Monstruo

Capitulo 8


 























 

<<Fue mala idea...

¡Mala idea, mala idea!>>

Es lo que se repite una y otra vez dentro de mi cabeza por el rápido dolor que ha comenzado a consumirme ahora, cómo anoche lo hizo. Necesito calmarme, mi rostro debe verse horrible en éste momento por el maquillaje corrido, ya no puedo llorar más. ¡ya Maddie, detente!

Sigo aferrándome a mi asiento, mientras siento cómo sus ojos castaños me estudian con lástima y preocupación. Su expresión sólo provoca que el nudo en mi garganta se apriete y que mi frustración aumente. Mis ojos aún arden por las lágrimas cautivas pero continúo haciendo un gran esfuerzo para seguirlas reprimiendo porque ya no quiero volver a llorar frente a ella, ya lo he hecho suficiente por hoy y necesito armarme de valor para enfrentar a Julia porque en pocos minutos tendré que verla a la cara y decirle que... "Todo está bien" conmigo, y que la platica con la psicóloga logró calmarme pero...

Es difícil.

Ahora me duele estar en mi propia piel, ahora siento que me quebraré en fragmentos diminutos. Ojalá pudiera hacerlo porque ya quiero dejar de sentir todo esto. Quiero poder ocultarme de mis emociones y sentimientos, no quiero que nadie mas me vea asi y mucho menos quiero que se den cuenta de esto. Necesito seguir fingiendo frente a ellos, aunque no pueda hacerlo conmigo misma. Porque... aveces siento que soy fuerte, aveces creo en mi propia sonrisa pero este dolor me ha hecho darme cuenta de que debo  dejar de engañarme a mí misma porque el golpe siempre es más duro cuando vuelvo a la realidad.

Sigo siendo un fraude, sigo siendo débil.

Ya no lo soporto.

Ya no soporto esa fuerte opresión que siempre percibo en mi pecho. Siento que aún tengo mucho que desahogar pero me siento bastante agotada para ello. Además... tengo que contenerme frente a mi madre adoptiva. Está por llegar y no quiero preocuparla mas de lo que ya lo he hecho.

<<Puedes seguir fingiendo.>>

— ¿Estás arrepentida por haber venido? Esto no funcionará si no lo haces de voluntad, Maddie.

La mujer de cabello caramelo corto hace que levante la mirada.

Niego débilmente con la cabeza, apretando fuertemente mi mandíbula. Ni siquiera me siento con la fuerza suficiente para responderle con mi voz. No quería venir aquí, no quería volver a hablar de esto con ella... Ya estoy harta de todo lo que me dice, ya estoy harta de que me crea una exagerada por aún llorar cómo niña.

¿Qué mierda se cree para poder opinar?, ¿qué sabrá ella de esto, si no la ha vivido cómo yo lo he hecho?

Le parece muy fácil decir que todo estará bien, pero ese es su trabajo. Sólo la soporto por Julia.

Quiero afirmarle que efectivamente sí me arrepiento de haber venido otra vez. Quiero decirle que nada de esto funcionará conmigo, quiero decirle que hablar de esto, sólo me pone peor de lo que estoy... y que nada de sus sermones me hará sentir en paz y que ya no espero nada de su absurda terapia, porque no hay cura que desaparezca al cruel vacío que siento dentro de mí... y tampoco quiero seguir tratando esto con ella, porque lo quiero guardar sólo para mí... Porque esto no es fácil de compartir con alguien más, y, además... porque ya quiero que me dejen sola con mi dolor.

Yo sola lo entiendo, yo sola sabré tratarlo. Pero... le prometí a Julia que haría visitas constantes, sólo para que se sintiera tranquila conmigo. Tuve una recaída terrible ayer, jamás esperé tal retroceso pero no pude evitarlo.

Sabía que me afectaría verlo de nuevo, sabía que aún necesitaba tiempo para meditarlo y estaba consciente de las consecuencias que habría si me arriesgaba de esa manera... pero estaba desesperada y no me arrepiento de haber ido a Campos Verdes, aunque eso haya destrozado a mi corazón por completo.

Aunque eso haya sido el responsable de mi decaída... lo necesitaba más.

Necesitaba estar cerca de él otra vez, necesitaba contarle también todo lo que me ha sucedido desde mi liberación. Necesitaba saber que estaba bien y moría por hablarle de nuevo. Pero creo... que aún estaba muy débil para eso. Para lidiar con él de nuevo. Fue duro, fue desgarrador pero no fue una mala idea. No me arrepiento de haberlo hecho, puedo soportar el dolor si se trata de él...

Cuando llegué a casa aún me sentía mal, no dejé de llorar hasta que me quedé dormida. Ni siquiera me dí cuenta de la hora en la que había llegado Julia a casa, ni siquiera me dí cuenta de que ella alcanzó a escuchar mis lamentos desde su habitación. Hasta hoy en la mañana que ella sacó el tema en el desayuno, se alarmó obviamente por eso y aunque yo le repetía que me encontraba mejor... ella no se convenció, y mucho menos al ver mis ojos tan rojos e hinchados por el llanto que me había envuelto el día anterior.

Me odio por no haber ocultado eso, me odio por preocuparla así ya que también conseguí que ella me pidiera que viera a la psicóloga hoy para hablar de lo que me pasó. Pero era lo mínimo que le debía a la mujer buena y trabajadora que me adoptó.

Sé que quiere ayudarme, por eso no le echo la culpa por cómo me siento ahora, ni por recomendarme venir con la psicóloga, aunque eso haya sido una muy mala idea al final del día porque sólo logró que me hiciera sentir peor... Ya que, aparte de que sigo destrozada, también estoy molesta con todo. Conmigo misma y también con ese monstruo del dolor que me atormenta por dentro.

Intento varias respiraciones profundas, pero aún siento ganas de llorar, aún sigo hipando como niña pequeña.

— Maddie... aquí nadie te fuerza a nada, te agradezco que me hayas querido mencionar lo de...—

— No-no lo diga...— la interrumpo de inmediato, ahora mismo ya no quiero escuchar más, ya no quiero recordar más.

Siento que si dice su nombre... me romperé por completo.




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