Salgo de la ducha sobresaltándome por los golpes en la puerta. Mientras me ducho no suelo nunca escuchar lo que pasa fuera y por eso ahora me asusto por algo tan absurdo.
- Eda.- mi hermano.
- ¿Qué pasa?
- Me hago pis, date prisa.
- Hay más baños Einar.- le grito de vuelta.
- Date prisa Andrómeda, no me jodas por favor.- me cambio rápido y ya me secaré el pelo en mi cuarto.
Salgo del baño y mi hermano entra corriendo, odio cuando hace eso, al menos podría darme las gracias por salir antes de tiempo del baño, que no tendría porque haberlo hecho.
Los padres se han ido para cenar los cuatro juntos, y si, han dejado a seis adolescentes juntos en una mansión. Mis padres confían demasiado en nosotros, pero tampoco es injustificado, le hemos dado muchas razones a mis padres para que confíen en nosotros y todavía no hemos hecho nada para que dejen de hacerlo.
- Me aburro.- me dice Cloe nada más entrar.
- Voy a secarme el pelo.- es mi respuesta.
- Aburrida.
Paso de ella y saludo a mi hermana que lleva puesto los auriculares, parece que está viendo una serie de acción, todavía extraño cuando mi hermana veía películas pastelosas de amor, de esas tan dulces que te dan diabetes, pero no soy yo quien la va a obligar a volver atrás y ser completamente ella. Meterle prisa a Candela no solucionará nada, solo empeorá la condición de mi hermana y eso no es lo que buscamos.
Al terminar de secarme el pelo mi hermano interrumpe en la habitación, junto con él los otros dos chicos, Max y Russell. Todavía no puedo creerme que la hermana de Russell compre mis libros. Escribí el primero con quince por simple aburrimiento, y a mis espaldas mis hermanos lo presentaron a un concurso que gané, y desde entonces tengo un contrato con una editorial alemana, que traduce al inglés, italiano, francés y español.
- ¿Qué hace Cande?
- Mira una serie.- lo aviso antes de que se tire a su lado, mi hermana menor rueda los ojos al verlo.- Tengo hambre, ¿alguien quiere cenar?
- Yo.
- ¿Tú no estabas viendo una serie?- miro con una sonrisa a mi hermana.
- Mi barriga ruge, estoy muerta de hambre y tu sabes cocinar bien, anda, haz algo.
- ¿Y si pedimos una pizza?- pregunto mientras que ella hace una mueca.- Podemos pedir unos nuggets para ti.- mi hermana odia la pizza, aunque antes le encantaba.
- Me parece bien.- dice esta vez más relajada.
Llamo a la primera pizzeria que me sale en Internet y que tiene buenas reseñas, sino mejor no pido nada. Mientras esperamos cada uno hace diferentes cosas, yo hablo con mi editor, mis hermanos terminan de ver el episodio de la serie y Cloe, Max, y Russell hablan entre ellos.
Cuando llaman, Eddi se me adelanta y es él quien nos trae a la habitación nuestra cena. Mis padres confían en dejarnos solos a nosotros, pero no confían en que puedan hacer otros y con lo de Alfred más reciente, pues todavía peor, así que solos lo que se dice solos tampoco nos han dejado.
- ¿Vamos a cenar en silencio?
- Pues...¿de qué quieres hablar?- le pregunto a Max.
- ¿Qué estudian?- pregunta de vuelta.
- Educación infantil.- respondo yo.
- Voy a comenzar penúltimo de instituto.
- Aviación.- eso es lo que estudia Cloe.
- Gestión de empresas.- dice Russell.
- Comenzaré la universidad de música en breve, y el conservatorio.- Max abre mucho los ojos.
- Einar, tienes quince.
- Un coeficiente intelectual alto, considerado superdotada.
- Joder.
- ¿Y tú que estudiaste?- le devuelvo la pregunta.
- Educación primaria.- me guiña un ojo.
- Compañeros de carrera.- sonríe.- Y bueno, ¿qué hacen en sus tiempos libres?
- Escribir libros infantiles.- respondo yo.
- Ver películas.- responde Cloe.
- Lo mismo que mi hermana.
- Lo mismo que ellos dos.- responde Candela con pocas ganas.
- Hago música, ¿y tú?
- Lloro.- se ríe.- Y leo libros.
Hablamos un poco más para luego ir a ver una película hasta que escuchamos la puerta de la entrada. Se divirtieron porque llegaron casi a las dos de la mañana.