Una Batalla a Muerte 2

A Héctor se le acababan las esperanzas, no era solo una batalla campal, era un duelo a muerte, ¿y que si eran inmortales? No había modo de ganar. Aprovechando estas distracciones, Héctor decidió huir, en la cruz cazadora a pesar de tener entrenamiento para pelear con monstruos, era solo un pasante sin experiencia, quien lo notó irse fue Mackenzie que le gritó para detenerlo

—¡Oye! ¡¿a donde vas?!—gritó confundida y con preocupación

—¡Me largo de Aqui! Luchamos en una causa perdida—gritó el

En eso un zombie le saltó encima y trató de morderlo, pero Lorenzo llegó y le partió la cabeza de una patada

—Cuidado niño, Telescopio te salvó para que no fueras la cena de un cocodrilo, no te vuelvas aperitivo de un zombi—dijo con una sonrisa confiada

En eso un grupo de zombis lo rodeo, y la sonrisa de Loremzo se hizo más ancha

—Por fin, una buena pelea—dijo emocionado como si fuera el mejor momento de su vida

Lorenzo se lanzó a las filas de Zombis y empezó a pelear con ellos, su fuerza era más que suficiente para reventarles la cabeza de un golpe, arrancarles la columna de una patada y partirlos a la mitad de un tirón, pero no estaba asustado ni asqueado a pesar de su cuerpo bañado en sangre, más bien parecía eufórico. Héctor solo se preguntaba mentalmente ¿quienes eran estos cuatro sujetos? Eran tan extraños

Tamara notó a Héctor preocupado y asustado, y buscó algún modo para ayudarlo, pero uno de los duendes con cabeza de cerdo la atacó y ella le dió una fuerte patada en la entrepierna. Tamara vió como el cayó y de su bolsillo salieron varios objetos, ahí estaba la solución, dulces, pues se le habían caído varios al cerdo que pateó, los tomó y corrió a donde Héctor, golpeando y pateando a más de esos cerdos y con cuidado para que no se le calleran los dulces que llevaba

—Toma—dijo con una sonrisa tranquilizadora debajo de su máscara—

Héctor seguía desesprado y confundido, ¿como ella podía estar tranquila en un momento así?

—Debes estar loca ¿Como puedes mamtenerte positiva en un momento así?—

—Siempre hay que mantenerse positivos, toma mi mano y levantate, ganaremos, lo sé—dijo tendiéndole la mano y esbozando una cálida sonrisa, una sonrisa que lo tranquilizó de algún modo, Héctor tomó su mano y ella lo ayudó a levantarse

En eso cinco monstruos horrendos los rodearon, uno era un murciélago gigantesco con colmillos alargados como cuchillos, otro era un monstruo grande y gordo, con pelo morado, una boca grande y cuernos de yak, el tercero era un enorme monstruo con cabeza de jabalí y cuerpo musculoso, un horrible cocodrilo con cabeza de hipopótamo y un monstruo con cuerpo de rinoceronte, cabeza de cocodrilo y alas de pterodáctilo. En eso Lorenzo aterrizó frente a ellos con un salto acrobático, los monstruos frente a ellos sintieron como Lorenzo al caer hizo temblar la tierra, de el emanaba un aura que los atemorizaba y tenía una sonrisa de oreja a oreja además de estar cubierto de sangre de Zombi.

—Me encanta este lugar, lleno de bestias dispuestas a combatir aún que parezca que tienen alas de perder—dijo riéndose, Tamara y Héctor estaban asustados. Sobre todo Tamara, cuando eran soldados a Lorenzo le encantaba en combate cuerpo a cuerpo, el experimento lo volvió loco, de hecho a los 5, de maneras diferentes

Los monstruos aún algo temerosos atacaron a Lorenzo, quien los dominaba con cinco combinaciones de artes marciales; Kempo chino, combate militar, kung fu, karate y taekwando.

El murciélago fue primero, pero Lorenzo saltó sobre el, aunque el murciélago rasgó y destruyó su ropa con sus garras y colmillos Lorenzo no se detuvó y rodeó su cuello con sus brazos para estrangularlo, mientras el murciélago caía Lorenzo lo miró a los ojos, y empezó a decirle cosas al oído, el murciélago lo azotó contra el suelo, lo empezó a rasguñar, morder y herir con sus alas, Lorenzo gritó de dolor y el murciélago le arrancó la cabeza de un morsidco y se lo comió. En eso algo atravesó el pecho del murciélago, era la mano de Lorenzo, y el Lorenzo que estaba frente a él desapareció, fue solo una ilusión, el murciélago en realidad había atacado a uno de los duendes con cabeza de cerdo. Lorenzo levantó la pierna por encima de la cabeza del oponente y la dejó caer con fuerza partiéndole la cabeza al murciélago. El monstruo grande y gordo lo embistió y arrojó contra el muro, pero se detuvo y quedó ahí clavando sus dedos en la pared, lo que sorprendió a los demás, se supone que era de metal inoxidable y clavó sus dedos en ella. Lorenzo saltó desde arriba y cayó derribando al monstruo y empezó a golpearle multiples veces, aunque para casi todos era imprescindible, para Tamara, Kyle y Mackenzie era visible ver como Loremzo desataba una ráfaga de puñetazos al monstruo, luego dió un pisotón al estómago del mismo haciéndolo escupir sus entrañas, luego el chico afromericano dió un golpe específico donde había un espacio pequeño entre la espalda del monstruo y el piso rompiéndolo en dos. El jabalí se lanzó hacia Lorenzo quien lo miró con esa sobrisa sádica, Lorenzo se lanzó a el con una patada voladora rompiéndole un colmillo, luego dió una patada giratoria rompiéndole el otro, después dió un puñetazo hacia arriba haciendo que sus nudillos rozaran el pecho del jabalí cortándolo, luego saltó sobre el agarrándose de el con manos y pies y empujó su peso hacia atrás derribando al jabalí y después le pellizcó la mejilla para tirar de ella con tal fuerza que le arrancó la piel de la cara. El Hipopótamo con cuerpo de cocodrilo atacó, pero Lorenzo esquivó el ataque, tomó al monstruo del cuello y apretó sus dedos atravesando el cuello del monstruo y seguido arrancando la yugular de la criatura. El monstruo con cuerpo de rinoceronte, cabeza de cocodrilo y alas de pterodáctilo lo atacó desde el aire y el esquivó el ataque luego saltó y pegó su palma en la espalda de la criatura y luego presionó con fuerza rompiéndole la columna, mientras caían le dió un fuerte golpe azotando su brazo como un látigo y finalmente dió un puñetazo que atravesó su corazón, aunque Lorenzo cayó y se lastimó, sus heridas sanaron de manera sobrenatural y corrió a buscar enemigos.