Los Súper Soldados

Axel cerró las compuertas de los contenedores de agua y bajó del techo de un salto, Frankie ya había reparado la nave, pero seguía en shock, acababa de ver como un mundo donde existió con un aspecto y nombre diferente era gobernado por un monstruo horripilante, y además presenciar como una mujer bestia hizo un ritual que hizo llover. Aquetzalli miraba al bosque dónde se había ido Telescopio, era primitiva, pero no tonta, y aunque estuvo ocupada haciendo su ritual, en realidad si se había dado cuenta de la ausencia de Telescopio.

—Hace Mucho que se fue—dijo ella con un tono de preocupación, el sol se asomaba en el horizonte

—No se preocupe—agregó Frankie Yankie— ya está grande, puede cuidarse solo

—Si, pero se metió a ese bosque estando manco—agregó Axel

Frankie lo pensó un momento, era verdad, se fue con un brazo faltante, y el no había construido uno nuevo, sin darles tiempo a pensar, un láser rojo salió disparado arriba llamando la atención de los tres

—Es el rayo que Telescopio dispara de su ojo—dijo Aquetzalli preocupada

—Ah, ahora dispara láser del ojo—dijo Frankie con sarcasmo

—Está en peligro—dijo Axel—rápido, busca un arma y vámonos

—Si capitán, general, jefe o lo que sea—dijo Frankie con dudas de como dirigirse a él

Entró al local rápido, tomó un letrero de alto que usaban en el estacionamiento y se fueron, guiados por Aquetzalli e iluminados por una bola de fuego en la mano de Axel, El Espectro y el payaso notaron como Aquetzalli captó el aroma de Telescooio, pero el aroma de algo más y eso la hizo gruñir enfurecida.

—¿Porque se enoja?—preguntó Axel

—Si mis conocimientos en biología no me fallan—dijo el payaso— las hembras de depredador pueden tener reacciones así por comida, invasión en su territorio o bien...

—Una hembra está con Telescopio—dijo Aquetzalli celosa interrumpiendo a Franki

— Eso también—dijo Frankie Yankie asustado de como reaccionó

—Vamos hay que buscarlo—dijo Axel

Se adentraron un poco, ahí estaba atado con cadenas de acero, no podía liberarse con solo un brazo

—Que bueno que llegan, sáquenme de aquí—dijo Telescopio

—¿Que tienes que decir en tu defensa monstruo traidor?—dijo Aquetzalli furiosa

—¿Perdón?—dijo Telescopio sin saber a que se refería

—Señora no es el momento—dijo Axel

—Sentí la esencia de una hembra, contigo, no me engañes así—dijo ella haciendo un puchero

—Hay no me dijeron que era así de celosa con su "amigo"—respondió el payaso algo burlón

—No lo entienden, ella es—dijo Telescopio pero algo derribó a Aquetzalli y no lo dejó terminar

Aquetzalli sintió como apretaban su cuello con fuerza, era una mujer-bestia como ella, tenía la cabeza de una leona dientes de sable, grandes colmillos como dagas saliendo de su labio superior, tenía ojos verdes como una esmeralda y el pelaje blanco como la nieve, tenía una melena alborotada sobre sus hombros, a diferencia de un león macho, la melena no se extendía debajo del cuello haciéndolo parecer una barba. Por otro lado, al igual que Aquetzalli poseía cuatro dedos en cada extremidad, sus pies también eran similares a los de un felino, con cuatro dedos gruesos y gordos en los pies y los talones levantados, además de que estaba desnuda, únicamente con una armadura que consistía en una pechera muy reveladora, una parte para cubrir la parte íntima, hombreras y muñequeras de plata

—Sarah—respondió Telescopio, pues la conocía de la base militar en la que estuvo cautivo, pero creyó jamás volverla a ver

—Hola Telescopio—dijo Sarah con una sonrisa pícara, mientras intentaba ahorcar a Aquetzalli

—¿Es amante tuya?—preguntó Frankie intentando calmar la situación, pero Aquetzalli lo miró con ira

—Estábamos en la misma base militar—dijo Sarah—admiro a los seres fuertes, como tú, todo lo que sobreviviste

—Un momento ¿Como sabes?—dijo Axel algo confundido

—Eso no importa, lo que importa es que yo, te voy a tener solo para mí—dijo la Dientes de sable

En eso Aquetzalli empujó a Sarah y la mandó a volar, quién se levantó furiosa

—¡¿Estás Loca?!—gritó Frankie asustado—Teórica, historica y biológicamente una pantera no puede ganarle a un dientes de sable

—Escúchame bien—gritó Aquetzalli a Sarah—tú no vas a acercarte a él

—¿Tú lo impedirás?—rió Sarah—No lo mereces cuando no pudiste ni enfrentar a tu hermano, el nunca preferiría a una puta como tú

—Te equivocas—respondió Aquetzalli mientras las dos caminaban en círculo a punto de pelear—, merece a alguien que lo comprenda y que lo ame en serio, el es mío

—No soy un objeto para que discutan por mí—Gritó Telescopio incómodo por la conversación

Ahí las felinas se lanzaron a pelear por el amor de Telescopio, aunque parecía que peleaban por algún objeto, Axel y Frankie aprovecharon para liberar a Telescopio

—Axel, dime que ya esta lista la nave—le preguntó Telescopio a Axel

—Sí—dijo el muchacho—y dígame Creeppyman, mi nombre de vivo ya no existe

En eso un grupo de zombis se levantó del piso, eran grotescos, con los ojos blancos, pieles amarillentas, a algunos les faltaba cabello y dientes, los rodearon e intentaron llevarse a Telescopio

—¡¿Ahora también hay zombis?!—dijo Frankie espantado

—Parece que mi benefactor me ayuda—dijo Sarah en voz alta

—¿Benefactor?—preguntó Axel atacando a zombis con su fuego—¿Hablas de Corpora Accipere?

—¿Quién?—preguntó Frankie golpeando a varios zombis con el letrero

—Un sirviente de Ratati—Gritó Axel

La situación era difícil, Axel y Frankie combatían contra los zombis queriendo salvar a Telescopio, Aquetzalli contra Sarah por el amor de Telescopio, y este último arrastrado por los zombis.

En eso, algo derribó a esos zombis, algo muy rápido, ahí había cuatro jóvenes de entre 20 y 25 años. El primero era un chico blanco de cabello negro y largo, el segundo era un chico afromericano con el cabello alborotado y largo, luego dos chicas, una con la piel blanca y cabello pelirrojo y la segunda una chica castaña siendo aparentemente la más joven del grupo, pero todos vestían un uniforme blanco y máscara de respiración.