Dafne me insistió tanto en no preguntarle nada sobre el beso, que recordé hasta después de servir la comida para nosotras que Ana estuvo conmigo antes de desmayarme. ¿Habrá sido ella? No lo creo. Y si de verdad lo fue, yo no puedo verla como algo más que mi amiga/vecina. Yo ahora estoy feliz, con alguien que puedo amar más allá de la muerte.
Mi madre me visito durante la tarde, no hablamos mucho, su primordial intención era asegurarse que yo me encontrara mejor y me pregunto acerca de mi medicamento. Me pidió que fuera de nuevo con el médico y le pidiera un medicamento que me funcionara mejor. Si ella supiera…
Yo no podría quejarme de todo lo que ha estado ocurriendo, no cuando ahora solo falta una semana de mi graduación en la preparatoria y mi mayor terror es usar un vestido para esa noche.
¿Se puede tener miedo del fin? Me he sentido nostálgica estas semanas, las cosas con Dafne van de maravilla, mi madre me da amor al doble… creo que trata de compensar la lejanía de mi padre conmigo, Esme parece estar más tranquila y atenta conmigo, cosa que me sorprende mucho en lo personal, luego esta MoonMan, ya no sonríe como antes… se esfumo la “persona” que conocí los primeros días, pero se la razón, él tiene tanto miedo como yo.
Era poco creíble que compartiéramos el mismo dolor, pero cada día que pasa, su estadía en la Tierra lo hace más vulnerable como yo, y tal vez aun no lo acepta, pero es más humano, se que le duele perder una batalla que, aun cuando no estuvo desde el inicio, estuvo en los peores momentos, y es tiempo, tiempo donde los dos nos perdonemos, seamos fuertes y salgamos de la Tierra.
Ahora con mis amigos parecen despedidas. Me divierto mucho con ellos, reímos y son de los pocos que saben sobre mi relación con Dafne. Ella está siempre para mí. Nunca falta un beso robado cuando nadie mira, pero la sonrisa la tenemos siempre. A pesar que, al principio creímos que MoonMan se incomodaba, él también se la pasa muy bien con mis amigos; resulta que tiene miles y miles de anécdotas que contarnos, es sorprenderte que se acuerde de todas ellas.
A mí, en secreto me confeso que todas esas aventuras son de jóvenes aventureros, los vigilaba para no dejar de iluminarlos en las frías noches, que trataba de ayudarlos a encontrar la salida de algún profundo bosque, y que lloraba con ellos al sentirse desafortunados en el amor.
Creo que las mejores aventuras nunca se viven solo, siempre puede que en lo lejano no solo MoonMan sea quien los acompañe.
La tarde siguió pasando tranquila. Y en la noche decidimos hacer un maratón de distintas películas. Comencemos con la primera película de Escalofríos, después un clásico de Disney y gano El Libro de la Selva en versión live-action. Todo estaba bien hasta el final, con mucha hambre y pereza, nos levantamos del sofá para ir a comprar de cenar juntos.
Salimos de mi casa del árbol para ir hasta la casa de mis padres y pedirle a mi madre que nos llevara o me prestara el auto. Entramos a la cocina por la puerta trasera y mi padre nos observe dejando la taza de café sobre la mesa.