Monstruos Y Sombras, El Rey Elfo

Tiempos De Guerra

_Cuéntame esa guerra tuya_ dijo el médico mientras sacaba punta a uno de sus miles de lápices.

_No nos sorprendimos el día que oímos el sonido del cuerno. Unos exploradores ya nos habían avisado dos semanas antes. Por suerte Ivar se encontraba un poco mejor y pudo organizar y preparar al ejército para la guerra. Recuerdo que aquella mañana me despertó una fuerte explosión. Todavía puedo sentir la confusión inicial, y el alivio que sentí al ver a Balder entrar en la habitación.

_Rápido_ dijo Balder_, Ivar nos ha ordenado que nos reunamos en las mazmorras, allí será más difícil que nos pueda alcanzar un proyectil.

Seguí al elfo sin perder un instante. No recordaba haber visto jamás los pasillos tan oscuros, tal vez fuera el miedo el que los hacía tan angostos. Seguía a Balder con paso ligero, casi corriendo mientras el suelo y las paredes temblaban a nuestro alrededor a causa de los impactos.

Llegamos al pasillo subterráneo y caminamos hacia la puerta del final, ahora abierta.
Dentro los soldados cogían sus armas y los capitanes de los distintos falanges los organizaban. Ivar estaba junto a Tarwe, que preparaba un dragón. Me acerqué a ellos.

_Ten mucho cuidado _ le dijo Ivar.

Vi como rodeaba el cuello de Ivar con los brazos y le dio un beso en los labios.

_No te preocupes_ dijo subiéndose al dragón. 
_Ya, si sé que no quieres que me preocupe pero... Me resulta complicado.

Ella le sonrió desde lo alto del gran dragón rojo.

_Estaré bien.

Ivar asintió con la cabeza y se retiró. Yo me quedé observándola un momento antes de hablarle.

_¿Cuál es mi grupo?_ pregunté.

Ella me miró con sorpresa por la pregunta.

_No teníamos pensada tu participación, Gardar.

Yo la miré.

_Quiero participar.

Entonces Balder se acercó.

_Y lo harás, pero no te aconsejo que sea en esta batalla, estamos ante un ejército ghenda, no es para tomárselo a broma.

_En ningún momento he bromeado .

Ellos me miraron.

_Pregúntale a Ivar, pero no creo que te lo permita_ dijo Balder.

No perdí ni un instante. Me acerqué al lugar donde Ivar organizaba a otro de los falanges. Se volvió y me miró.

_¿Qué ocurre Gardar?

_Quiero participar yo también_. Ivar se quedó mirándome en silencio_. Estoy capacitado para esto.

_No dudo de tu capacidad pero..._ lo miré suplicante_, está bien, supongo que puedes ir en el falange de Sven, ellos se encargarán de controlar la frontera sur, normalmente es la más tranquila.

Yo le sonreí.

_Gracias Ivar.

_Entonces... A pesar de tu enfermedad, ¿me vas a decir que participaste?_ Preguntó el doctor.

_Fue mi elección, y no me arrepentí en ningún momento.

Volví a retroceder hasta el momento previo a la batalla, en el cual me presenté ante Sven para informarle del cambio.

El falange estaba compuesto por los guerreros más jóvenes e inexpertos, entre ellos Drizzt y Frey. Era conocido el gran potencial de los hermanos drow, pero también eran conocidos por alguna que otra metedura de pata a la hora de analizar las situaciones.

La batalla comenzó alrededor del medio día, cuando el frente oeste estuvo ocupado por los soldados de Balder y éste ordenó los primeros disparos. Al momento una lluvia de flechas comenzó a caer sobre el ejército ghenda. La respuesta por su parte no tardó en llegar, un proyectil en llamas lanzado desde una de las catapultas atravesó el cielo y fue a estrellarse en una de las paredes del palacio. Una segunda descarga cayó sobre los elfos oscuros, quienes no dudaron en responder de nuevo.

El avance armamentístico de los ghendas nos superaba, sin duda esa era una de las ventajas de esta raza, eran los más avanzados.

_Tenemos un serio problema_ dijo Sven.

Nosotros lo miramos.

_¿Cuál?_ preguntó Drizzt, aunque creo que ya se figuraba la respuesta.

_No podemos luchar contra ese armamento, si siguen con esos ataques no tardarán en estancarnos y podrán tomar el palacio sin problemas.

_¿Y qué hacemos?

_Nosotros esperar las órdenes, Ivar, debería ir pensando en un ataque en campo abierto.

Nosotros lo miramos como si estuviera loco.

_Eso es una locura, el ejército no daría ni dos pasos antes de ser derribado_ dijo Frey.

_Es la única manera, hay que asumir el riesgo.

El sonido de un cuerno anunció la retirada. Salimos de nuestro escondite y nos dirigimos de nuevo a las mazmorras, allí Balder estaba reunido con Ivar. Nos acercamos a ellos para informarles de nuestro punto de vista, pero Balder se había adelantado.

_No tenemos nada que hacer frente a esa maquinaria, es esencial un ataque en campo abierto.

Ivar asintió.

_Creo que va a ser nuestra única esperanza. ¿Cuáles son las bajas?

_Solo de mi grupo más de trescientos, sin contar a los heridos.

Ante la gravedad de la situación, Ivar acabó por dar la razón al general y dar la orden.

Me acerqué a Balder, que estaba sentado en un lugar apartado tratando de detener la hemorragia de una herida que le recorría la cara desde la frente.

_Tiene mala pinta_ dije.

Balder me miró y me sonrió.

_No, esta tiene mala pinta_ dijo apartando los jirones que quedaban de su manga y dejando al descubierto una profunda herida_. Si tengo que preocuparme por alguna, me preocupo por esta_ dijo con una amplia sonrisa.

_¿Vas a continuar luchando?

_Mientras pueda, sin duda. Mi falange me necesita. Me temo que tendrán que matarme para que deje de luchar.

_No sé si es valiente o estúpido lo que acabas de decir_ dije con una sonrisa.



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En el texto hay: elfos, demonios, dragones

Editado: 11.10.2020

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