7 años después.
Maddie.
Se acerca el día y me siento más allá de lo nerviosa. He estado muy agotada últimamente, han sido las clases de actuación lo que me han estado matando. Ni yo misma logro entender cómo es que he podido resistirlo, pero estar activa en cosas que tanto me gustan, cómo el teatro, es lo que me ha ayudado a seguir en movimiento.
Es lo que le ha dado tanto sentido a mi vida.
Hace cinco años... logré localizar a mi madre, a la verdadera. Gwen... se encontraba en unas condiciones lamentables. La adicción a todo tipo de sustancias la había consumido por completo, incluso me costó reconocerla, fue de hecho por unos vecinos de mi viejo vecindario por lo que logré dar con ella. Ellos mismos me dijeron lo mal que estaba y que necesitaba desde hace tiempo ayuda, pero que no sabían a quién acudir ya que no le conocían ningún familiar y mi padre... ya había muerto por sobredosis. Sí... No logré llegar a tiempo para salvarlo a él, fue por eso que mi madre recayó tanto en el vicio.
Estaba viviendo cómo una vagabunda, tampoco me reconoció cuando me vio y fue duro... Fue muy duro enfrentarme a su realidad, fue muy duro lidiar con el hecho de que también... mi padre se había ido para siempre.
No pude verlo una vez más. La verdad... ya me hacía varias conclusiones antes de animarme a ir a buscarlos, por fin podía hacerlo pues John había muerto y ya no estaba para amenazarme. Fuí a la tumba de mi padre, después de llevar a mi madre a una clínica de rehabilitación, y lloré cómo nunca lo había hecho. Me sentía terrible, pues aún tenía la esperanza de volverlo a ver, pero no... Él ya se había ido a causa de ese horrible vicio que lo llevó a la perdición.
Sí... Por supuesto que no se me ha olvidado lo que me hizo, por supuesto que aún lo recuerdo, pero aún así se trataba de mi padre. Lo amaba, lo traté de entender tantas veces y al saber que ya nunca más lo volvería a ver... me sentí terrible, pues las oportunidades para recuperarlo habían desaparecido. Llegué tarde... Él se rindió, pero al menos... sé que ahora debe estar mejor, esté donde esté. Ya es libre de ese monstruo que lo cautivó en la dependencia al mundo de las drogas.
Ahora, cinco años después de haberme enterado de esa noticia, y de haber encontrado a mi madre, estoy aquí con ella, tomando el té en un hermoso condominio que he alquilado para ella. Este se encuentra a las afueras de Londres. No fue fácil... El proceso que tuvimos que enfrentar ambas para lograr su recuperación... aún no acaba, pero al menos ya luce cómo alguien nuevo, dispuesto a salir adelante.
He llorado tanto con ella, he enfrentado tantos duelos, pero ha valido la pena. No podía dejar a la mujer que me dió la vida, no así. No sabiendo que me necesitaba, y yo a ella. Sí... Julia ha sido grandiosa, ella sigue siendo la persona a la que le sigo diciendo mamá, y es porque en realidad ha demostrado serlo. Incluso me apoyó para poder localizar a Gwen y también me ha ayudado a pagar tratamientos y psicólogos para ella. Sigue siendo la mejor mujer, sigue siendo un angel, pero también Gwen es mi madre. De ella nunca me olvidé y después de todos estos años... he llegado a amarla de verdad.
Me siento bendecida de tenerlas a las dos. Han sido mi ancla, han sido todo por lo que he querido seguir luchando.
Vuelvo al aquí cuando miro a la mujer rubia y ya no tan delgada, entrar a la cocina de pronto con una bandeja con galletas. He decidido pasar una temporada con ella y la verdad me he sentido muy agusto a su lado. Seguía viviendo con Julia pero hace meses decidí darle su espacio a ella y a su nueva pareja. Están por casarse y bueno, yo ya pensaba, acabando mis cursos de actuación, buscar un nuevo hogar para mí. Sin embargo estoy considerando el quedarme un tiempo más con Gwen para poder seguir estando al tanto de ella, de igual forma nos hemos llevado muy bien. Ella es grandiosa.
Todo el tiempo nos la pasamos cocinando o aprendiendo a hacerlo, es nuestro pasatiempo favorito. Gwen se ha obsesionado con la repostería y es tan buena en ello, pues ya hasta le han llegado propuestas de empleo en lugares maravillosos para ser su nueva repostera. Ella aún no decide qué hacer, me ha dicho que le ha divertido más hacer sus postres para niños y jóvenes en las escuelas. Últimamente trabaja en una cómo cocinera, y la he visto muy feliz, es por eso que no he intentado presionarla con el tema de las otras propuestas.
— Vaya... Mira eso. Se ve delicioso. — le indico cuando veo el delicioso pastel de moras que también ha traído en la bandeja. Lo deja sobre la mesa y después se sienta frente a mí—. Si mi vestido no me queda el día del estreno... te culparé a ti, ¿eh?
Sonríe y después corta un pedazo de pastel para dármelo.
— Estarás llena de amor, es lo que cuenta.
Ríe y yo le ruedo los ojos. Como un pedazo del pastel y vaya, se siente cómo la gloria en mis papilas gustativas.
— De verdad, está increíble.
— Vamos, sólo lo dices por quedar bien y hacerme olvidar que hoy irás con tu otra mami a su fiesta de alzados.
Niego, rodando de nuevo los ojos. Sé que lo ha dicho de broma pero aún así me parece adorable cuando intenta hacerse la celosa con Julia.
— Puedes venir si quieres. Ella también te ha invitado al evento que tendrá en un mes en la ciudad.
La mujer frente a mí sólo niega, haciendo un puchero gracioso. Después toma un pedazo de su pastel y come.
— Les agradezco a las dos por querer incluirme... Pero la verdad esos eventos no son lo mío.
— Ni lo mío pero aún así estaré ahí.
— Para ella es importante que tú estés, Madd. — dice de pronto con seriedad. Su mirada está fija en su plato pero aún así se le nota que su atención está en otro lado. Suspira—. Para ella eres realmente su hija, te necesita ahí.