No podía reaccionar ante lo que había dicho, no lo entendía y tampoco comprendía el porqué se veía tan dolido en este momento. Parecía haber algo más dentro de él que lo atormentaba, parecía lidiar con algo más duro que lo que lo fueron mis previas confesiones al respecto del infierno que viví con John Lerman.
Hunter...
¿Por qué llora así?
¿Por qué no deja de hacerlo?
De pronto me alarma ver cuando se aleja de mí para empezar a golpear la pared con su mano hecha puño. Me levanto de inmediato de la cama donde previamente estábamos acostados, y después trato de detenerlo pero se resiste. Lágrimas de impotencia empiezan a salir ante el hecho de verlo a él, lastimandose de esta manera. La voz razonable dentro de mi cabeza me dice que busque ayuda de inmediato, pero descarto esa idea cuando consigo cautivarlo entre mis brazos y logro tranquilizarlo un poco.
Ya no lucha para alejarme, ya no tiembla ni intenta escapar, pero aún sigue llorando de una manera... en la que nunca lo había escuchado y es eso lo que ahora está logrando disipar en mí el dolor que previamente me consumía por dentro, y a cambio lo está reemplazando por un fuerte impulso de valentía.
Siento que ahora me necesita más que yo a él, siento que debo darle de mi nueva fuerza porque lo que más odio ahora... es verlo así.
Herido...
Él me motiva a ser luz para acabar con su oscuridad. Incluso si yo aún sigo temiendo de ella cómo si fuera una niñita pequeña.
— Hunter, Hunter amor. — intento enfocar su mirada en mí. Al ver su rostro bañado en todas esas lágrimas siento a mi corazón arder y a mi fuerza flaquear, pero por él me obligo a seguir soportando un poco más. Esto me preocupa, temo que esté sufriendo una recaída—. Hunter, tranquilo, tranquilo... Estoy aquí, no te dejaré volver a ese lugar oscuro, ¿De acuerdo?
Empieza a derramar más lágrimas, estas resbalando por todo su hermoso y delicado rostro blanco. Cepillo su cabello oscuro con mi mano para echarlo hacia atrás, el sólo acto haciéndome estremecer, pues hace mucho tiempo que no estábamos así de cerca. Hace mucho tiempo... que también deseaba tocarlo, así, libremente, sin temer de su rechazo.
Intento contenerlo por unos segundos más, hasta que me decido en volver a preguntar:— ¿Qué pasó? ¿Necesitas que te lleve a un hospital?
Él niega y después trata de limpiar su rostro con sus manos enguantadas. Ahora soy capaz de ver cómo estas tiemblan mientras lo hacen.
— No... Lo que necesito es que tú me perdones por ser tan idiota, Maddie.
Lo miro, sintiéndome confundida por un momento, y después lo veo tallar su rostro una vez más con sus dos manos. Escucho un gruñido retumbar desde su garganta.
No sé qué responder, así que sólo me limito a negar, aún sin poder comprender.
— Hu-Hunter... ¿De qué hablas? ¿Por qué yo tendría que...?—
— ¡Por pensar todas esas cosas horribles de ti! ¡Por no considerar mas situaciones detrás de tus silencios! ¡Por portarme tan miserable al igual que el hijo de puta que te...!—
— N-no, espera... Tú no sabías lo que pasaba. No te compares, no te atrevas. Porque John fue un verdadero monstruo conmigo y ya no vale la pena que tú...—
— Fuí una mierda también, ¡maldición! ¡No puedo creer que lo haya vuelto a hacer! ¡No puedo que yo...!— me acerco a él para tomarlo de las manos y llevarlo a la cama. Es increíble la fuerza con la que me siento ahora para enfrentar el aquí, supongo que verlo así... sigue siendo un fuerte incentivo. Hunter es quien más me inspira ahora para seguir con los pies sobre la tierra.
Acuno su rostro con mis manos después. Este parece controlar su temprana ira cuando lo acerco a mí para unir nuestras frentes. Su respiración va rápida, así que intento ayudarle a estabilizarla con el ritmo de la mía.
— No, Hunter. El que tuvieras tus dudas al respecto... no te convierte en una mierda, ¿de acuerdo?
— Pero la forma en la que te traté...—
Hago un ruido con mis labios para indicarle silencio y después trato de sonreírle con debilidad.
— Yo hubiese actuado de la misma manera ante una persona que me diera tantas sospechas, y tú tenías tus razones. Habías pasado por algo horrible antes... y sólo actuaste en defensa propia.
— Pero no fue correcto. Tal vez si yo... Mierda. Si yo hubiese buscado la manera de averiguarlo. Si me hubiese basado en más teorías que no apuntaran a una treta con Julia...—
— Yo lo entiendo. — lo interrumpo, porque de verdad me duele ver la manera en la que se castiga con eso.
Hunter no tiene culpa de nada, yo fuí la que lo envolvió con tantas mentiras. Era lógico que en algún momento esto se vendría abajo y me hiciera pagar las consecuencias. Nunca trae nada bueno querer aparentar algo que no somos. No importa con qué intención lo hagamos y engañar de la manera en que lo hice... me llevó a mi propia perdición.
—Escucha, jamás fue mi intención armar todo este teatro, jamás quise hacerlos creer que era una chica inocente... Fue hipócrita de mi parte y siento asco por eso, pero no tenía de otra. Estoy bajo las condiciones de Julia y de las de otros investigadores. Ellos creyeron que por mi bien... sería no hablar nada al respecto de lo que me había pasado. Además... yo no... No podía...—
— No querías hacerlo. — termina por mí y asiento, sintiéndome un poco aliviada por que lo haya adivinado. Asiente él también y después desvía su mirada—. Maddie... pero podías haber confiado en mí. Tú... sabías por lo que había pasado, lo sabías de la manera en la que nadie más sabe, ni siquiera mis padres, Lindsey o Martín. Fuí acusado de algo grave, aún lo soy, e incluso tú misma dijiste que eso no importaba porque aún así... creías en mí, en mi inocencia. ¿Por qué no pudiste creer que yo también...?—
— Porque no... no quería enterarte de esto.
Mi voz se quiebra, y, aunque después trato de alejarme un poco de él, Hunter no me lo permite cuando toma mi rostro y lo une cómo antes al suyo. Sus ojos oscuros enfocándome con seriedad ahora.