Moonman

Capítulo 18

En el resto del día no supe nada mas de Dafne, en definitiva, toda mi culpa. Después de la pregunta de MoonMan imágenes de golpe regresaron a mi mente, una extraña sensación de culpa y pesar se registraron en mi pecho, me dedique a pensar aun estando en la cama con mis padres en el sofá viendo una película en la televisión de la habitación. Entonces, encontré la respuesta que buscaba. Nuestro primer beso… la calidez llego, mis labios hormiguearon conociendo la sensación del acto, y todo se hizo más profundo. Sus manos acariciando mi pecho cerca de las clavículas, su dulce aroma a pino, y tierra húmeda. Su rostro suave bajo las yemas de mis dedos, una risa ahogada en nuestras bocas.

Y sin darme cuenta, mis ojos se habían cerrado humedecidos, unas manos limpiaron mis mejillas y fue ahí cuando mi madre se sentó cerca de mí en la cama. Me dejo un beso en la frente, sus manos se fueron hasta mis hombros atrayéndome a ella con algo de fuerza, su abrazo lo correspondí al instante sintiéndome en casa. Entonces llore. Llore de miedo, ansiedad, pesar y tristeza. ¿Qué hice? Yo nunca pedí morir y mi más grande miedo se acerca cada día que pasa. Me iré, mi madre ya no estará conmigo y su calor tampoco. Su amor lo tendré por siempre y ella sé que sabe que el mío también lo tendrá aun después de la muerte. Si alguien de todos los que estamos en esta habitación ha sido valiente, es únicamente mi madre.

Como si fuera un bebé, un leve arrullo comenzó mi madre, besándome repetidas veces en la frente, sus palabras de amor comprobaron cuanto ella está sufriendo. No puedo y no quiero dejarla… solo necesito de la vida para ser feliz con ella, mi ahora incondicional. Un te amo con sentido de derrota salió de mis labios. No puedo contralar mi llanto, y algo en el fondo de mí, solo me pide seguir haciéndolo. La muerte en la Tierra se manifiesta de tantas formas, pero… ¿Por qué la mía tiene que ser de la más dolorosa? Y no se trata de lo que yo merezco, es lo que merecen mis padres, la vida les regalo dos hijas, corto o largo, pequeño o grande. No como ellos vean el tiempo y amor que les tengo, para mí no es suficiente, sin embargo, dar vuelta atrás no es una posibilidad de cambiar el destino.

Las estrellas brillan desde lo más alto del cielo. Con mi habitación en la oscuridad, solo la luz de ellas puede entrar por la ventana. No recuerdo quedarme dormida, y aun así, el calor que mi madre me trasmitió sigue en mi cuerpo. Suspire, sigo cansada, física y emocionalmente. Talle mis ojos con tranquilidad, me senté en la cama y la profunda soledad me invadió el cuerpo. Solté un suspiro, mire a los lados, colocándome de pie en la fría madera debajo de mis pies, camine con lentitud hasta el baño, cerré la puerta, una vieja manía que tengo desde siempre… abrí la llave del agua caliente y comencé a desnudarme.

Al sentir el agua golpear mi cuerpo, solo pude recargarme en la pared, descendiendo de poco en poco hasta sentarme en el suelo. No puedo sentir el calor, parece que todo está frío… ya no sé si sobre mis mejillas corren lagrimas o lluvia artificial. Mi estado de ánimo no es el más sano para mi cuerpo, ¿Qué haré ahora? Siento que decepcione a Dafne, a mis padres y sobre toda a mí misma. Maldición… ¿De verdad me tengo que morir? Que la vida se joda, el destino o la mierda que sea esto, solo no quiero perder lo poco que tengo, lo que he recuperado, y lo que jamás me gustaría tener que despedirme.

No sé cuánto tiempo pase en la ducha, al final coloque algo de champú y lave mi cabello, tome dos toallas y salí del baño, levante la vista y la mire con un toque de vergüenza. Dafne se encuentra sobre mi cama, sentada con las piernas entrelazadas, me regalo una ligera sonrisa y desapareció. Cuando de nuevo mi cuerpo está por completo vestido, ella volvió en el mismo lugar donde hace minutos estuvo.

  • Veo que no estás bien. – La mire directo a los ojos, y yo le regale una sonrisa.

 

  • He tenido días mejores. – Le respondí.

 

  • Eso lo se… pero tenías un largo tiempo de sentirte mejor, no me gusta verte de esta manera. – Camine hasta ella, sentándome en su lado izquierdo.

 

  • Lamento… todo, todo lo que paso en el hospital. Fui… –

 

  • Idiota, lo sé. – Ambas reímos en bajo.

 

  • Lo fui, y con la persona incorrecta, pero se disculparme cuando cometo un error. – Voltee a verla, y sus ojos verdes desaparecieron debajo de sus parpados. – Quiero que me perdones, ¿Tú puedes perdonarme? – Me siento mal con ella, pero sobre todo, conmigo, yo la quiero. ¡Joder, la quiero!

Dafne solo se levantó de la cama, sus ojos miraron los míos y todo pareció de color de rosa. No me gusta ese color, pero que lindo es verla a ella. ¿Un humano se puede enamorar de una estrella? Respuesta: Si, si puede. ¿Una estrella se puede enamorar de un humano? Respuesta: ¿?

  • Te perdono. – Menciono sin dejar de verme. – Y lo hago porque tus disculpas son sinceras y sé que no era tu intención hablarme de ese modo. – Sé que hay algo más.




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