En la sala de espera todos esperamos noticias sobre el estado de Einar, han pasado dos horas desde que ocurrió el accidente y mi hermano pequeño sigue en quirófano.
Mamá se culpabiliza por hacernos salir de la casa y no deja de llorar mientras papá intentan calmarla. Yo lloro en los brazos de Cloe echándome la culpa por no haber llevado más cuidado, a pesar de que estoy bastante segura de que ese coche apareció de la nada. Miré antes de cruzar y no venía ningún coche, por lo que no me explico como apareció ese de repente. Rusell y Max están en la cafetería del hospital, pidiendo cafés para todos.
Candela está en otra habitación, dormida por los tranquilizantes que le han suministrado. Su estado al llegar nosotros al hospital era errático, estaba aterrada y solo podía repetir que Einar sangraba, empezó a llorar y gritar y los médicos creyeron que la solución era darle un tranquilizante y que durmiese hasta que Einar saliese de quirófano.
- No puede estar aquí.
Me giro al escuchar la voz de Ross, veo la mujer con la que habla, de baja estatura, cabello castaño, no puedo detallar mucho más de ella. No hasta que Ross se hace un lado y desvela la cara de la mujer quien es ni más ni menos que Kimberly, la ex-novia de papá.
- Déjala pasar.- dice mamá con la voz rota.
Kimberly pasa con la espalda recta, no mira a mi madre, se centra solo en mi padre que no despega su mirada de la de mamá, él solo tiene ojos para una mujer y por supuesto no es la ex-novia que lo engañó hace veinte años, sino la mujer con quien está casado y con el que tiene tres hijos.
- ¿Por qué siempre estás metida en estos asuntos?
- Sabes que lo de Einar no es un accidente.- dice con una sonrisa.
- Yo misma me encargaré de ese viejo.- se levanta mi madre, con su postura recta e intimidante, haciendo que la mujer retroceda.- Ni la ex-novia de Lukas es tan metida como tú.
- Esta metida tiene información que puede ser relevante.
- ¿Entonces porque hablas tanto pero no escucho nada?- la mujer cierra sus puños, calmando su ira.
- Siento si di muchas vueltas.- mamá rueda los ojos.- Primero que nada, se equivocaron de objetivo, quien debía salir herida era Andrómeda.- dice mirándome.- Segundo, Alfred ha jurado vengarse, matando a alguien de la familia Hoffman.
- Si hablas con él, o lo ves, dile que lleve cuidado.
- Tu abuelo no mató a Philip, ¿verdad?
- ¿Alguien cree que mi abuelo acabó de verdad con la miserable vida de Philip?- escupe mamá con furia.- Sufrí durante semanas, me disparó, abusó de mi de forma psicológica y física, y lo más importante, me apartó de mi hija, yo era quien debía matarlo.- Kimberly retrocede.- Mi familia es lo primero.
- ¿No te da miedo confesar todo esto?
- ¿Por qué tendría que tenerlo? Querida, yo actualmente soy la embajadora de Estados Unidos en Alemania, y cuento con inmunidad diplomática en ambos países.- mamá le sonríe.- Largate de mi vida.
- ¿Me matarás sino lo hago?
- No quiero matar, todavía tengo pesadillas por lo que le hice a Philip, el único capaz de hacerlo sin sentir remordimientos es mi abuelo.
La exnovia de papá se va, mamá se vuelve a sentar llorando otra vez, la forma en que mamá es capaz de controlar sus sentimientos da miedo. Ella podría estar muriendo por dentro de dolor y aún así ser capaz de sonreírnos para que no nos preocupemos por ella.
- Lo siento Eda.- me mira mamá con sus ojos llenos de lágrimas.- tuve que haberte protegido más sabiendo que él intentaba averiguar la verdad.
- Mami…
- No, esto es mi culpa Andrómeda.- solloza ella.- Es hora de volver a Alemania, no puedo dejar que sigáis estando en peligro.- asiento, será difícil despedirme de todos pero mamá tiene razón.
No menciono nada cuando Rusell y Max vuelven con cafés para todos. Ignoro al hermano de mi mejor amiga y me concentro en mamá y en papá. Me concentro en lo que puede cambiar las cosas a partir de hoy. Mamá no va a descansar hasta acabar con Alfred y nos va a poner mayor seguridad, no nos va a deja salir sin guardaespaldas, incluso me obligará a tener algunos conmigo en la universidad, pero con lo que ha pasado esta noche, no pienso quejarme por la protección extra.
Tras dos horas más un médico salió al fin y nos llama a todos, menos a papá que se encontraba en una habitación junto con Candela, cuidando de ella, esperando a que despertase. Einar se ha roto la cadera, tiene tres fracturas en su pierna izquierda, una brecha en la cabeza de tres centímetros y una dislocación del codo derecho. La herida de la cabeza y la dislocación del codo se debieron al golpe de Einar contra el suelo, mientras que la rotura de la cadera y las de la pierna se debieron al accidente. La cirugía fue complicada y se encuentra en observación todavía por lo que pueda pasar. Incluso Candela despertó antes de que nos dejasen entrar a verlo y ahora se encuentra en la sala de espera con nosotros.
- ¿Eleanor Virgina O’ Connor?- mamá se levanta cuando la llaman.- Puede entrar a ver a su hijo.
- ¿Yo sola?
- Su esposo y hermano también.- le sonríe el médico a mi madre.
- Gracias.- le sonríe mamá.- Max, tú también.- él nombrado asiente antes de seguir a mamá.
Mi madre es la primera en entrar al cuarto, el resto la seguimos con miedo. Veo a mi hermano con varios cables en sus brazos. Está despierto pero con sus ojos azul llenos de lágrimas, encogiendo mi pecho y supongo que el de todos.
- Mami.- dice con voz rota.
- Mi niño hermoso.- se acerca a él con cuidado.- Lo siento, por favor perdóname.- se arrodilla antes la camilla de mi hermano.- Lo siento, no tendrías que estar aquí.
- Mami, no es tu culpa.
- Si lo es, si hubiese dejado a Philip con vida, si él estuviese vivo esto no te hubiese ocurrido.- solloza con dolor.- Es mi culpa.
- No mami, la culpa es del hombre que no supera la muerte de Philip sabiendo que era lo único que traería paz.- su voz suena rasposa.