Moonman

Capítulo 12

Mis miedos no se adueñaron de mi cuerpo, y deje que el beso siguiera hasta donde ella me lo permitiera. Pero fuimos interrumpidas por unos golpes en mi puerta. Me separe de ella y me disculpe con la mirada, camine lento por el dolor de mi espalda por el golpe y cuando llegue a la puerta la volvieron a golpear.

  • Sé que estas aquí Camila, ábreme. – Sentencio mi querida hermana.

 

  • Dame un momento, estoy terminado de cambiarme. – Voltee para ver a Dafne y ella desapareció, creo que puede hacer lo mismo que MoonMan. Me arme un poco de valor y abrí la puerta. – ¿Qué quieres? – Fue lo primero que me salió y mi hermana me sonrió para hacerme a un lado y entrar a mi casa.

 

  • Solo vine para comprobar que estuvieras sola, no me gusto verte con aquella chica. – ¿Puedo ahorcarla con mis manos?

 

  • Pues a mí no me agradan tus amigos y sabes a quien en espacial no tolero, pero no me haces caso, así que omitiré tu comentario fuera de lugar que estaré viéndome con la gente que yo quiera. – Le respondí de mala manera.

 

  • Oh no, no harás eso. – Rodé los ojos cuando cerré la puerta para verla directo a ella. – Yo me di cuenta cómo te miraba y si es igual de extraña como Patricio no es alguien que te conviene como amistad. – Él tome de la mano y de nuevo abrí la puerta para sacarla de ahí. – ¿Qué te pasa? – Soltó con enojo. Yo estoy peor, lo puedo asegurar.

 

  • Patricio es gay, nada fuera de lo existencial, si dices que no me junte con mis amistades la primera que debería tomar ese consejo eres tú, porque además de Pato, nadie más es digno, todos ellos tratan a los demás como mierda y tú haces lo mismo cuando están juntos, yo seguiré hablando con ella, y para informarte, es amiga de Nick y ahora mía, si ella gusta de las chicas no es tu problema, pero si el mío, porque tal vez yo también guste de las chicas. – Sentí como mis ojos se perdían en órbita. Toque mi mejilla y la acaricie un rato mientras mi hermana se alejaba en grandes zancadas de mi casa. – Sería bueno verte en el infierno, pero te iras sola colega. – Y con un portazo cerré la puerta sin importar que mis padres llegaron a escuchar.

 

  • Deberías calmarte… tal vez todo esto sea nuevo para ella. – Escuche a Dafne detrás de mí.

 

  • No… no lo es, ella lo sospechaba pero mi respuesta no le ha gustado, pero ya no es mi problema. – No quería mirarla, estoy tan irritada por la conversación que la gran paz que me dio el beso se esfumo por completo de mi sistema.

 

  • Se le pasara, confía en mí. – Trague saliva y di media vuelta viendo al piso para evitar su mirada. – Hazlo. – Se abrazó a mí. – Por favor. – Y sus ojos conectaron con los míos.

Asentí rindiéndome antes sus bellos ojos, ella me regalo media sonrisa y beso mi barbilla. Sonreí ante su acto y la abrace más fuerte a mi cuerpo sin quererme ir a otro lugar. Es como sentirme en casa y esa sensación alivia todo dolor. No sé cuánto tiempo pasamos en esa posición, pero tome las riendas de la situación y la lleve hasta mi cama, me senté en ella, con Dafne sentada a horcajadas en mis piernas, sus manos comenzaron acariciando mi corto cabello en la nuca hasta subir un poco y tomar la parte de arriba que es un poco más largo.

  • Es lindo y suave. – Me reí en bajo. – Te queda. – Subí la vista para verla de nuevo a los ojos. – Ya no estés así, las cosas siempre pasan por algo, es el orden de la vida, pero tampoco fue la mejor manera de decírselo, estos temas por desgracia son delicados y debiste esperar un tiempo y sobre todo, en la manera que se lo contaste. – Tomo mi rostro con sus manos. – Pero gracias, gracias por defenderme y al chico que se llama como un animal que sabe nadar. – Reí un poco más fuerte esta vez.

 

  • De nada, supongo. – Me alce de hombros. – Y gracias por el beso… pensé que tu n- – No me dejo terminar, pues sus labios estaban sobre los míos. Se siente como tomar chocolate caliente en invierno, oler una flor en primavera, y perderte en el sueño más hermoso que puedes tener.

Le seguí el beso todo el tiempo que mi cuerpo me lo permitió, necesitaba respirar y el lugar se sentía más caliente de costumbre, me aleje un poco de su rostro y mire hacia la ventana para abrirla de nuevo, batalle un poco, pero todo resulto bien, y regrese a mi posición inicial. Sentí la risa de Dafne en mi cuello y un extraño dolor se dio en mi estómago, cosa que disfrute.

  • Será mejor que durmamos, mañana iré al doctor. – Le comente. – Puedes acompañarnos si gustas. – Ella asintió en mi cuello. – Bien, acomódate en el lado que más te apetezca. – Ella dejo de abrazarme y se bajó de mis piernas para ponerse de pie frente a mí.

 

  • Pensé que dormiría en la cama de MoonMan. – Y las dos nos sonrojamos.




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