Dos semanas y no tenemos nada de información, ni siquiera de que estén muertas así que seguimos conservando las esperanzas pero cada día esto va a peor. La familia de ambas mujeres está desesperada y se cae a pedazos, por no hablar de Candela Emerson que continúa ingresada por su seguridad. Esa niña de verdad depende de las condiciones en las que se encuentren a su hermana mayor y a su madre.
Fui a visitarla hace un par de días, fue como ver un fantasma, no es como si en el tiempo que estuvo en Estados Unidos hubiese sido una chica mucho más alegre o activa pero de verdad parecía que le hubiesen robado el alma, esa chica necesita ayuda y haberla ingresado fue lo más inteligente que pudieron hacer sino la hubiesen perdido.
Cloe se sienta en el sofá conmigo, no sé que hacer o de que forma ayudar. Si al menos hubiesen mandado un vídeo o hubiesen llamado la policía y la mafia tendría algo con lo que trabajar pero a ellos no les interesa informarnos de que las tienen porque saben que somos conscientes y tampoco quieren nada a cambio de ellas así que tampoco van a llamar para pedir dinero.
Cuanto más tiempo pase las posibilidades de encontrarlas con vida se reducen y desesperan de forma considerable a la familia Emerson – O’ Connor – Hoffman.
– Russell, Cloe.- nos saluda uno de los guardaespaldas personales de Eleanor.- Os presento a mi sobrino.- nos presenta a un asiático.
– ¿Dónde está Candela?
– ¿Para qué quieres saber donde está mi hermana Kwang?- Einar ya va con muletas.- ¿Vas a hacerla sentir mal?
– Einar, nunca os he hecho sentir mal, solo os dije lo que estabais haciendo mal porque os alejabais de vuestra madre.
– Lo que sea, ¿para que la buscas?- suaviza su tono.
– Quizás pueda ayudarla a pensar en algo que no sea tu madre y tu hermana mayor.
– Si de verdad puedes hacerlo, yo mismo te llevo hasta donde está mi hermana.
– Llevame entonces.
Ambos salen de la casa sin despedirse, nadie aquí parece pensar en otra cosa que no sea las tres mujeres Emerson y es que es imposible pensar en ellas. De dos no tenemos noticias, estamos desesperados por conocer el estado de al menos una de ellas, y la otra está tan mal que encoge el corazón de caulquiera.
Por si fuera poco el país sigue cerrado, nadie puede salir de él y la gente comienza a desesperarse. Nadie les está echando la culpa a los O’ Connor, porque en su situación cualquiera querría que el país se cerrase para encontrar a sus seres queridos, pero hay quienes necesitan viajar por trabajo y no pueden así que hay tensiones en el país.
También hay gente, voluntarios, que salen todos los días y buscan en edificios abandonados del país pero no han encontrado ni una mínima prueba.
– Jackson, tienes que descansar.- el padre de Eda entra junto a la que me presentaron como su hermana menor, Sophie.
– No puedo hacerlo hasta que las tenga en casa.
– ¿Y qué va a pasar entonces? Jackson vas a enfermar sino descansas, tu cuerpo en algún momento va a decir basta.- grita desesperada.- Voy a decirte una verdad dolorosa Jackson, sino las están torturando a ambas, se están ensañando con tu esposa.- veo como las lágrimas caen por las mejillas de la mujer.- Porque Eleanor hará hasta lo imposible para que vuestra hija salga lo menos lastimada.
– Lo sé, sé en que estado puedo encontrar a mi esposa Sophie y me aterra, no sé cuantos golpes más pueda recibir mi esposa antes de que diga ya no más y por eso estoy tan desesperado por encontrarlas.- solloza.- No quiero que Andrómeda vea como dañan a su madre y no quiero que Eleanor sufra más.
– Jackson.
– Yo soy quien la ha visto llorar de desesperación, quien la ha oído gritar de miedo cuando iba a algún lugar oscuro.- deja de estar tranquilo y le grita.- Mis chicas son fuertes, pero no tanto. Prefiero enfermar y encontrarlas lo antes posible, a dormir y encontrarlas muertas o demasiado traumada como para que sigan vivas.
– Hermanito…
– Ya pasé una vez por esto Sophie, y no quiero volver a hacerlo.
Él se va dejando a su hermana en la sala. Ver a un hombre tan tranquilo con tal grado de desesperación hace que cualquiera empatice con él, ¿y cómo no hacer? Son su mujer y una de sus hijas las que están secuestradas y posiblemente estén siendo dañadas a un punto innimaginable.
– Quiero encontrarlas.- me susurra Cloe.- Necesito a mi mejor amiga, y esta familia las necesita a ambas para no romperse.
– Yo también quiero encontrarlas, ellos y ellas ya han sufrido mucho.
– ¿Sabes que Andrómeda estuvo a punto de perder a su padre y a sus tíos?- niego.- Les dispararon mientras Lukas conducía, estuvieron muy graves e incluso su tío mayor tardó varios meses en despertar, Jackson carece de un riñón por lo mismo y Brandon tiene problemas respiratorios desde entonces.
– ¿Quién les disparó?
– La pregunta exacta es ¿quién mandó a que les dispararán? Y la respuesta es sencilla, la misma mujer que mandó matar a su madre, y quien asesinó a su padre el día de la boda de Jackson y Eleanor, Eliza O’ Connor, la madre de Brandon y la madrastra de los otros dos.
– Debe ser difícil para Brandon.
– Lo fue, pero como la familia que son lo superaron.
Nuestra conversación se ve interrumpida cuando un ansioso Max entra junto a una chica castaña y ligeramente morena. Ella mira al suelo como si estuviese avergonzada de él.