Moonlight Serenade

Por fin (At Last) Segunda parte

La directora se acercó a Maia, mientras que ponía al corriente de su progreso a la tía de esta. Maia ni su tía hablaban: la primera estaba tan asustada que no podía escuchar nada de lo que la docente decía, en cambio la otra estaba tan enojada que las palabras no le salían, así ambas se sorprendieron cuando la directora les dijo:

― Bueno las dejo solas para que puedan ponerse al día.

―Muchas gracias― contestó la tía de Maia de una forma tan calmada que provocó que la chica empezará a quedarse sin aire por el pánico que le había causado pensar lo enojada que debía de estar. Cuando la directora cerró la puerta Maia volteó y le dijo a su tía con una voz suplicante:

― Lo puedo explicar.

―Bien quiero que lo hagas, porque no entiendo cual podría ser la razón por la que tu estas aqui y no Celeste― Esto lo dijo en una voz tan baja que era más un susurro, para no ser escuchadas, aunque nadie en realidad podía entenderlas ya que empezaron hablar en español― ¿En dónde está ella?

―Cely y yo intercambiamos nuestros lugares , así que ella está estudiando inglés en Canadá.

― ¿Pero qué? COMO SE LES OCURRE HACER UNA COSA ASÍ, ESO FUE SUMAMENTE IRRESPONSABLE POR PARTE DE LAS DOS. QUE TAL SI LES PASABA ALGO ― gritó la tia de Maia olvidándose por completo de no querer llamar la atención.

― Tía, cálmate. Si gritas mucho ellos vendrán a ver qué está pasando― dijo Maia

― Tienes razón ― dijo ella respirando hondo para calmarse, respiró hondo para de nuevo decirle― Pero entonces ¿cómo está ella?

― Ella se encuentra bien, he hablado con ella a diario

―Ohh wow, eso me tranquiliza que por lo menos estés al pendiente de tu prima menor de edad. Lo que hicieron no tiene perdón no sólo porque arriesgaste a una adolescente irresponsable a irse a un país que no conoce. ¿Sabes lo que han arriesgado aquí? Si se enteran que tu no eres mi hija te van a expulsar y tu prima va a perder cualquier oportunidad de seguir su carrera como música, sin contar lo que me puede afectar.

―Perdón tía, pero creó que hay una razón que deberías de escuchar por parte de Cely para que no quisiera venir. ¿No lo crees?

― Si y estoy esperando a que ella me lo diga por lo que voy a ver cómo se regresa de ya. Aunque mientras, te vas a salir de este curso, ahorita mismo le diré a la maestra Kang que algo sucedió y te vas a venir conmigo al hotel con todo y tus cosas, sin replicar ―dijo cuando vio que iba hablar Maia―ahí platicaremos más tranquilas para que me des esa explicación ― Con esto la tía de Maia salió para hablar con la directora, mientras la chica la seguió intentando ser lo más invisible posible. En eso entró el maestro Choi a la oficina con una cara de preocupación y exaltado como si hubiera corrido un maratón. El chico se detuvo en la puerta de la oficina, cuando se percató de la presencia de la directora y de la tía de Maia platicando, después con un gesto con la cabeza le dijo a Maia que saliera al pasillo. La chica asintió y sigilosamente salió de ahí al encuentro del chico, ambos chicos se alejaron de la puerta para poder hablar. En cuanto pudieron estar lo más lejos posible él le preguntó:

―¿Estás bien? supe que tu tía estaba aquí.

―Si, ya se enteró que yo soy quien estoy aquí y no mi prima.

―¿Qué te dijo?.

―Pues me gritó de cómo era posible que lo hubiéramos hecho. Me está pidiendo que renuncie. En este momento ella está hablando con la directora para que me vaya con ella al hotel―esto hizo que el chico abriera los ojos en forma de sorpresa junto a un sentimiento de miedo, ante esta expresión la chica le dijo:

―Pero no te preocupes, ella no sabe que tú conocías el secreto. No le va a decir nada a la directora―ante esto el chico salió de su pensamiento y le contestó:

―No me preocupa eso, ¿Qué vas hacer tú? ¿vas a renunciar?

―No lo sé.

―No lo dudes―comenzó a decir el chico tomándola por ambos hombros―.Se que no eres tu prima, ni la hija de una trompetista y no tienes la edad para estar aquí o incluso se que te he dicho que no estas al mismo nivel de tus compañeros. Pero creéme te mereces estar en el concierto, has trabajado duro durante mucho tiempo, no desperdicies esta oportunidad. Así que no renuncies, y si tienes que rebelarte contra tu tía, con la directora y las reglas; hazlo.

Maia se quedó sin palabras, lo había dicho tan directo y de un modo tan sincero que no supo qué decir. En eso fueron interrumpidos por un ruido que venía de la persona que había llegado en ese momento y que se había puesto detrás de él. Era Andrew, quien los estaba mirando, su rostro mostraba una expresión de incredulidad que hacia ver a la chica que había escuchado su conversación.

―Andrew ― dijo ella. El maestro Choi volteo a ver lo que ella miraba fijamente. El maestro se quedó viéndolo sin decir nada, mientras que el joven miraba a su amiga con cara de consternación.

―Dime que no es verdad, todo lo que escuche― dijo el joven con una voz casi suplicante. Maia estuvo a punto de decirle que todo era mentira pero decidió el decir la verdad:

―Lo siento yo ...―empezó a decir. El chico nos soportó esas palabras y sin pensarlo se dio la media y vuelta y se marchó.

―¡Andrew! ―le gritó Maia quien empezó a seguirlo pero antes le dijo al maestro ―Luego hablamos.




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