Moonman

Capítulo 7

El doctor me dio de alta 3 días después, y el sábado no pude juntarme en la casa del árbol con los chicos, pero todos vivieron a visitarme al hospital, hablamos de todo un poco y les pude presentar a MoonMan con la historia y nombre que acordamos. Resulto un éxito, pues mis amigos además de creer la historia se llevaron una gran impresión de él. Me alegre mucho ese día, me sentía cansada pero eso no fue impedimento para no reír con mis amigos.

En ningún momento mi hermana vino a visitarme, la última vez que la vi fue cuando ingrese al hospital, mi madre me decía que Esmeralda se sentía culpable, pero yo me preguntaba… Si se siente culpable, ¿por qué no viene a verme? No tenía mucho sentido de su parte, pero preferí dejarlo pasar, después de todo, aun seguirá siendo mi hermana y vivimos juntas, por suerte, una lejos de la otra. También mi madre me comento que mi padre hablo seriamente con ella y le exigió que ya no le hablara a los chicos que me hicieron daño.

Sé que él es muy duro, lo ha sido siempre, y con ambas, sin embargo ella y yo acordamos tener nuestras propias amistades, pero también los amigos sirven para poder crecer, no para ser mediocres como personas y creerse superior a todos por el aspecto físico y económico. Mi hermana resulto se mas social que yo, en muchos aspectos, pero no creo que la cantidad iguale la calidad, no todas las personas son iguales cuando se trata de desarrollar lazos de amistad, algunos solo vienen y luego se van, otros ni amigos los puedes considerar y al final están los amigos que quieres para toda tu vida.

Falte la semana siguiente a la escuela por órdenes del Doctor y mis padres no se negaron. Mis amigos me mandaron las tareas de cada una de las materias y los buenos deseos de recuperación. En la preparatoria dejo de ser un simple rumor lo sucedido con los chicos conmigo. Algunos hacían apuestas según Daniel, que Arturo no regresaría, otros sobre Rafael dándome una paliza por la expulsión y bueno, Estefanía antes de ir expulsada grito en la escuela que la había besado a la fuerza, y que por eso hablo con los chicos para defenderla de la lesbiana que soy.

Ella no tiene tanta suerte para recibir un beso mío, pero sobre todo, nunca he dado un beso.

Salí de mi cama en busca de comida en el refrigerador de mi casa, MoonMan dejo el libro El Principito, pues le llamo la atención el día que tuvimos la clase, jamás pensé que la Luna se interesaría en leer, menos un libro infantil. Busque rápidamente algo de carne y arroz que mi madre había hecho la noche de ayer. Saque todo lo que había en el plato y lo puse sobre la mesa preguntándome si MoonMan le gustaría comer, entonces lo mire y el solo asintió.

Comer es una de sus cosas preferidas de la Tierra, sobre todo la comida mexicana, pero según él, todo es bueno hasta probar lo contrario. Tome de nuevo el plato y lo coloque en el microondas y mientras eso se calentaba, encendí el comal de la estufa para poner tortillas a calentar. Saque un jugo de mango de mi refrigerador y fui hasta mi cama por mi medicamento, mis dolores musculares se hacían más fuertes con el pasar del tiempo, pero nada que no se pueda tolerar con medicación, días después de mi cumpleaños número 18 tengo otra cita con el Doctor que lleva mi expediente. Había acordado con el de solo ir yo, ya siendo mayor de edad no me gustaría que mis padres me acompañaran, MoonMan tal vez lo haga, pero no es nada seguro.

  • Oye Camila, se te queman las tortillas. – Volteo a verlo y después a las tortillas sobre el comal, pero él se ríe de mí, buena broma. Me tome mis pastillas y regrese a la pequeña cocina para sacar la comida del microondas. La coloque a la mesa y el coloco más tortillas en el comal y las demás las puso en una plato para compartirlas.

 

  • ¿Por qué sueño con ella? – Me miro sin comprenderme. – Hablo de Dafne. – Y su rostro pareció decirme que ya lo entendía.

 

  • No lo sé con exactitud, quiero decir, ¿Pasa algo en los sueños? – Pregunto.

 

  • Si… ella me mira, me sonríe, me habla después de irse y su risa siempre está presente. – Le respondo.

 

  • Pues… tal vez ella quiere conocerte. ­– Me quede pensando.

 

  • ¿Una estrella en la Tierra? – Reí.

 

  • Te recuerdo que soy la Luna. – Bien, el gana.

 

  • Pues si quiere venir a la Tierra, ¿Por qué no lo hace? Nadie se lo impide… ¿O sí? – Cuestione.

 

  • Tal vez no se siente preparada del todo en venir y quedarse un tiempo en la tierra, las cosas por aquí son muy diferentes a lo que vivimos nosotros desde arriba. – Eso lo entendía, pero la verdad quería verla de nuevo, esta vez tan cerca como en mis sueños.

Calentamos más tortillas y cuando pensamos que fueron suficientes comenzamos a comer en silencio mientras disfrutamos de la rica comida recalentada. Bendita sea la comida del norte del país.

Al terminar de comer, el lavo los platos y yo coloque Netflix en mi computadora que conecte a mi televisión para ver la segunda temporada de Strangers Thinks. Quería preparar palomitas, pero la verdad me quede llena con la comida y eso es bueno, mi apetito ha aumentado mucho desde que MoonMan está conmigo y he subido como de dos a tres kilos que son buenos para mi salud según el Doctor. No me molesta subir de peso y comer, mi cuerpo es delgado y está en forma, cuando podía iba al gimnasio, con la comida mi cuido mucho también, la mayoría del tiempo consumo pollo o algún tipo de marisco bajo en colesterol por mi corazón, pero puedo darme mis antojos con algunas cosas, como por ejemplo, los elotes preparados y también en vaso, alguno que otro pastel de chocolate o tarta de limón o queso.




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