Capítulo 1: La más poderosa.
Edward:
Estaba atónito al descubrir que mi hija menor tendría tanto poder, pero aún más porque a causa de ella casi pierdo al amor de mi vida. ¿Qué se hace en estos casos? ¿Qué es lo que debo hacer? Por el momento, solo debo cuidar a Leilane hasta que se recupere. Luego pensaré en qué hacer con la pequeña y con ella.
Salí al corredor a pensar un poco y me encontré con mi hijo mayor que paseaba inquieto frente a la puerta.
- Dani: Oye papá… Sentí algo extraño emanar de la habitación ¿Ya nació mi hermanita? ¿Puedo entrar?
- Edward: Aún no pequeño. Y si, acaba de nacer tu hermanita, pronto te dejarán entrar a verla.
- Dani: ¡Yei! Iré a traer a mis hermanos entonces. Emelie y Sebas duermen en la sala de espera junto a la abuela.
- Edward: -Mi pequeño corrió a la sala de espera tropezando de vez en cuando y yo volví a perderme en mis pensamientos-.
- Dani: ¡Abuela, abuela! ¡ya nació la pequeña Bri! Ven Emy, hay que ir a verla… despierta Sebas vamos.
- Débora: Mi pequeño príncipe ten paciencia, la pequeña no irá a ninguna parte. Créeme no lo hará.
- Sebas: Quiero dormir, déjame en paz Daniel.
- Edward: -Mis tres hijos entraron corriendo y riendo a la habitación tomándome por sorpresa-. ¡Sh! Su madre está descansando mis tres chiflados, hagamos silencio para que no la despertemos.
- Emy: ¿Dónde está mi hermana papá?
- Sebas: Si papá, ¿dónde está la pequeña Brittany?
- Edward: Está… Dormida. -Levanté a mi pequeña hija y la abracé. No pretendo ponerlos tristes, pero esa bebé a la que tanto han esperado casi los deja sin su madre y podría acabar con sus vidas-. Mi vida ¿dónde está su abuela?
- Dani: No quiso acercarse a la habitación, dijo que esperaría a que saliéramos.
- Sebas: Tambien que la bebé no iría a ninguna parte.
- Edward: La abuela tiene razón… Vengan, les enseñaré a su hermana.
Débora:
Yo sabía que esto en algún momento pasaría; Mi hija ya no tiene poder suficiente para mantenerse con vida; sumándole que Edward experimenta con ella y diario les quita energía, me quedaré sin hija. No quería hacerlo, pero sacrificaré a mi nueva nieta para salvarla.
- Dani: ¡Abue, Abue! ¿puedo hacerte una pregunta?
- Débora: ¿Dime mi pequeño príncipe?
- Dani: Todos los trabajadores de papá y compañeras de mamá esperan ansiosos a la pequeña. Organizaron una fiesta de bienvenida para mamá y Brittany. ¿Podemos irnos ya a casa para que puedan ver la sorpresa?
- Débora: Tu mami necesita descansar igual que tu y tus hermanos; papá los llevará a casa y mañana que mamá esté lista para volver a casa, entonces podrán enseñarle la sorpresa. -Mi hermoso angelito es muy pequeño aun para entender mis planes, asi que no le negaré su celebración, pero esa bebé tiene un propósito y no pienso dejarlo pasar mucho tiempo-.
- Edward: Y bien Débora ¿algún plan de como deshacernos de Gasparin?
- Débora: Lo pensaré mientras estamos en la fiesta, tengamos un poco de paciencia, igual y no puede huir, mientras tanto, cuida de mi hija o terminaras pagándolas tu.
- Edward: Lo que usted ordene.
- Dani: Vamos abuela, vamos a dar la noticia a los empleados.
- Sebas: Si abuela apúrate.
- Débora: Vuelve con mi hija, es una orden, no puedes alejarte de ella hasta que esté completamente bien.
- Edward: Si señora. -Débora Michel Starkov. Única hija de una bruja oscura, con un pasado que desconozco; es detestable como persona, pero la aprecio como si fuera mi propia madre, ya que, hablando de familia, mi madre y sus problemas de adicción, me dejaron en la ruina-.
- Emy: Papá, quiero ver a mamá. ¿Puedo ir?
- Edward: Ay pequeña… No deberíamos, pero; si no le dices a tus hermanos puedes venir.
- Débora: ¡Emelie! Mi brujita traviesa ¿dónde te escondiste?
- Emy: Oh, oh.
- Edward: Jajaja, ve con la abuela antes de que se enfade con nosotros.
- Emy: Esta bien…
- Edward: -Ella triste se fue de vuelta con mi suegra. Yo entré a la habitación de mi amada Leilane con la esperanza de que despertara en cualquier momento-. Como desearía volver al día en que te conocí. Quisiera volver al momento en que éramos nosotros contra el mundo, sin Dani, Sebas, Emy… y para que nombrar al adefesio que casi te aparta de mí.
Leilane:
Podría estar inconsciente físicamente pero mi espíritu se mantenía intacto. Mi esposo y mi madre parecen olvidar que soy fuerte cual si fuera mi bebé; la bebé que acaba de nacer de mí, esa que tiene un don, que asusta a aquellos que no tienen las agallas de enfrentar un nuevo reto.