Mi cuerpo se ha paralizado por completo, un temor se ha instalado en mi corazón y este está haciéndome temblar sin control. La mirada desencajada del chico de sudadera oscura y cabello como la noche, que se encuentra a tan sólo unos cuantos pasos de mí, está matándome, pues en esos ojos leía más allá que frialdad; decepción, dolor...
Maldición...
¡Maldición!
¿Qué tanto habrá oído? ¿Cuánto tiempo estuvo escuchando la conversación que teníamos Julia y yo?
Mueve la cabeza hacia un lado, después esboza una sonrisa torcida pero esta luce forzada para cubrir la exasperación que seguramente lo está consumiendo en estos momentos por no obtener respuesta por parte mía.
— ¿Y bien? ¿Vas a decirme esta vez qué es lo que ocurre?
Lo miro, suplicante. El miedo arraigandose cada vez más a mí. No puedo creer que al fin haya descubierto un poco de esto. Me maldigo por dentro por no haber sido cuidadosa. De él precisamente era de quién más trataba de esconder esa verdad...
Aún no puede saberla...
No puedo permitirlo.
Miro a Julia después, ella también luce preocupada por lo que parece ha sido expuesto con él. Me regala una mirada de disculpa y, después de asentir, se aleja de nosotros para bajar por las escaleras. Agradezco en mis adentros el espacio que me ha brindado para hablar con él, pero sin su compañía... me ha hecho sentir más débil. Más... cobarde para enfrentarlo.
Regreso mi mirada a él, y, sin saberlo, suelto el aire que no sabía que contenía. Mi cuerpo no deja de temblar, todo mi ser teme, pues es la voz de la razón la que me exige que sea cautelosa, que no vaya a decir algo de eso porque quizá pagaré duras consecuencias por hacerlo, como el... perderlo para siempre. Cómo el causarle asco y desagrado. Cómo el lograr también ganar su rechazo y su odio...
Soy una persona que no merece estar parada aquí. No después de todo lo que he permitido... aunque no lo quise así... me siento culpable porque de alguna manera cooperé en esos crímenes, por no hacer nada, por no luchar. Ni siquiera por mí misma.
Hunter me mira aún, expectante, y también con la misma expresión de antes, y la cual no deja de atormentarme. Ya se ha dado cuenta que posiblemente soy una farsa, una mentirosa patética. Tal vez piensa que le he visto la cara de tonto con mi propio teatro de la chica huérfana, si así es entonces lo comprendo totalmente.
Merezco más que eso...
Doy varios pasos hacia él, está recargado en la pared, de pie en el segundo peldaño de la escalera. Todo dentro y fuera de mí se siente tenso y pesado, pero me digo a mí misma que tengo que hablar, no puedo permitirme perderlo de nuevo cuando al fin pude recuperar una parte de él.
— Hu-Hunter... por favor. No quiero que pienses...—
—¿Que piense qué, Maddie? — me interrumpe de golpe, pero no sonó brusco, sólo serio, dolido—. ¿Que soy un imbécil por no haberme dado cuenta desde antes? ¿Que sólo has estado ahí para hacerme creer sólo mentiras?
Niego, ya sintiendo un nudo quemar en mi garganta.
— No es así... Lo que ha pasado contigo es más que real. Te lo juro.
—¿Pero tú eres real, Maddie Johnson?
Eso me hace alejar mi mirada, sé que estoy por quebrarme pero no puedo dejar que él me vea así. No quiero que piense que sólo intento hacerme la víctima. Hace mucho tiempo dejé de serlo...
Lo escucho bufar pero aún no tengo el valor para volverlo a enfrentar. Siento... vergüenza, y más culpabilidad que antes.
— ¿Sabes?, yo... nunca dejé de sospechar tanta mierda de ti, siempre sentí que me ocultabas algo y no quería llegar a más conclusiones que me hicieran pensar cosas peores... Cómo del porqué me llamó la atención que te parecieras tanto a ella, del porqué la detective Johnson de un día a otro ya había conseguido a una hija adoptada, de la que nadie por supuesto tenía ningún jodido dato de su real origen— levanto mi mirada al sentirme confundida por esas palabras. ¿Qué? ¿Pero a qué se está refiriendo ahora?—. También quería evitar pensar en la interrogante del porqué te acercaste a mí, aún escuchando todas esas advertencias de los demás. Yo... sólo me quise dejar llevar. Quise creer que de verdad tú... querías ser mi amiga o intentar comprenderme pero ahora...—
—Hunter, basta. —me acerco a él para sujetarlo del rostro y enfocar mi mirada en él. No puedo creer cómo lo he jodido. No puedo creer que él esté pensando ahora que eso no fue real.
Se niega a mirarme y mi corazón empieza a romperse a pedazos al ver cómo él empieza a tratar de alejarme y liberarse de mí. Mi cuerpo se siente débil ante ese rechazo, pero yo no me quiero rendir con eso.
Toma mis manos con las suyas y pone distancia entre nosotros. Aún hay personas en el segundo piso que pasan de un lado a otro y nos miran, pero eso no me importa. No ahora. Sé que estamos causando una escena pero prefiero mandarlos al diablo y que hablen después de esto y le tiren toda la mierda que quieran.
— Por favor... por favor no creas eso. — empiezo a derramar lágrimas, ya no las pude contener. Él, sin embargo, sigue resistiéndose y mostrándome una mirada que sólo me hace sentir al borde de un precipicio—. Hunter... p-por favor, por favor escúchame. Nunca quise ocultarte nada pe-pero...—
— ¿Pero estás bajo advertencia, confidencialidad, cierto?— de nuevo me interrumpe. Lo único que puedo hacer es asentir, desviando la mirada. Después trato de limpiar mi rostro con las mangas de mi suéter —. Tienes que estar muy involucrada entonces.
— S-sí, créeme que es por eso que no puedo...—
— Sólo quiero saber cuánto más pensabas seguir con este teatro entonces, Johnson. ¿O cómo es tu nombre en realidad?
Niego, reprimiendo esa y mil respuestas más.
<<Maddie Sanders.