—Es ahí... en la casa blanca.—le señalo a Noah con mi dedo índice, para que estacione la camioneta. Un suspiro se me escapa después.
Fue una noche de locos. Me siento aliviada por ver de nuevo el jardín de la casa de Julia. No quiero mostrarme tan paranoica, sé perfectamente cuán ridícula me veo al seguir temiendo de esta manera, pero tengo que admitir que tuve un poco de miedo desde el momento en el que puse un pie dentro de la camioneta de Noah. Ahora me siento tan tonta y culpable con él, por haber desconfiando de sus buenas intenciones pero no pude evitarlo. No quiero que se repita la misma historia de hace cuatro años, esa en donde viví la peor de las torturas por haberme confiado tan fácilmente de un idiota.
Aún tengo miedo, aún no puedo sentirme a salvo en ningún lado y menos puedo hacerlo con un chico al que apenas acabo de conocer.
—¿Ahí? Muy bien.— dice él, sacándome de mi ensimismamiento.
Su vista sigue enfocada en el frente, no deja de mirar a la casa con extraña curiosidad, no entiendo esa expresión que hay en su rostro ahora. También me extraña un poco la manera en la que frunce su ceño después, pero trato de no darle tanta importancia porque mi cabeza ya se encuentra muy revuelta en este momento.
Lindsey...
<<Tengo que ir a verla, tengo que saber qué pasó realmente.>>
Detiene el vehículo cerca de la acera y un silencio un poco incómodo se hace presente entre nosotros, cuando también apaga el motor de su camioneta. Aún no me animo a levantar la mirada para enfrentarlo. Mis ojos sólo miran a los dedos de mis manos que ahora juegan encima de mi regazo, ni siquiera intento liberarme del cinturón de seguridad que aún me tiene aprisionada contra el asiento del copiloto. Siento su mirada sobre mí, y su renuencia para hablar me hace saber que aún está esperando por una reacción de mi parte.
Me siento tonta, me siento torpe por no poder decir nada pero es que aún me siento tan revuelta e impactada por lo que pasó hace rato en el cine. Aún me siento tan atrapada dentro de ese desastre mental y tambien por esos nervios que me provoca el hecho de estar cerca de un chico tan apuesto cómo él.
No puedo evitar sentirme extraña con las personas y este monstruo de la inseguridad que habita dentro de mí... aún me hace temer con los que quiero o intentan involucrarse conmigo. Y por otra parte, siento lo contrario, pues también me parece difícil acostumbrarme a este tipo de tratos. Nunca, antes, más de una persona..., había sido tan amable conmigo y tengo que admitir que eso me da un poco de miedo. No puedo evitar desconfiar, también siento que necesito ser precavida en todo momento.
Sin embargo... Noah parece ser lindo y se ha mostrado muy respetuoso conmigo. El adorable chico de cabello rubio que conocí hace una hora afuera del cine, se ofreció a traerme a casa después de lo que pasó sólo para cerciorarse de que estuviera bien. Brandon y Lucas iban a acompañarme pero él insistió para hacerlo en su lugar. Por supuesto que mañana esperaré las burlas de mis amigos por esto.
Después de varios segundos manteniéndome cobardemente en el silencio, decido levantar la mirada para decirle;— Gra-gracias por traerme. —me maldigo por dentro por ese tono tembloroso. No sirvió para nada toda la preparación mental que estaba haciendo previamente para enfrentarlo.
Me siento un poco aliviada porque Noah no parece haberse inmutado por ello, o eso espero. Sólo sonríe de lado, mientras niega con la cabeza
—No es nada, Maddie. Gracias a ti por permitirlo. —suena tímido, su radiante sonrisa también lo delata, provocando que rápidamente mis mejillas se sientan un poco calientes y hormigueantes.
Como buena cobarde, alejo mi mirada rápidamente de nuevo para que no note el seguro rubor que ha de teñir ahora a mi rostro, y miro hacia la ventana que se encuentra a mi costado. Por ella puedo darme cuenta de que la noche ha caído. El auto de Julia estacionado afuera, las luces encendidas en la casa.
Aún me siento algo nerviosa y angustiada por lo que ocurrió con Hunter en el cine. Ahora no puedo dejar de pensar en eso... En la manera en la que tomaba a Lindsey, en la oscuridad que se adueñó de su mirada cuando me vio y que de alguna manera... me aterrorizó tanto, hasta hacerme sentir amenazada.
Esta vez logró afectarme más de lo que lo acostumbrado, esta vez había algo en sus ojos que aún me cuesta mucho descifrar, pero que también... me hizo sentir un poco culpable. No lo entiendo, pero el reproche que hubo en la última mirada que me dio antes de irse... me hizo sentir así con él, y, apesar de que también me hizo enfurecer por cómo trató a Lindsey en frente de todos... una parte de mí quiere seguir intentando acercándose a él. Esa parte que últimamente ha sido atrapada por él, esa parte que aún se siente agradecida con él por haberme ayudado la otra noche.
Me hace sentir extraña con todo el mar de emociones que provoca dentro de mí. Le temo pero también... quiero ayudarlo. Algo, además de la tristeza que me transmite su mirada, algo más, pero que está dentro de mí... me dice que debo hacerlo. Mi estúpido corazón es muy sensible, y, es él el que se apiada de alguna manera de ese Hunter aterradoramente impulsivo y extraño. Es él... el que no me hace temerle por completo. Es él... el que no me permite temerle cómo los demás parecen hacerlo.
Ya no quiero que vuelva a tratar de lastimar a alguien, necesito saber qué es lo que pasa con él para actuar de esa manera. Sé que no es así, sé que no quiere ser así...
También sé que no es mi asunto lo que a él le pase o lo que haga. Sé que no es mi responsabilidad querer involucrarme para ayudarlo, vaya... ¡ni siquiera es mi amigo! o eso creo... y posiblemente Hunter... sí sea peligroso, pero tal vez... también tenga solución y sólo necesite atención. Siempre está solo, creo que ni siquiera tiene un sólo amigo en el instituto. Quizá actúa así porque también se siente rechazado. Es una de mis teorías.