Monte Cristo: El Inicio Del Carnaval

PRIMERA DECISIÓN DE LA NOCHE: LA JUGADA DE ZOÉ

—Ahora debes decidir —dijo el policía.

—¿Y si no quiero? —preguntó Zoé en tono desafiante.

—Entonces tomare la decisión por ti.

Acto seguido el policía levantó la mano sobre uno de los botones.

—¡ALTO! —gritó Zoé.

El policía esbozó una sonrisa triunfal.

—Ya que insistes —dijo retirando la mano—. Esto es lo que harás —exclamó de repente.

Presionaras cualquiera de los dos botones, ojo, al presionar un botón, se abrirá la puerta que está apuntando la flecha de dicho botón, sellando a la puerta del otro lado.

Si tu puerta es la correcta, saldrás de aquí, sin ningún problema, navegaras en tu lancha y harás lo que se te dé en gana.

Pero si fallas, las puertas que están bloqueadas se abrirán, las que están desbloqueadas se sellarán, terminaras liberando a los lunáticos y bueno, dejare que descubras por ti misma que pasa después.

Pero obvio, no sabrás si tu decisión fue correcta hasta que estés corriendo por esos pasillos

—¿Y que pasara contigo? —volvió a preguntar desafiante.

—¿Conmigo? —lanzó una carcajada—. Pase lo que pase, presionaré este botón de inicio —dijo mientras colocaba un dedo sobre un botón rojo de la grabadora.

—¿Cómo sé que no es una trampa? ¿Qué ese no es el botón que me matara?

—Porque yo ya hice mi jugada querida, así que, te toca mover a ti.

Zoé observó ambas puertas. No tenían ninguna diferencia, empezaban a sudarle las manos.

<<El plano>> pensó.

El policía no le quitaba la mirada de encima.

Empezó a abrir el plano.

Al extenderlo completamente, las manos le temblaron con más fuerza. Se dio cuenta que el lugar donde se hallaba no existía, debía ser una salía directa, pero no lo era, los pasillos podrían llevar a cualquier lugar debido al cambio, definitivamente ya no era lo mismo.

—Te dije que había hecho mi jugada, ahora elije.

Zoé dejó caer el plano, se aproximó con cautela al panel, estaba indecisa, en su cabeza tenía las palabras de ese sujeto.

<<Todas tus acciones te han llevado a una muerte segura, esto no es muy diferente>>

Izquierda o derecha, no se podía decidir, los dientes le empezaron a temblar.

En su cabeza, se dibujó aquel momento en que estaban pasando por la parte trasera del hospital, la puerta estaba…

Zoé presionó el botón derecho.

Se produjo un sonido de metales rozando entre sí.

—Puedes entrar —dijo el policía con voz calmada.

Zoé caminó dos pasos de espaldas, se dio media vuelta y entró por la puerta.

El policía presionó el botón rojo del reproductor, momentos después empezó a sonar una canción llamada “Ain't No Mountain” de Marvin Gaye y Tammi Terrell.

Empezó a bailar.

Zoé corría por el largo pasillo y en los altavoces empezó a sonar la canción.

El policía comenzó a chasquear los dedos al son de la música.

Las criaturas empezaban a salir por las puertas de acero desbloqueadas.

Zoé estaba desesperada, empezaba a tantear las paredes.

—Abigail… perdón —dijo sollozando.

Las criaturas llegaron a donde estaba Ricardo, el cual estaba sentado un charco de sangre, había muerto.

Minutos después entraron en la habitación donde estaba bailando el policía.

—Se fue por allá —dijo señalando la puerta por la que había entrado Zoé. Las criaturas lanzaron un grito aterrador y empezaron a correr hacia la puerta—. ¡Corre nena! —gritó el policía.

Zoé corría por un largo pasillo en el que la oscuridad tomaba posesión del lugar por momentos.

La criatura que Ricardo había golpeado se levantó lentamente, tapándose la herida con la mano derecha. Al estar de pie, caminó hacia la conserjería.

El pasillo se empezó a llenar de puertas barrotes, las cuales Zoé empujaba con desesperación.




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