Monstruos Y Sombras, El Rey Elfo

Te Estamos Esperando

Ivar estudiaba a Anharel con la mirada. Balder y yo estudiábamos cada uno de los gestos del elfo. Nos miró a nosotros.

_¿Dices que lo tenían como prisionero en Haraball? _me preguntó. 
_Así es. 
_¿Por qué? ¿Qué delito cometió? 
_Ninguno mi señor, nacer siendo una raza extraña en estos tiempos _ dijo Anharel por primera vez desde que llegó.

Ivar lo miró de nuevo con curiosidad. Balder se acercó a él.

_Deja que se quede, por favor _ se acercó más al elfo_, él podrá ayudarnos con lo que ocurre en el palacio.

Ivar se separó de él como si lo hubiera amenazado, con la mirada desorbitada.

_No, no creo que pueda.

_Que sí, lo recomendó Varg.

Ivar miró a Anharel.

_No, que se quede si quiere, pero que no se meta en ese tema.

Miré  a Anharel, que tenía la mirada fija en una de las ventanas de la planta superior.

_¿Qué pasa?_ le pregunté.

_Nos está mirando_ dijo señalando hacia el cristal.

_¿Quién?

_Aquel hombre.

 Ivar se volvió a nosotros al oír aquello. Dirigió una mirada hacia la ventana y su piel pareció palidecer.

_Yo no veo nada_ dije.

_Ni yo, pero hay algunas razas que sí pueden ver ese tipo de cosas_ dijo Balder.

Vi cómo Ivar entraba en el palacio corriendo. Nosotros tres lo seguimos. Subió hasta la planta superior y se paró frente al espejo, el cual empezó a examinar.

_¿Quién quitó la manta?

Balder se encogió de hombros.

_Tal vez se cayera ella sola.

Ivar se alejó del espejo.

_Es muy importante que este espejo se mantenga oculto.

_Ha habido algo aquí_ dijo de repente Anharel. Nosotros nos volvimos y lo miramos_. Es más, sigue aquí, está muy cerca de nosotros.

_¿Puedes sentirlo?_ le preguntó Balder.

Anharel asintió.

_Produce una energía muy negativa, está... Enfadado, mucho.

Ivar lo miraba con una expresión de terror en sus ojos, en parte deseando su silencio.

Anharel avanzó por el pasillo, nosotros lo seguimos. Llegamos hasta el final y apoyó la mano en una puerta.

_He perdido el rastro_ dijo.

No pude evitar sentir alivio. Quería expulsar a esa cosa de aquí, desde luego que quería, pero estaba aterrorizado, verdaderamente no sabía a lo que nos enfrentábamos, realmente, ninguno salvo Ivar lo sabíamos.

_¿Puedo revisar las otras plantas?_ preguntó Anharel a Ivar.

El gesto de este no fue precisamente de aprobación, pero Balder se encargó de hacerle cambiar de idea.

Guiamos a Anharel a lo largo de los pasillos, recorrimos las mazmorras y los establos, la sala principal, la del trono... Por fin llegamos a la planta en la que estaba mi habitación.

_Aquí sí se siente, de hecho, con bastante fuerza.

Seguimos avanzando por el pasillo, Anharel lo sentía cada vez con más fuerza. Finalmente se detuvo delante de la puerta de la habitación de Balder y mía.

_Anharel, no fastidies_ dijo Balder.

_Aquí_ dijo abriendo la puerta.

Entró e inspeccionó cada rincón de la habitación.

_Este es el sitio en el que más negatividad he sentido, ¿ocurrió algo aquí?_ le preguntó a Ivar.

_¿Como qué?

_No sé, algo.

_No.

_¿Murió alguien aquí?

_No.

_¿De quien era antes de pertenecer a Balder y a Gardar?

_A nadie, no ha sido de nadie, siempre ha sido la habitación reservada para los invitados_ respondió ya con cierto fastidio, cosa que Anharel pareció notar pues, dejó de hacerle preguntas acerca de la habitación.

El médico apuntó todo lo que le dije.

_No parece muy aficionado a decir la verdad.

_No es eso, póngase en su lugar, Ivar era el rey del Bosque de las Sombras. ¿Qué imagen quedaría de él si se supiera lo que hizo?¿Qué imagen tendrían su mujer, sus hijos y sus amigos? Yo lo comprendí.

_Pero era necesario que le dijera la verdad a Anharel para que pudiera ayudaros.

_Sí, y lo hizo.

Aquella noche, cuando recorría el pasillo que llevaba hasta mi habitación, encontré a Ivar sentado en una silla solo en el pasillo. Parecía triste, preocupado tal vez, así que me acerqué a él.

_¿Qué te ocurre?_ le pregunté.

Él me miró sobresaltado.

_Ah, eres tú_ dijo con alivio_. ¿Qué quieres?

_Nada, te veía preocupado y quería saber lo que te pasaba.

Ivar me sonrió.

_Entonces sí querías algo.

Nos quedamos unos segundos en silencio.

_Ivar, sé que estás ocultando algo que está relacionado con lo que ocurrió en esa habitación_, él respiró hondo demostrando que no le interesaba ese tema, pero yo insistí_, ya, sé que no quieres hablar de eso, pero he traído a Anharel para que nos ayude a expulsar a esa cosa, ¿no quieres librarte de eso?

_Sí, claro que quiero.

_Pues entonces Anharel necesita saber la verdad, lo que ocurrió en esa habitación.

Ivar me miró.

_¿Me prometes que se irá?

_Te lo prometo.

Él asintió.

_Esa era la habitación de mi abuelo. Murió una noche mientras dormía.

_¿Sabes qué le pudo pasar?

Ivar negó con la cabeza.

_No, el médico no supo decir qué le había pasado.

"¿Acaso dejasteis algo que se pudiera estudiar?" me pregunté en mis pensamientos. Bueno, no fue la confesión que quería escuchar, pero al menos había conseguido algo. Era cierto eso de que los elfos eran difíciles de hacer confesar.

_Bien, le daré la información a Anharel, tal vez pueda servirle de algo_ dije retirándome.

_Gardar_ oí de repente. Me volví de nuevo a Ivar_, que no salga de nosotros tres.



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En el texto hay: elfos, demonios, dragones

Editado: 11.10.2020

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