Capitulo 38


 

— ¿Cuándo se los dirás?

Trago grueso y después desvío mi mirada hacia la ventana que yace a mi costado. El frío ha empeñado el vidrio de esta pero aún así soy capaz de ver las lindas luces que decoran una gasolinería y una tienda de conveniencia. El cielo nocturno luce hermoso encima de nosotros, pero el contemplar esa belleza ahora no reduce la tensión que se ha creado en los adentros del pequeño auto de Julia.

Siento su mirada sobre mí, sé que me estoy viendo cómo una cobarde al dejarla así, sin una respuesta, pero la verdad es que no tengo una. Noche buena ya se acerca... pero eso ya no me emociona demasiado, pues al pensar que al siguiente día me tendré que ir de aquí... todo dentro de mí se echa abajo cómo si de un terremoto se tratara.

No puedo evitar sentirme deprimida en anticipación, pues sé que será difícil tener que separarme de mis nuevos amigos, de Lindsey quien ya es como la hermana que siempre quise tener, de mi vida aquí con ellos, del lugar donde yace descansando mi pequeño, de Hunter...

Ahora que nos hemos unido tanto, ahora que ya estoy tan encantada de él, de sus besos, de sus extrañas pero tiernas demostraciones de amor... siento que no lo lograré, que viviré la peor de las torturas al separarme de él. Lo sé, sé que fue incorrecto dejarme llevar, sé perfectamente que fue una estupidez de mi parte bajar la guardia así... Me prometí que ya no lo haría, pero con él... no puedo negarme. No quise, pues desde que lo conocí... se convirtió en uno de mis más grandes anhelos. Me llamó y cuando me tuvo cerca me capturó por completo, doblegando mi fuerza y arraigandose a la poca luz de esperanza que queda dentro de mí.

No pude alejarme cuando me parecía un maravilloso y peligroso misterio. Ahora que he descubierto que detrás de todo eso se encontraba un hermoso tesoro, y un corazón tan puro... ya no puedo soltarlo. Ya no puedo detenerlo. Menos a estas alturas que ya me ha llenado de tanto amor y ternura. Primero me enamoró con su oscuridad y cuando me mostró su luz... me cegó tanto con ella...  que incluso logró alejar a los monstruos que había dentro de mí, y los cuáles temen de ella.

Encendió la luz para mí, ahora tengo miedo de alejarme de eso.

Ahora que estoy perdidamente enamorada de él... ya es demasiado tarde.

Aún siento la mirada de Julia sobre mí, me maldigo por portarme así con ella. Sé que lo entiende, por eso ha tratado de ser cautelosa con el tema, pero aún así... ella no sabe lo que realmente esta pasando, no sabe que me siento deprimida al respecto... también por Hunter. No he tenido el valor de contarle lo que ha estado pasando entre nosotros, no me gusta ocultarlo, pero esto ha ido tan rápido, tan intenso, tan... hermoso, que temo que cualquier cosa que lo arruine y no estoy diciendo que Julia hará algo para interponerse, no. Pero ella es consciente de los problemas que tiene Hunter, y de los que tengo yo también.

Me pediría que nos diéramos un tiempo para que ambos sanemos, y sé que es lo correcto pero... ahora que todo es tan perfecto con él... no quiero pausarlo, no quiero acabarlo. Tenerlo conmigo es lo que me ha hecho sentir viva de nuevo, es lo que está despertando a la parte muerta que había asesinado John con tanto sufrimiento.

Pensé que ya nunca volvería a enamorarme, pensé que ya nunca iba a poder confiar en un chico y lo que él me hace sentir... es inmenso, es poderoso y abrumador. Esto no debería ser algo del cual mi paz y mi felicidad tenga que depender, pues soy consciente de lo complicado que es Hunter, de lo cruel que puede ser la vida al separarte o decepcionarte de las personas que llegas a amar, o que al menos llegan a ser importantes para ti. Se van, desaparecen aveces sin motivo alguno, y sé que nada ni nadie dura para siempre... pero él ya se ha convertido en un motivo muy fuerte para mí,  ya que tiene mi corazón y se ha revelado en alma ante mí. 

Me tiene...

Es lo que más me ha hecho soñar, no quiero bajar de esa nube que ahora comparto con Hunter para alejarnos de la oscuridad. No quiero ahora que es mío...

No ahora que nos hemos entregado tanto...

— Maddie... sabes que el día se acerca, ¿cierto?

Un suspiro sale de mí y después me atrevo a enfrentarla. Me estoy comportando cómo una niña pequeña, lo sé, pero me calmo un poco al ver su expresión. No luce molesta, pero sí preocupada.

Trago grueso, mis dedos jugando con los hilos sueltos de mi abrigo, nerviosamente.

— Empezaré a empacar, quizá eso me dé valor para hacerlo mañana...— mi voz sale débil y lastimosa. Mis ojos se han desviado de nuevo a la ventana.

Esta tarde estaba tan feliz, pues me encontraba preparando las sorpresas de navidad para mis amigos, de verdad me luciré o eso espero. También estaba de buenas porque Hunter me dijo que el día de mañana me tendría otra sorpresa, incluso dijo que me mostraría algunas canciones que había dejado a medias. Me hace mucha ilusión descubrir más acerca de eso porque quiero oírlo cantar de nuevo. Sin embargo... ahora mi ánimo por ello ha bajado un poco, pues sé que tal vez serán de los pocos momentos que tendré con él... antes de alejarme por quién sabe cuánto tiempo de aquí y de todo.

Julia y su equipo están más alertas que nunca con la búsqueda, creen que John está en Britton y que está tramando algo. Estos días han estado muy atareados por reforzar vigilancia en toda la ciudad y en pueblos vecinos. Incluso han colocado fotos en los diarios y en las redes sociales. Yo, en cambio, he tratado de mantenerme tranquila, y no desperdiciar el tiempo que me queda con mis amigos y con el chico que amo, preocupándome por ese bastardo de Lerman, pero ha sido tan difícil tratar de ignorarlo. Simplemente no puedo, pues sé que ese maldito es capaz de lo que sea y, quizá, aún tenga mucho poder.

Tengo tanto miedo...

Siento que algo malo pasará cuando me vaya...