Capítulo dos.
17 de enero, 2014.
Cansancio, estrés, fatiga y ansiedad.
Dos días llevábamos en este hospital y ya sentía que mi cuerpo iba a morir. Nos han tenido despierto desde ayer en la noche, una de las encargadas – Emma Viera– nos informo que hubo una explosión en una fábrica, al ser el hospital más cercano a las instalaciones, iban a trasladar a todos los afectados hacia acá.
Lo cual hacia que este lugar fuera todo un caos, veías doctores correr de aquí para allá, enfermeros entrando en crisis y a los de recepción volviéndose locos con las llamadas.
Luego estábamos los residentes. Nosotros seguramente nos veiamos como los sirvientes de los doctores, solo nos encargan pedidos.
¡No nos llevaban a la acción!
— creo que no siento mis piernas — anuncia Cheryl, una de mis compañeras, mientras juega con un guante — he hecho como diez viajes a la cafetería en busca de café, creo que merezco uno de esos cafés.
Ella también me caía bien, no habla tanto, pero era buena persona. Su llamativo cabello rojo llamaba mucho la atención, pero sin duda sus labios son lo más atrayente de ella (físicamente) porque en cuento a la personalidad, nadie le puede refutar que es una persona muy divertida.
— un niño me vómito por decirle que esperara.
Stanley quedó traumado con aquella acción.
El niño solo lloraba y lloraba mientras que veían como se llamaban a su padre, no lo culpo. El solo tenía unos ocho años y sin duda nadie lo había preparado para estar solo en una sala con desconocidos mientras espera que alguien le diga dónde está su papi.
Por eso le dije a Stan que fuera a hablar con el, los niños lo adoran. O al menos la mayoría.
— superalo Stan — sisea Kelly — por lo menos a ti un depravado no te toco una teta.
Caleb ríe haciéndome reír a mi, al menos uno de nosotros no luce como un completo zombie.
— vamos a la cafetería, niños — el nos ve burlándose de nosotros, Kelly y Jade le sacan el dedo medio mientras de levantan de sus asientos — ¿Vienes zombie?
Ruedo los ojos antes de golpearlo en su costilla, veo como hace una mueca de dolor pero no más que eso.
— voy a quedarme a ver si consigo dormir unos minutos — bostezo y le sonrió — ¿Me puedes traer galletas?
— ¿Avena y chocolate?
— me conoces tan bien — suelto un suspiro exagerado.
— ¿Por qué tú nos me preguntas si quiero ir contigo?
Stanley y yo vemos cómo Jade mira mal a Caleb. Kelly solo finge que todo está bien y Cheryl retoca su labial absorta de todo esto.
— ¿Porque ya te paraste? — pregunta obvio — Stan voy a ver si consigo algo para tus alergias, amigo, eres una bomba a punto de estallar.
— gracias — Stanley sonríe feliz.
— no era un halago, cariño — digo haciendo una mueca.
— no puedo creer que no mantengan aquí por más de veinticuatro horas sin hacer nada más que buscar cafés. — Cheryl frunce sus labios y soy conciente de la mirada que tiene Stan sobre ella. — se supone que nos deberían estar enseñando con la prática, yo no vine aquí a hacer camarera.
Vemos cómo cuatro doctores, de lo scuales solo reconozco a dos. Uno es el que vimos el primer día, el que interrumpió a Chelsea en su discurso y la otra es Bárbara. Los otros dos no sé quiénes son, pero lo que si se es que vienen directo a nosotros.
— necesito que uno de ustedes venga conmigo a urgencias — uno de los doctores (que desconozco) el alto de cabello café y ojos grises, era físicamente parecido a él que si conozco, pero tenían unas cuentas diferencia. — tu, bonita, vamos ahora.
El señala a Cheryl quien sonriendo entusiasmada va tras el mientras caminaba hacia el ala de urgencias, al fin tendrá su momento de acción.
Stan y yo nos quedamos viendo a los doctores mientras esperamos sus indicaciones.
— estornudo vete con John, ojitos viene con Elton y conmigo — declara Bárbara viéndonos.
Stanley se va tras el doctor John y yo me quedo con los otros dos.
— en la explosión un tubo de aluminio golpeó el cráneo del paciente — me muestra una carpeta con todos los datos personales del señor — está presentando hemorragia y posible fractura. ¿Qué crees tú que deberíamos hacer?
La miró nerviosa ¿Estaba dejando esto en manos de una residente?
No es por menospreciar mi capacidad, pero ellos son los expertos. Yo solo estoy tres días aquí ¡Tres días!, ellos seguro llevan aquí años.
— primero debemos detener la hemorragia y frenar la sangre, luego tenemos que ver si en realidad hay fractura o no. Posiblemente la haya por lo tanto tendríamos que retirar el hueso y empezar a trabajar sobre la marcha porque no hay mucho tiempo. Además de que el va a terminar con un traumatismo cerebral.
Paro de hablar al ver como ellos solo asentían ante mis palabras. No entiendo que estaba pasando ¿No se supone que ellos deberían estar en quirófano atendiendo al sujeto?