Moonlight Serenade

Dejo que una canción salga de mi corazón (I Let a Song...) Segunda parte

Cuando llegó a la academia Maia respiraba entrecortado, pero se detuvo antes de entrar ya que en ese momento estaban bajando del camión todos los chicos, supuso que estaban regresando del ensayo general. Se puso en una esquina para esperar a que todos se dispersaran, ahí observó a sus compañeros de clase y a sus amigos quienes se dirigían a la cafetería, y entre ellos vió a la directora quien junto a la maestra Yoon se dirigieron hacia las oficinas.

Cuando creyó que ya no podía ser vista por alguien, Maia siguió a la directora, mientras caminaba comenzó a sentir nervios y su corazón comenzó a palpitar rápidamente. Al llegar a la puerta de la dirección se encontró con la maestra Yoon quien la saludo un poco sorprendida pero después de comentarle que quería hablar con la directora le indicó que pasara a su oficina, la chica asintió y tocó antes de entrar; la voz de la maestra la invitó a pasar. Maia entró y vio a la directora, quien estaba ocupada revisando unos papeles provocando que se tardará en mirarla, cuando volteo su cara mostró sorpresa.

― Ohh, ¿que la trae aquí señorita Silva? ― preguntó la maestra.

― Profesora Kang, perdón por interrumpirla, pero quería hablar con usted― dijo la chica.

― Si claro― le dijo la directora dejando lo que estaba viendo, Maia entró y cerró la puerta.

―Quería primero pedirle una disculpa por lo sucedido― comenzó a decir ella mientras se sentaba―.Yo sé que es algo que no deberíamos haber hecho y principalmente quería que supiera que mi tía no tuvo nada que ver con esto, ella no tenía idea.

―Lo sé, créeme que me di cuenta de inmediato cuando vi la cara de Angela y por que es una gran amiga y colega es por lo que no he dicho nada. Sino su nombre quedaría manchado en este ámbito―Con esto que recalcó provocó que Maia se sintiera realmente mal y que se le fuera el valor.

― Parece que eso la sorprendió ― le dijo la directora.

― Si, la verdad es que sí― admitió Maia acomodándose en la silla.

―La verdad, no me debe de extrañar que ni usted ni la hija de Angela pensaran en las consecuencias reales de sus actos. Son jóvenes al fin y en cuenta, y no las culpo, es normal el ser impulsivas, si le diré yo que tantas cosas no hice a esa edad ― le dijo con una sonrisa mientras recordaba―Pero, bueno supongo que la estoy aburriendo, y digame ¿a que venía en realidad?

―Pues... ― comenzó a decir la chica sin mucha confianza, pero pensó: « que si ya estaba ahí debería probar »― ¿quería ver si podía regresar y tocar en el concierto?

―Vaya― dijo la maestra ―¿Usted si estuviera en mi lugar qué haría? ― le preguntó de repente, Maia tragó un poco de saliva y contestó.

―La verdad, no lo sé— dijo un poco cabizbaja.

―Realmente lo lamento pero no puedo dejarle que regrese. Si se enterara Angela me mataría y trágicamente su baja ya fue dada al comité y  cómo ellos van a estar presentes en el concierto me temo que si lo descubren puedan empezar a investigar el asunto, y creó que tanto usted como yo no quiere que eso pase, ¿verdad?

― No, claro que no―dijo ella automáticamente.

―Era lo que pensaba que iba a decir. Pero debo de ser sincera que lo lamento verdaderamente. Y más porque tuve una plática muy interesante con el profesor Choi quien me aseguró que eras realmente buena; créame lo conozco de hace años y sé que él nunca se expresaría de alguien de ese modo si no creyera que tiene talento. Así que espero que esta experiencia no la desmotive para seguir en la música y que algún día pueda escucharla y comprobar por mi misma que lo que él me dijo es verdad— terminó diciendo seriamente, esto a Maia la motivó y la hizo sonreír, ya que sabía que lo decía de verdad.

―Muchas gracias, ojalá pueda hacerlo en algún momento ― dijo levantándose. La siguió la directora y le dijo:

―Recuerde que son validas las locuras para seguir los sueños pero esas no siempre la llevaran al exito, pero con el tiempo se dará cuenta que hay modos reales con los que puede lograrlos. Tenga la mente en el cielo pero los pies en la tierra, y así lo logrará.

Tras estas palabras la invitó a retirarse, la chica le agradeció y se dirigió a la salida despidiéndose de la maestra Yoon quien estaba todavía ahí. Durante el camino hacia la puerta Maia se sentía triste por no haber logrado el cometido de tocar en el concierto, pero se dijo así misma para animarse: «que por lo menos había sido valiente y se había arriesgado hasta el final, y que lo demás no había dependido de ella », esto la reconforto un poco. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que inconscientemente su cuerpo se dirigió hacia los dormitorios. Cuando que se dio cuenta de lo que hacía ya estaba apunto de entrar al lobby del edificio, logró detenerse antes de entrar y se dio la vuelta para irse de ahí sin ser vista, misión que no logró completar ya que se encontró o más bien chocó con Andrew quien regresaba al dormitorio. Cuando se vieron ambos se quedaron congelados por un segundo sin saber cómo reaccionar, ella le hizo una mueca de media sonrisa y decidió romper el silencio incómodo:

―hola― le dijo ella, el chico sonrió y le respondió:

―hola―respondió el chico. Por unos segundos se quedaron callados, haciendo hincapié en el ambiente de incomodidad provocado por su anterior encuentro. En esos segundos Maia pudo notar como en la parte de su barbilla se veía una pequeña inflamación provocada por un golpe, supuso que era por la pelea que les habían comentado las chicas.




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