Monstruos Y Sombras, El Rey Elfo

Balder

El médico apuntaba todo lo que les había dicho, yo lo observaba.

_Háblame de Balder.

Yo lo miré sorprendido.

_¿Qué quiere que Le cuente de él?
_Pues cómo era, qué les gustaba, cómo se llevaba contigo...

Yo había dejado de escuchar.
Balder me acompañó hasta la que sería mi habitación.

_Bueno, bienvenido. Aquella será tu cama_dijo señalando la que había bajo la ventana.

Me acerqué hasta ella y me senté. Balder me observaba desde el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho.

_¿Te apetece ver el palacio?

Yo lo miré y le sonreí.

_Sí, me encantaría _dije dejando mis cosas sobre la cama y yendo hacia él.

Balder me guió por los pasillos del palacio.

_Como es tarde, sólo veremos el palacio por dentro, mañana por fuera, además, tendremos que asignar temas maestros.
_¿Qué? ¿Para qué?
_Pues mira, uno para que te enseñe el idioma, que probablemente sea Sven, otro para enseñarte a recorrer la zona... Y mucho más.
_Ah, pues vaya. 
_Balder se rió.

Entramos a varias habitaciones., dentro de algunas había incluso gente.

_Está es la habitación de Shadow, nuestro hombre dragón, con Shadow incluido _dijo señalando a un hombre con el pelo rojo y enormes alas de murciélago en su espalda que nos miraba sorprendido. Balder cerró la puerta _. Ahora vamos a por la de Mylor.

La ronda duró hasta que tuvimos que irnos a cenar. Balder me condujo a una gran sala en el centro de la cual había una enorme mesa. Alrededor de ella había sentadas todo tipo de criaturas, desde elfos del bosque a elfos oscuros, pasando por enanos y un hombre-dragón como lo había llamado Balder. 
Todos se sentaron salvo yo, provocando así la curiosidad de todos.

_Siéntate _dijo Ivar con una sonrisa mientras señalaba el asiento que me correspondía. 
_No sé si debería comer con vosotros_dije cabizbajo. 
_¿Pero qué tontería es esa? _exclamó Balder. 
_Pues claro que debes comer con nosotros _dijo Tarwe. 
_Pero tengo la... 
_Mira, y mira_exclamó un enano de espesa barba oscura_, ya te estás sentando para cenar con nosotros, no me hagas ir a por ti. 
_Gardar , nos tienes que contar tu historia_dijo un elfo pelirrojo.

Yo accedí. Me senté entre Balder y otro elfo oscuro altísimo, con dibujos celestes en su piel.

_Vale, estos serán tus compañeros, te los presento _, dijo Ivar _, bueno ya conoces a Balder, el elfo que está a tu lado es Mylor, a su lado están los hermanos drow Drizzt y Frey. Junto a ellos mi padre, Ansgar y nuestro amigo enano Enar, con sus dos sobrinos Ralft y Freky _, ellos me saludaron _, a su vez, éste último es el marido de mi hermana Sigrid, la elfa pelirroja _, ambos nos saludamos con la mano_, luego tenemos a Soriel, Faraday y Shadow. Este es Sven_dijo señalando al elfo sentado junto a él _, y estos son Orion, Hamlet y Rinalda, los dos primeros hijos de Tarwe y míos y Rina de Sigrid y Freky. 
_¿Te has quedado con todo? _ me preguntó al que habían nombrado como Soriel. 
_Sí, eso creo.

Balder me sonrió.

_No te preocupes, ya nos irás conociendo poco a poco _ dijo. 
_¿Y tú, de donde vienes? _preguntó Frey. 
_¡Es verdad! Aún tienes que contarnos tu historia _dijo Balder.

Yo me encogí  de hombros.

_La verdad es que no hay mucho que contar, lo único que puedo decir es que vengo de Harar, que mi familia me expulsó por tener la lepra y que he estado una temporada en el Valle de las Hadas, el resto de mi historia aún está vacía. 
_Tú tranquilo, verás cómo aquí la llenas_dijo Enar.

Yo sonreí.

_Eso espero.

Tras la cena, la cual he de describir como una velada agradable y divertida, acompañé a Balder a la habitación que compartíamos. Me senté sobre la cama.

_Ten, las noches son frías _dijo Balder dándome unas mantas. 
_Gracias.

Me asomé por la ventana y vi el gran bosque extendiéndose hasta la ladera de una gran montaña cuya cumbre no podía verse por culpa de la niebla.

_Tengo ganas de ver el bosque. 
_Mañana iremos, pero pensaba que lo habíais atravesado. 
_Sí, pero íbamos tan rápido que no he tenido tiempo de ver nada. Parecía que quisieran dejar el bosque atrás cuanto antes.

Balder se acercó a mí.

_Tal vez fuera así. Este bosque no es lo que parece. 
_¿Qué quieres decir? 
_No somos los únicos seres que lo habitamos, ni tampoco los más peligrosos.

Me quedé mirando el bosque durante un breve periodo de tiempo.

_¿Qué hay más allá de las puertas de este palacio? 
_Todo tipo de monstruos, por ello debes entrenarte duro si quieres sobrevivir.

Al día siguiente nos levantamos temprano. Un pequeño grupo avanzábamos hacia el bosque, todos bien armados. Balder era el encargado de vigilar, e iba saltando de rama en rama sobre nuestras cabezas con una agilidad envidiable, corría por las ramas más altas y retorcidas como si del suelo se tratase. 
Yo lo miraba todo asombrado. Prestaba atención a los sonidos de la naturaleza, podía oír el viento pasando entre las hojas amarillentas y rojizas de los árboles produciendo un sonido tan agradable como el de la música, además, hacía un buen día, el sol brillaba en lo alto y no había señales de que fuera a cambiar, pero hacía frío, y entre la humedad de los árboles más todavía. 
De repente el grupo se detuvo. Vi cómo Balder saltaba desde una de las ramas y aterrizaba de pie sobre el suelo con la elegancia de un gato, sin trastabillar  ni un poco.

_No podemos adentrarnos más, éste es el límite para un grupo tan reducido _anunció_, es más, ya va siendo hora de regresar. 
_Sí, tienes razón_respondió Enar, que venía con nosotros.



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En el texto hay: elfos, demonios, dragones

Editado: 11.10.2020

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