos a verla esta mañana. También dijo que era muy fuerte y que podía salir adelante, incluso felicitó a Julia por lo que está haciendo por mí.