El canto de los pájaros es lo primero que me recibe al despertar, entreabro un poco mis ojos y la luz de los rayos del sol me sorprenden con potencia, obligandome a cerrarlos de nuevo por completo. Al volver al aquí espero unos segundos para que mi campo de visión por fin se aclare, dejándome apreciar más que nada una increíble iluminación cubriendo mi alrededor.
El día jamás me había parecido tan vivo dentro de mi habitación, y yo, por primera vez despertando en ella..., ya no era capaz de sentirla tan vacía y fría.
No...
Esta ocasión era diferente.
Alguien me acompañaba, alguien no me había dejado hundirme en la soledad a la que ya estaba acostumbraba a soportar cada noche.
Una sonrisa se forma de pronto en mi rostro, no sólo ante los recuerdos que regresan a mi cabeza, no. Una extraña felicidad empieza a llenarme de pies a cabeza, hasta hacerme temblar y alborotar mil sensaciones fantásticas en mis adentros, al ser consciente del peso que está recargado en mí. Tan cerca de mí. Sentía una opresión en mi vientre y por encima de mis piernas, y una leve respiración chocando contra mi cuello, haciendo erizar a los vellos de mi piel.
Me tiene completamente cautiva, y, aunque sé que es muy estúpido de mi parte permitirle esto a Hunter después de todo lo que ha pasado, y que, por supuesto, no es para nada correcto porque estoy faltandole el respeto a Julia al hacer esto... una parte de mí se siente de verdad feliz con tenerlo aquí y no quiere por nada del mundo alejarlo.
Feliz ante su cercanía, feliz de tenerlo aquí, feliz de tocarlo, de que me estuviese tocando, de que no me haya... rechazado y que se haya quedado cómodo conmigo, de la manera en la que yo ahora me siento al estar junto a él. En mí no cabe ante tanta alegría y entusiasmo, pues también he podido superar una importante prueba, una que ahora me hace celebrar internamente por el orgullo que eso me trae.
Gracias al sólo hecho de haber pasado con él una noche, estando tan cerca uno del otro, sintiéndonos, me he liberado de la amenaza con la que antes el Monstruo del terror y de la vergüenza me atormentaba. Sus voces y sus rostros, que eran los recuerdos de infernales noches que antes había soportado siendo sometida por asquerosos hombres, han empezado a perder forma y a disiparse como humo.
Ya no tengo miedo, ya no siento al asco llenarme de pies a cabeza, ya no escucho sus duras advertencias de lo que sería estar de nuevo con alguien. No pasó nada con Hunter, sólo fueron sus brazos y el resto de su cuerpo lo que me ofreció cómo manto anoche para acompañarme. Sólo fueron sus besos los que se atrevieron a explorar un poco mi piel para calentarla y alejarla del frío de la melancolía que cada noche aparece en mi pequeño espacio personal.
Él se portó dulce y respetuoso todo el tiempo, con Hunter todo temor se ha ido, incluso la oscuridad ya no me pudo lastimar. Sé que tal vez aún tenemos mucho qué resolver, sé que tal vez esto tenía que esperar un poco más, pero, sinceramente..., ahora al saber que todo lo que me ha hecho sentir después de su aceptación... es algo que me ha traído tanta seguridad también. Ya no me interesa qué es lo que debe ser correcto en este momento. Ya no me puedo reprimir ahora que él me ha dado luz verde con esos te amos, con esas caricias, con esas palabras tan dulces y con haberme mostrado ayer la decisión que tomó para decirme que se quedaría conmigo.., apesar de ya saber todo lo que me hizo pasar John Lerman.
Él ha preferido quedarse aún sabiendo... que estoy sucia y que aún sigo corriendo peligro con él.
¿Cómo pude dudar tanto de él? ¿Cómo fuí capaz de permitirme cegar por ese monstruo de la inseguridad?
Sé que ahora ya no vale la pena cuestionarme eso, pero no puedo evitar sentirme cómo una maldita por haberlo considerado así. Hunter nunca se mereció tal desconfianza de mi parte. Sí, algo en mí de verdad tuvo miedo de cómo sería capaz de juzgarme, tenía miedo... de sufrir su rechazo y su indiferencia, pues él ya era importante. Ya tenía poder sobre mí y sobre mis sentimientos. Sin embargo... ahora soy yo la que se repudia, por creer una abominación así de él, por ser tan ingenua y haberme cubierto los ojos con la misma venda con usaron los demás para ignorar su inocencia.
Soy una basura...
Trato de girar hacia él pero me tiene completamente envuelta con sus brazos. Intento escabullirme pero es en ese momento en donde lo siento apretujarme más contra su cuerpo que está detrás del mío. ¿Qué rayos? ¿Seguirá dormido de verdad?
— ¿Hunter...?
Él responde a mi llamado con nuevo movimiento para apretujarme más contra él. No me está lastimando, pero cada vez se me dificulta más el querer escapar de él. Es humillante que aún estando dormido pueda ser más fuerte que yo.
— ¿Hun...?— de pronto lo siento poner su mejilla encima de la mía, para después hacerme escuchar cómo gruñe. Ha sonado tan adorable, que por un momento tengo que contenerme para no reír. Empieza a hacer más movimientos y ruidos extraños, supongo que luchando apenas por despertar —. Hunter... no me puedo mover, necesito que...—
Él no me deja terminar cuando de pronto lo veo ponerse encima de mí, renuente aún a despertar y a dejarme levantar. Gruño por no poder quitarme, el tonto lo único que hace es aprisionarme más. Ahora su cuerpo está completamente encima del mío, su rostro hundido en el hueco que yace entre mi cuello y hombro, y sus manos puestas y aferradas a los costados de mí. Trago grueso, cuando lo siento besar mi clavícula lentamente. Eso dejándome paralizada por un momento, pero al volver al aquí intento empujarlo de nuevo pero sin éxito, pues sus besos me están dejando otra vez sin defensas.
Escucho que empieza a reírse después, su risa es profunda y adormilada, me sorprende por también escucharse tan sexi, pero aún así no permito que eso me doblegue más de lo que ya lo ha hecho.