Advertencia; Contenido sexual explícito. +18.
Mi pulso se aceleró, sabía lo que estaba desencadenando, sabía qué era lo que estaba a punto de hacer y, quizás, iba a cruzar una línea peligrosa... pero algo dentro de mí estaba urgente por intentarlo, ya no lo soportaba. Un deseo extraordinario y abrumador empezó a nacer dentro de mí desde la primera vez que lo besé, y cuando estuvimos en casa de Martín y él se acercó tanto... hasta hacerme sentirlo... mi anhelo por él se reforzó.
Llevo mucho tiempo soñando con esto, llevo mucho tiempo esperando por esta oportunidad. En otras ocasiones me había atrevido a detenerlo, pero esta vez me sentía lista, me sentía capaz de enfrentarlo. No quiero hacerlo sólo para probar que por fin he logrado superar mi temor a unirme de nuevo a alguien de esta manera, eso me dejó de importar desde que estuve con John. Eso me dejó de importar... desde que perdí a mi hijo. Sabía que ya no podía sentir nada peor después de su pérdida y mi miedo respecto a la intimidad se fue desvaneciendo en los abrazos y tiernos besos del chico que ahora es mi novio.
Estoy bien ahora, sé que puedo entregarme a Hunter sin problemas, a él no le temo, en él sé que puedo encontrar un refugio, una verdadera y hermosa unión. Lo deseo... Lo deseo con todas mis fuerzas. Lo necesito ahora. Estoy a punto de irme, estoy a punto de separarme de él por mucho tiempo... Esta noche es la única oportunidad que me queda para poder acercarme y desahogar todo lo que he venido conteniendo.
Ahora que por fin ha decidido aceptarme y hacer realidad lo nuestro... ya no quiero reprimirme.
Necesito ser suya...
— Maddie...— intenta decir algo pero su voz, ya inestable, se corta y reemplaza cualquier respuesta que iba a dar con una inspiración profunda, cuando llevo mis labios a su cuello. Mis manos también, torpes y temerosas, empiezan a trazar caricias detrás de su espalda ancha.
No sé hacer esto, nunca me he sentido incitada de verdad, y una parte de mí se empieza a acaparar de vergüenza por la manera tan pobre y patética con la que intento mostrar iniciativa. Sin embargo, un valor ha nacido desde mis adentros. Es él el que no me deja detener, es él lo que me ayuda a continuar. Ahora que he actuado... ya no me puedo retractar. Ya no quiero hacerlo. Hunter me gusta, me atrae tanto que me asusta.
No puedo seguir ocultandolo.
Su cuerpo comienza a estremecerse de a poco y eso, de alguna manera, incrementa mis ansias.
—Ma-Maddie...
Algo dentro de mí se siente fría y asustada cuando lo siento alejarme cuidadosamente. Lo miro, tratando de contener la decepción. Sin embargo, la manera tan intensa en la que sus ojos oscuros me miran es lo que logra despertarme después.
— Mi sol... Todos los días fantaseo contigo, con estar así... Enserio.— suena agitado, sin dejar de mirarme directamente. Trago grueso cuando observo cómo se atreve a mirarme de pies a cabeza y después de lamer sus labios, regresa sus ojos a mí. Estos luciendo más afectados que antes—. Te amo, te deseo, no sabes cuánto pero... quiero que lo pensemos mejor.
— Yo... quiero estar contigo. Es lo único que puedo pensar ahora...— respondo, sonando más segura de lo que esperaba. Él me mira sorprendido y también me siento así al considerarlo un poco.
Debo estar loca, sé que aun necesitamos tiempo, sé que aún hay heridas abiertas en ambos. Maldición, también soy consciente de que estoy en casa de Julia y que ella puede llegar en cualquier momento, ¡lo sé! Pero no he perdido la cabeza.
Necesito que esto pase, desde hace días he venido planeandolo, desde hace días he estado imaginandolo. Hunter cada día que pasaba conmigo me provocaba sin saberlo. Sus besos, sus miradas, sus toques... me torturaban. Cambiaron lo que al principio pensaba, estuvieron desatando en mí una guerra que, hasta ahora, me tiene vuelta loca. Loca por él...
No estaré dispuesta a presionarlo, pero al menos quiero dejarle claro que en realidad estoy dispuesta.
Al fin lo estoy.
No sé lo que pasa, no sé por qué necesito tanto que pase esta noche, pero algo me dice que ya no deje pasar más tiempo.
Sus ojos no han dejado de contemplarme de esa manera, el silencio que nos rodea empieza a crear una tensión insoportable. Incitadora. Cómo si no necesitara yo otro incentivo.
— Hunter... eres todo lo que deseo ahora, yo... me siento lista y quiero que sea esta noche, quiero que sea sólo contigo a partir de ahora. — me atrevo a acercarme para tomarlo detrás del cuello con mi mano y juntar su frente con la mía. Me siento aliviada al ver que no se resiste, al contrario. Se está empezando a soltar cómo hace momentos—. Cada vez que me tocas enciendes una parte de mí que no creía que podía volver a sentir. Eres el chico más hermoso que he conocido y al único que quiero darle todo de mí...
— Sé cómo te trataron antes, Madd. No quiero que te sientas presionada por mí si decido tomarte ahora y...—
— Shhh— lo silencio cuando pongo mis dedos sobre sus hermosos y mullidos labios. Estos tentandome de nuevo—. No lo haremos si eres tú el que se siente así pero te aseguro, que de mí, no debes preocuparte. Te deseo con todo mi ser...
Empiezo a besarlo de nuevo y él me corresponde, con una intensidad que no esperaba, no al menos después se esa preocupación que me mostró hace segundos en su rostro. Sus manos viajan a mis costados pero sólo los frota suavemente, con delicadeza. Hay algo en esas caricias tiernas que me hace sentir cómo si estuviera conteniendose con algo más, pero ahora, al ser capaz de contemplar sus movimientos y su sabor sobre mí, no puedo pensar en algún porqué.
Una de sus manos se atreve a viajar a mi cabello y lo toma con firmeza, sin provocar dolor o algo que presuma brusquedad. No deja de besarme y después de unos segundos perdiendonos sólo en toques sutiles y besos desgastantes, él se aleja para mirarme a los ojos. La cobardía regresa un poco a mí al ver el deseo sombrío que ha acaparado su mirada.