Natalia se arrastraba con dificultad por el estrecho túnel que olía a humedad, iluminando su trayecto con la linterna de su arma.
Tenía una nueva oportunidad, sabía que pronto se volvería a encontrar con la señora Andrea y tendrían que ajustar cuentas.
Además de eso, tenía que buscar a alguien; ese alguien sabía lo que había pasado con sus padres y tenía la corazonada de que ese alguien se encontraba rondando por el pueblo.
Pasaron quince minutos cuando, a lo lejos, un sonido de agua corriendo empezó a escucharse.
Natalia se arrastró con más fuerza y mientras avanzaba, más se podía escuchar el sonido del agua.
Estaba a unos centímetros de la salida del túnel cuando decidió apagar la luz de la linterna.
A los pocos minutos llegó al final del túnel.
Dejó caer levemente su cabeza sobre el frio metal. En su mente estaba abatida, físicamente estaba exhausta y su respiración estaba descontrolada.
Tuvo que pasar algunos minutos antes de que ella volviera en sí.
—Debo…salir de aquí —exclamó con cansancio.
Sacó su cabeza del túnel…
Y alguien le apuntó con una escopeta….
Editado: 03.07.2018