Moonlight Serenade

Solos juntos (Alone Together) Segunda parte

Para Maia la reunión con sus compañeros la hizo reflexionar acerca de todo lo que había pasado en estos últimos meses y cuanto había aprendido con los chicos, concluyendo que iba a extrañar mucho a sus amigos. Estos pensamientos se detuvieron cuando al entrar al lobby del hotel se encontró con su tía, quien se dirigía al restaurante para almorzar, no se veía muy contenta al verla ya que la chica sólo le había mandado un mensaje avisando que no iba a regresar a dormir. Así que se acercó a ella nerviosa y sintiéndose como una niña regañada para saludarla.

―Hola, tía ― le dijo cuando se acercó a ella.

―Por fin llegas, ¿está todo ?―le preguntó

―Si,perdón por no llamarte― le respondió la chica.

―Mira, ya estás lo suficientemente grandecita para hacerte responsable de tus actos y no eres mi hija, así que no te puedo regañar. Solamente te pido que me avises en donde estas. Lo bueno es que ya estás aquí, ¿ya almorzaste?

―No, no me dio tiempo ― le respondió Maia sintiendo como su estómago le pedía alimento, con esta señal ambas se fueron al restaurante del hotel. Mientras comían su tía le dijo:

―Mañana es tu vuelo de regreso ¿verdad?

―Si ya le avisé a mi mamá y todo.

―¿A qué hora es?

― A las 12:00 así que debo de estar tres horas antes.

―No voy a poder llevarte a esa hora tengo que estar de nuevo en la universidad.

―No te preocupes tía, yo me puedo ir en taxi.

―Confiaré en ti, si no logras conseguirlo, hay un camión que te puede llevar. Su parada es muy cerca de aquí, yo me vine en ese.

―Va, les preguntaré a los del hotel donde queda la parada.

―Cuando te vayas me avisas e igual cuando estes apunto de subir al avión y cuando hayas llegado a México me mandas un mensaje.

―Si, no te preocupes yo te aviso―le contestó la chica

―Perfecto, ¿hoy de nuevo vas a salir ó te vas a quedar hacer tu maleta?― le preguntó su tía

―La verdad voy a salir. Voy a ver a una amiga que me ayudó mucho aquí, así que quería agradecerle―mintió la chica.

―Bueno, pero hoy no te quedes a dormir fuera por favor y avísame si algo pasa.

―Si, no te preocupes―volvió a decirle la chica.

―Bien—terminó de decir la tía de Maia.

Tras estas advertencias siguieron desayunando un poco más tranquilas. Al finalizar la tía de Maia se dirigió hacia su compromiso mientras que ella subió al cuarto para arreglarse y hacer su maleta. Mientras hacía su maleta fue que le llegó un mensaje de el chico avisando que ya había llegado, Maia quien ya estaba arreglada, terminó de acomodar sus cosas y se dirigió al elevador. Mientras caminaba se sentía un poco nerviosa así que respiró hondo y se repetía que no era una cita sino una comida con un amigo.

Cuando llegó al lobby fue que lo vio parado cerca del ventanal de la entrada observando el paisaje, ella se acercó y cuando llegó a su lado él volteo a verla y le sonrió ella le respondió con una sonrisa. Aunque él nunca se vestía mal, ese día para Maia, sentía que se veía más guapo de lo normal. Este pensamiento hizo que su corazón latiera de nerviosismo así que trago saliva e intentó relajars, e pudo hacer esto rápido ya que su mente se desvió hacia el estuche que él tenía en su mano.

―Hola― le saludó él.

― Hola ― le respondió ella.

― Bien vamos ―le dijo él antes que ella pudiera interrogarlo acerca del instrumento.

―Si, claro ― contestó ella y salieron del hotel para comenzar a caminar.

Durante el camino él preguntó:

― ¿A dónde me vas a llevar?

―mm adonde quieres sólo que recuerda que no tengo mucho dinero para comprarte una comida cara—dijo Maia

―No te preocupes ¿para que te alcanza?

―Para un delicioso ramen instantáneo, o una salchicha y un triángulo de arroz―le dijo ella bromeando.

―Suena delicioso―le contestó el chico siguiéndole la broma.

―Ok, entonces dime en cual tienda quieres que te compre la comida.

―Creo que hay una cerca de aquí.

―Suena bien, entonces vamos ― le dijo mostrando el camino en el cual recordaba ella había una tienda ―No, ya en serio. ¿Qué se te antoja que comamos? ― le preguntó ella.

―Creo que sería bueno que comiéramos algo que a ti te haya gustado ya que será lo último que comerás.

― Pues, creo que me gustaría comer algo nuevo.

―La pregunta es entonces que has probado ya.

―He comido lo del rollo de algas, también los pasteles de arroz picosos, la carne, y no me acuerdo qué más, la verdad― declaró ella.

―Mmm ya sé que podrías comer, vamos― dijo él y la llevó hacia la parada del autobús donde uno de estos los llevó a una zona demasiado alejada del centro de la ciudad e incluso estaba en una parte alta en donde desde ese lugar podían ver el plano de la ciudad y donde había una muralla, un pequeño parque y donde habían restaurantes con una estética más tradicional, en uno de estos fue donde decidieron entrar.




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