Monte Cristo: El Carnaval Continúa

7:00pm

Eran las 7:10pm.

Natalia entró corriendo a casa. Su abuelo, que estaba en la sala, sentando junto a una mesa frente a la ventana, se sobre saltó, haciendo rebotar las cosas que estaban encima de la mesa.

—¿Por qué tan entusiasmada? —preguntó Don Teodoro.

—Iré al carnaval —dijo de forma acelerada—. ¿Puedes arreglar esto? —preguntó mientras le entregaba los lentes. La chica subió rápidamente por las escaleras.

— Oye ¿y el encargo? —preguntó un poco confundido.

— Te cuento después —gritó desde arriba.

Don Teodoro suspiró. La abuela, que desde la cocina seguía tejiendo, esbozó una sonrisa.

Natalia se bañó rápidamente. Cuando terminó, se puso unos jeans azules y una sudadera morada.

Al bajar a la sala, su abuelo le extendió el brazo sosteniendo los lentes con las yemas de los dedos.

—Cuídate por allá —dijo Don Teodoro con voz profunda.

—Sí ¿me puedes dar la hora?

—Son las 7:30pm —respondió Don Teodoro.

—Gracias —dijo ella mientras se dirigía hacia la cocina. Al entrar, se acercó a su abuela y le dio un beso en la mejilla.

—Vengo más tarde —exclamó Natalia.

—Con mucho cuidado —dijo Doña Emilia.

Natalia salió rápidamente de la cocina, se dirigió a su abuelo, a quien le dio un beso en la mejilla y luego salió de la casa.

 

8:00pm

El parque estaba lleno de gente, había grandes filas de espera en los juegos mecánicos y en los puestos cubiertos con lonas gruesas donde vendían frituras, bebidas y peluches.

Natalia, quien se movía entre la gente con dificultad, buscaba al joven que había conocido en la tarde, pero no tuvo mucho éxito.

La gente no paraba de hablar. Algunos reían, en otros lugares, se escuchaban anécdotas que eran poco entendibles entre el bullicio.

Por los juegos mecánicos, cada que daban una vuelta, los niños se despedían de sus padres y estos les respondían alegremente con un ademan.

Lo que le hizo un poco de gracia a Natalia fue una chica que parecía de unos 25 años dando vueltas en los caballitos.

Al caminar por un puesto de bebidas, algo llamó la atención de Natalia. La anciana que la había perseguido en dos ocasiones salió detrás del puesto de bebidas ocultando debajo de su ropa una botella color morada.

Natalia dio unos pasos hacia el frente con la intención de acercarse a la anciana, pero un grupo de gente pasó de pronto. Al quedar el camino libre, la anciana ya no estaba.

Natalia sintió un escalofrió.

Pasaron unos minutos, cuando la música que se escuchaba en el quiosco dejó de sonar.

—Señoras y señores —exclamó el presidente municipal—. Disculpen si interrumpo su momento, pero me complace decir que, como presidente municipal, es momento de que inaugure oficialmente este bello carnaval de otoño —dijo con tono alegre.

Natalia se quedó parada un momento cerca del quiosco.

—Como sabrán —continúo diciendo—. El motivo de este carnaval no es sólo celebrar el otoño, claro que no, sino también para celebrar la recuperación completa de nuestro pueblo y todo gracias al apoyo de todos y cada uno de ustedes. —la gente empezó a aplaudir con alegría—. Así que, sin más que decir, declaro oficialmente inaugurado el festival de otoño —la gente aplaudió con más fuerza.

Natalia volteó hacia su izquierda, a unos metros de ella estaba el joven al que le había quitado los lentes. Dibujó una sonrisa en su rostro y caminó hacia él.

El joven volteó a ver hacia su derecha y vio que Natalia se acercaba.

—Pensé que no llegarías — dijo Natalia

—Solo me retrase un poco —exclamó el joven mientras reía.

—Oh, por cierto, ten —dijo mientras le entregaba los lentes.

El joven cambió los lentes por su hot dog a Natalia y los observó, habían sido reparados.

—Muchas gracias —exclamó.

—De nada —dijo Natalia mientras le daba una mordida al hot dog.

Un silbato rompió finalmente con los aplausos. La gente quedó en silencio, el presidente municipal volteó lentamente hacia el puente que se encontraba detrás del quiosco, a lo lejos se podían ver unas luces acercarse hacia el pueblo. El silbato empezó a sonar con más fuerza y la gente empezaba a impacientarse. Momentos después se podía ver que era un camión el que se acercaba, un camión de gasolina.



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En el texto hay: secuela, misterio del pasado, secretos

Editado: 03.07.2018

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