Moonlight Serenade

Dejo que una canción salga de mi corazón (I Let a Song...) Tercera parte

Al día siguiente, igual que los anteriores, su tía se fue para almorzar con algunas personas importantes en el medio musical de Corea. Antes de salir le indicó a Maia que no podía llegar demasiado tarde, tras esa advertencia fue que la chica se encontró con su amiga en el lugar donde habían quedado, una cafetería donde servían té y pasteles tradicionales adecuado al barrio en donde se encontraba el establecimiento. Estaban en la zona alta de la ciudad en donde había muchas casa tradicionales y antiguas, a pesar de lo hermoso del lugar la mente de Maia estaba pendiente de la hora y pensaba que en ese instante estarían preparándose para el concierto.

Estos pensamiento se dispersaron poco a poco gracias a Rebeca quien le contó de la velada del día anterior y de cómo había ido con la banda a un bar, a la chica le sorprendió lo abierto y amigables que habían sido todos ellos, ya que la mayoría de los coreanos no eran así, y lo principal es que empezó a contarle como ella y Daniel se habían hecho amigos compartiendo sus números de celular para estar en contacto, existiendo un interés por ambos chicos de verse de nuevo.

Así que para tener una excusa para que se vieran fue que Rebeca le pidió a Maia que antes que se fuera pudieran hacer un plan de salir en forma de agradecimiento y despedida. Maia aceptó esa idea ya que sentía un enorme agradecimiento hacia el chico, por lo cual utilizando el teléfono de su amiga le escribió y le preguntó si podía él y los muchachos verse mañana para pagarles lo que habían hecho por Maia. Tardó un rato en que él les contestafra que estaba perfecto, entonces quedaron en verlo al día siguientea en la tarde, también le informo que invitaría a Rebeca por lo que Daniel le escribió de forma positiva que ojalá ella pudiera ir.

Así quedaron, y Maia se alegró más ya que pensó que era también la excusa perfecta para ver al maestro por última vez, así decidió escribirle más tarde ya que sabía que estaba en el concierto, provocando que de nuevo se entristeciera al recordar este hecho. Rebeca se dió cuenta de esto por lo cual decidió animar a su amiga al invitarla a pasear y que conociera la zona ya que era el lugar perfecto para tomarse fotografías. Esto animó a Maia quien se le fue el tiempo. tanto que se le olvidó la cita que había hecho con los chicos del conservatorio, por lo cual le sorprendió cuando le llegó un mensaje de Andrew diciéndole si la podía ver en una dirección en específico y principalmente si podía llevar su instrumento y vestirse con ropa negra.

Esto le llamó la atención a Maia y le hizo querer saber qué plan se traían, así que después de despedirse de Rebeca, quedándose de ver al día siguiente, se dirigió al hotel para cambiarse e ir por su trompeta. Se vistio con lo más lindo que tenia en negro y bajo para pedir un taxi, dejando una nota a su tía quien todavía no regresaba y que se iba a tardar un poco más.

Cuando el taxi llegó la chica entró y le paso el pedazo de papel que decía la dirección al conductor quien lo leyó, tras asentir arrancó, después de unos 15 minutos el taxista se detuvo y con señas le hizo saber que habían llegado a su destino, Maia le pagó y salió. El lugar donde se había quedado era la entrada de un teatro pequeño, en su fachada había un poster de los próximos conciertos y obras de teatro que iban a tener en ese lugar. Maia empezó  a caminar para ver si veía a alguien, pasando por una cafetería en donde sólo había una chica, caminó hasta que escucho a alguien llamarla por su nombre, volteó y vio que era maestro Choi quien venía hacia ella, él vestia con un traje de gala el cual lo hacía ver demasiado atractivo, esto impresionó mucho a la chica quien se quedó ahí sin moverse ni reaccionar hasta que él llegó a su lado.

―Hola― fue lo único que le pudo decir sorprendida

―hola ― le dijo sonriéndole el chico― Que bien que pudiste venir ― ella asintió y dijo:

―Pero quede de ver a los chicos aquí.

—Lo sé, es una sorpresa ven, es por aquí ― le dijo tomándola por los hombros y la guió hacia el auditorio.

Cuando llegaron a la puerta el chico la abrió y se quedó esperando para que entrara ella. Maia entró y pudo ver como el auditorio estaba vacío mientras que en el escenario estaban todas las sillas acomodadas para el concierto que había tenido lugar ese día, en algunas de ellas estaban sentados sus seis amigos quienes vestidos de forma elegante y de negro sostenian en sus manos cada quien su instrumento. Maia se quedó pasmada sin moverse y sin entender qué pasaba hasta que el chico le susurro.

― Vamos ―y la empujó hacia el escenario.

Cuando subieron las escaleras fue que los chicos se acercaron a ella.

―¿Qué es esto? ― les preguntó desconcertada.

―Nuestro concierto ― contestó Soon-Hee

― Andrew, nos dijo que habías ido a ver a la directora y que no te había dejado tocar en el concierto —dijo Melany sonriente

― Por lo que él pensó que podríamos hacerte este pequeño regalo. En el cual vamos a tocar y tú estarás aquí —dijo Henry

― Aunque no haya nada de público, pero por lo menos que este sea un modo de presentarte ― le explicaron entre todos. Maia volteó a ver a Andrew quien tenía la mirada en el piso en señal de vergüenza, ella sonrió.

―¿Es en serio? ―preguntó de nuevo, el chico la volteo a ver y sonriéndole asintió, miró a todos llenándose de emoción y de agradecimiento, incluso le dieron ganas de llorar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.