Ellos vieron como todo alrededor empezó a tornarse de blanco y dejaron de sentir el suelo bajo sus pies, como si estuvieran en el aire, deepués empezaron a avanzar al frente mientras sostenían las manos frías del muchacho, alredesor se tornó ahora de un morado intemso, además varios destellos de luz pasaban a los lados a una velocidad impresionante que parecía que eran rayas de luz, Aquetzalli.se notaba aterrada, esa experiencia iba más allá de su conocimiento, Telescopio en su celda había leído sobre ello, era un agujero de gusano
—Cálmese señora—dijo Axel confiado—sujetese de mí y no pasará nada
Después de un rato, todo volvió a ponerse blanco y se detuvieron, luego, empezaron a sentir de nuevo el suelo bajo sus pies, todo se disipó hasta ver una ciudad extraña, grandes edificios, suelos de asfalto, faroles eléctricos que iluminaban la noche,Telescopio conocía esos tipos de ciudades por películas y noticieros que veía en su celda. Sin embargo, jamás había visto ciudades así en persona
—¿Pasa algo mi amo?—preguntó Axel al ver el asombro de Telescopio
—Había visto sitios como estos en las películas que veía en mi celda—dijo el, mirando alrededor con asombro—pero, nunca en todos los eones que llevo viviendo he visto algo así en persona—mencionó el monstruo
—Estamos en Chicago, 1998—agregó el joven—deberíamos encontrar aquí a ese seguidor—dijo Axel, pero al mirar alrededor, se dió cuenta que habían perdido a Aquetzalli—¿Y la señora?—preguntó alarmado
—¿Qué?—preguntó Telescopio, y volteó alrededor, dándose cuenta que en efecto, la habían perdido de vista—Ay no, atúdame a encontrarla.
Dijo poniéndose su capucha, y junto a Axel, empezaron a buscarla de manera implacable, el problema y lo que les preocupaba no era el hecho de que era una bestia come hombres y podía desatar un caos; el problema era que era una mujer antigua en una sociedad moderna, no sabía como andar por ahí, no sabía como funcionaban las cosas, y sus ojos y oídos no estaban listos para ver u oír los ruidos y luces de la ciudad. Afortunadamente, la encontraron gracias a los gritos de la gente, una multitud la rodeaba, asustados, viendo más de cerca a esa criatura mitad humana, mitad pqntera de siete pies de altura, la cuál se estaba cubriendo los oídos por tanto ruido, y cegada por las luces de los faroles y los autos, ella retrocedió y pisó una botella de vidrio rota, haciendo que se lastimara la planta del pie, ella lanzó un rugido de dolor que asustó a las personas, y trató de sujetarse el pie herido, pero perdió el equilibrio y cayó a la carretera, lo último que vió fueron las luces cegadoras de un camión seguido del ruido infernal de este acercarse a su rostro, pero Telescopio logró quitarla del camino rápido. La gente los miró asustados, Axel miró a las personas y sus ojos brillaron de un rojo infernal, y de los labios del joven solo se escuchó
—No hay nada que ver aquí—
Apenas dijo eso, todos caminaron con la mirada perdida, andando como si nada hubiera pasado, Telescopio cargó a Aquetzalli que aún no se recuperaba del susto, suspiraba aterrada y se aferró a Telescopio, y llegaron a una banca de un parque cercano, Telescopio la sentó en una banca y ella solo dijo todo lo que había visto sin poder procesarlo bien
—¿Q-qué fue todo eso? ¿Qué es este lugar?—dijo con la voz temblorosa y casi quebrándose—esa ropa que usan es muy calurosa, esos aromas son repulsivos, sus ruidos casi me dejaron sorda ¿Y las luces que son? ¿Que son esas cosas que van por el camino negro? ¿Dónde están sus templos?—en verdad estaba traumada
—¡Aquetzalli!—la llamó Tlescopio, tomándola de la barbilla y haciéndola mirar a su ojo orgánico y ojo cibernético—Escucha, se que estás atemorizada ahora, pero tienes que calmarte
Aquetzalli empezó a tranquilizarse, nunca supo porque, pero, a pesar de la apariencia y personalidad de Telescopio, ella se sentía segura cerca de él
—¿Ahora que?—preguntó Desconfiado a Axel
—Bueno, ahí hay un restaurante de comida rápida abandonado, tal vez podamos pasar la noche ahí—dijo el muchacho señalando a un edificio de dos pisos y al menos 500 metros cuadrados de largo, con un título en el techo hecho con letras de neón apagadas que decía "Magic Food"
Telescopio y Aquetzalli lo siguieron, Telescopio no confiaba en nadie, ni siquiera confiaba al 100% en Aquetzalli. Al llegar al lugar, se metieron tras abrir la puerta de atrás, todo el lugar estaba sucio y abandonado, muebles tirados, lleno de moho y ratas. Había diferentes cuartos con diferentes salas de entretenimiento como videojuegos, castillos, selvas, superhéroes, etc.
—¿Que es esto Axel?—preguntó Telescopio muy confundido, un restaurante de comida rápida no era así
—Aquí pretendían ser Disneyland—dijo un poco abrumado el chico, como si recordara algo terrible
Aquetzalli, quién cogeaba por la jerida que poco a poco se iba curando, se espantó al ver a ana banca que estaba a su izquierda. Era una estatua de un payaso hecha de un material que no conocía; vinilo. Tenía la piel completamente blanca, ojos verde esmeralda, diamantes azules dibujados en sus ojos, un bombín amarillo con una banda roja, cabello rizado y morado, además de una chaqueta marrón oscuro, una camisa de botones con rayas azules delgadas y verticales, llevaba también una pajarita roja, guantes blancos, con un pantalón verde y calcetas blancas con rayas rojas y azules acompañando zapatos naranjas,muy grandes. Ella asustada se aferró a Telescopio
—¿Que es esa cosa?—dijo con la voz temblorosa
—Cálmese señora—dijo Axel—solo es una estatua de payaso
—¿Payaso? ¿Que es un payaso?—preguntó aterrada
—Es un hombre que se viste de esa manera pqra hacer reír a la gente—dijo Telescopio
—Honestamente no me hace reír—dijo la pantera
En eso, pisaron accidentalmente un hilo y una jaula les cayó encima, era una jaula hecha con barrotes de fierro muy fuertes. En eso, escucharon ruido como si unas piedras se quebraran, el payaso se movió, si, estaban seguros de que se movió, y empezó a levantarse de su banca, y a moverse coordinadamente como un humano, haciendo ruidos de piedras chocando entre sí con cada movimiento.