Capitulo 40


 

'— ¿Entonces podrá hacerlo? ¡Eso es una excelente noticia!'

'— Espero poder cumplir a tiempo, Maddie, pero ya es más que un hecho.'

Un extraño sonido de emoción emerge desde mi garganta y casi quiero bailar de la felicidad que siento abordarme ahora, pero reprimo el hacer eso porque en estos momentos me encuentro rodeada de muchas personas que de por sí ya me están mirando como si estuviera loca. De seguro lo hacen por la cara de conejo deslumbrado que debo tener en este momento.

Estoy ansiosa por la buena nueva que me acaban de dar, también me siento al borde del colapso nervioso pues se me han juntado un sin fin de cosas por hacer. Noche buena ya es mañana y aún no he podido organizarme con todas las sorpresas que he venido estructurando desde ya hace semanas para mis amigos.

Sin embargo, la que creo que será la mejor, es ésta que a mí también me acaban de dar.

Esto será grandioso, de verdad espero devolverle un poco de felicidad...

'—No sabe cuánto le agradezco esto, me está haciendo un gran favor. Estoy segura de que le encantará. '

'— También lo espero. Me muero por verlo, y no agradezcas, esto lo hago de corazón.'

'— Aún así. Oh, estoy por subir a mi autobús, seguiremos en contacto, ¿de acuerdo? '

Lo escucho reír después. Mi vista pegada en el gran autobús que ahora se aproxima a la parada en la que espero junto a más personas en medio del frío. La nieve cayendo encima de nosotros cómo una cortina.

'—Está bien, Maddie. Ten cuidado, me comunicaré contigo ante cualquier novedad que haya.'

Le respondo con un "está bien", y ya por último me despido, también dejándole la promesa de que lo llamaré.

En cuanto cuelgo llega mi autobús hasta donde estoy, guardo mi teléfono en mi bolso y después lo abordo. Al acomodarme en un asiento libre, fijo mi mirada en el vidrio de la ventana que se encuentra a mi costado, esta completamente empañada por el frío pero aún así soy capaz de observar y distinguir las luces de colores que yacen adornando afuera de algunos locales. Me ilusiona tanto verlas, me llena de tanta emoción y también nostalgia. Sin embargo, al divagar más el los hechos que ocurrirán mañana seguramente, cómo el despedirme de mis amigos... mi ánimo decae un poco, junto con todas esas maravillosas sensaciones que me llenan al ver la belleza con la que celebran y adornan las demás personas sus hogares y negocios.

Todo es hermoso, todo pinta esperanza e inocencia, pero yo ya casi no puedo sentir la Navidad de este modo, no cuando sé que en mi vida aún hay muchas cosas por las cuáles temer. No puedo disfrutar del todo porque aún muy dentro de mí sé... que no todo está bien, y que incluso dentro de mí misma se encuentra todo hecho un desastre. Mi corazón sigue destrozado, y, aunque el amor que siento por Hunter lo ha ayudado a mantenerse con todas sus piezas unidas, muy apenas, este aún duele, aún me susurra por las noches con agonía para llenarme de crueles sentimientos de pérdida y soledad.

Al lado de Hunter, de Julia o de mis amigos no es así, pero cuando estoy yo sola, cuando estoy conmigo misma dentro de una habitación oscura, donde la fría noche me cubre por completo y sólo ella, es cuando el Monstruo del dolor aparece, es cuando él regresa para devolverme a mi realidad, esa en donde me recuerda lo que soy, lo que fuí, lo que perdí y lo que no volveré a recuperar jamás...

A mi hijo...

A la oportunidad de haber vivido como una adolescente normal y tranquila...

A la oportunidad de haber hecho algo para salvarme a mí y a las personas que me importaban y que ahora ya no están, cómo esa amiga que perdió la vida a manos de John Lerman por salvarme a mí, como a ese pequeño que me mostró la luz dentro del infierno en donde viví y el cual, por cierto, fue el que fue arrebatado de mis brazos por las consecuencias de este.

Sé que he prometido intentarlo, sé que debo hacer un mayor esfuerzo de mi parte por dejarlo estar y que debería enfocarme más en las grandes bendiciones y en las nuevas oportunidades que me ha estado poniendo la vida, y hasta en bandeja de plata. Sé que soy afortunada por lo que tengo ahora, pero aún me resulta difícil continuar, porque este dolor sigue consumiendo a mi corazón por las noches, porque ese Monstruo sigue apareciendo cuando todo lo que le da luz ahora a mi vida, se va o desaparece por un rato.

No puedo convivir conmigo misma aún, no puedo evitar sentirme vulnerable al estar sólamente con el fantasma de esa chiquilla triste y que se sigue sintiendo culpable de todo lo que pasó. Intento reanimarla, intento mantenerla firme y recordarle que es valiosa, que aún lo es apesar de todo por lo que tuvo que pasar, de toda la suciedad... Pero ella es necia, es débil y me desespera. Me desespera no poder llenarla de fuerza dentro de la soledad, me desespera que sólo siendo dependiente de aquello que la llena de felicidad... sea fuerte y que con ella misma no intente ni siquiera mantenerse firme para no quebrarse.

Sin embargo... no puedo detestarla, mi deber es ayudarla porque sólo seremos ella y yo las que estaremos siempre juntas. Porque es sólo con ella con quién podré mantenerme segura. Porque en esta vida debemos aprender a amarnos a nosotros primeramente, luchando, comprendiendo nuestros defectos y equivocaciones.

Nosotros mismos debemos seguir formandonos porque siempre seremos nuestro único y verdadero hogar. Nuestro infierno pero también nuestra única salvación...

Mi vista se despega de la ventanilla al sentir cómo mi teléfono vibra en mi bolso. De inmediato lo tomo y al revisar la pantalla mi corazón empieza a saltar como loco dentro de mi pecho. Lo sé, es demasiado ridículo reaccionar así sólo por un chico y mucho más debes serlo por un mensaje, pero no puedo evitarlo. Hunter últimamente me ha vuelto más loca de lo que ya estaba por él, me ha convertido en una ridícula e incorregible cursi pero es porque me tiene completamente encantada con todo lo que ha ocurrido con él, con... nosotros.