Moonlight

Capítulo 21

Puedo contar con los dedos de una mano las veces que he visto en esta semana a Andrómeda. Ella y el resto de su familia se han pasado todos los días en el hospital con Einar y han sido muy herméticos, no han dejado que nadie que no sea de la familia entre a la habitación. Lo poco que sé del estado de salud del pequeño de los O’ Connor es que se rompió la cadera y va a necesitar rehabilitación y mucha paciencia de que la Einar parece carecer.

Esta mañana al fin volvieron todos del hospital, con Einar en silla de ruedas. Él tenía poca cara de amigos y no tenía ganas de hablar con absolutamente nada, y nadie lo ha presionado, es bastante normal su actitud.

- Rusell.- me giro al escuchar la voz de mi hermana pequeña.- ¿No notas a Andrómeda rara?

- Su hermano se sacrificó por ella, es normal que esté así.

- No sé, la nota más rara de lo que debería.- se encoge de hombros.

Dejamos de hablar cuando Candela y Andrómeda bajan las escaleras y se sientan con nosotros. No nos miran, ponen la televisión y siguen en sus mundos. Las pocas veces que venían a la mansión era para dormir y cambiarse de ropa y siempre era así: silencioso. Es un poco escalofriante que se vea tan seria cuando Andrómeda siempre tiene una sonrisa tranquilizadora en su cara.

- Rusell.- me emociono al escucharla llamarme.- Tengo que hablar contigo.- dice antes de ponerse en pie.

Andrómeda no espera respuesta, en eso se parece mucho a su madre, sino que anda hasta el jardín trasero sin ver si la sigo o no, sabe que la voy a seguir.

Ella se sienta en el suelo, mirando a la nada mientras yo me siento a su lado. No me mira de inmediato, se toma varios segundos para mirar al cielo y luego mirar sus manos, parece estar nerviosa.

- Volvemos a Alemania.- dice al mirarme.- Esta tarde nos vamos.

- ¿Por qué no me lo has dicho antes?

- No tenía la valentía de hacerlo.- vuelve a desviar su mirada, avergonzada.- Rusell, ha sido bonito el tiempo que hemos pasado pero ha llegado a su fin.

- No te entiendo lo que me quieres decir.

- Que se acabó lo que había entre nosotros.- resopla.- No creo que me comunique por mucho tiempo y no se llevar relaciones a distancia, lo siento.

- Pero… ni siquiera lo has intentado.

- Busca a alguien menos complicada y peligrosa.- me sonríe triste.- Adiós Rusell.

- ¿No hay nada que pueda decir para que te quedes o para que estés dispuesta a tener una relación a distancia?

- Tienes que tener paciencia y esperar.- me confunde más que me diga que no hay ningún tipo de oportunidad.- Ahora mismo no puedo explicarte por qué, por eso lo único que puedo decirte que esperes, pero no puedo obligarte.- se levanta.- Es la única opción.

Me quedo sentado, pensando en lo que me ha dicho Andrómeda. No sé que es lo que haya pasado para que tan repentinamente me aparte de ella. Entiendo que vuelvan a Alemania después del accidente de Einar, supongo que confían más en los médicos allá en Alemania que aquí, donde de hecho Einar no nació.

Mi hermana sale después de quince minutos, tiene los ojos llenos de lágrimas, le han de haber dado ya la noticia de que se vuelven a Alemania. Que volverían a su país era un hecho pero pensábamos que se irían más tarde, en septiembre, en dos semanas más. También creí que la relación que estabamos intentando Andrómeda y yo seguiría después de que se fuese, que haríamos el esfuerzo para que funcionase pero ella se ha rendido.

Mi hermana me abraza, permanecemos así por varios minutos hasta que escuchamos la puerta abrirse de nuevo. Max entra al patio, no llora ni dice nada, solo se sienta a nuestro lado, como dándonos apoyo.

- Me iré dentro de una semana, no quiero irme de forma tan repentina.- asiento y lo abrazo.

- Cuidado de los tres, ahora eres el hermano mayor.- le pido resoplando.

- Intentaré ser un buen hermano mayor.- sonríe algo triste.

- No pienses en la familia que te abandonó si no la que tienes ahora.- le sonrío para animarlo.- Ahora tienes una madre que muchos querrían tener.

- En eso tienes mucha razón, gracias por siempre estar a mi lado.- me sonríe antes de abrazarme.

Después de un buen rato nos llamaron para que comiesemos todos juntos, como una despedida para los O’ Connor a pesar de que ni Einar ni Candela comieron con nosotros. Andrómeda evitó mirar algo que no fuese su plato mientras que Eleanor y Jackson hablaron con todos como si nada, incluso nos invitaron a pasar las vacaciones de navidad, en tres meses, con ellos.

 

A las seis de la tarde los guardias sacaron de la casa a Einar y lo subieron en unas de las camionetas. El resto se despidieron rápido de nosotros, incluso Andrómeda, a pesar de que no fue capaz de mirarme a los ojos.

Veo como los coches van desapareciendo por el camino hasta la carretera. Eleanor le ha dejado a mi madre las llaves de la mansión para que nos quedemos todo lo que queramos. La amistad y la confianza entre mi madre y Eleanor es extraña, perdura en el tiempo y a pesar de la distancia, espero que mi amistad con Max sea como la de ellas, e igual que la de mi hermana y Andrómeda.

- ¿Por qué se fueron tan rápido?- pregunta mi hermana.

- Tienen cosas que resolver Cloe, y allí Einar recibirá ayuda.

- Pero… no podría haber esperado un poco más.- ella niega con pesar.




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