Morado y Verde

Capítulo 2

07:50 a.m

Observé en el reloj de mano derecha y luego devolví mi mirada hacia el edificio frente a mí. Había pasado casi treinta minutos observando el colegio y luego mi reloj y así sucesivamente.

Siempre llegaba temprano, creo que, de alguna forma era como prepararme mentalmente para el trascurso del día. Como si al enfrentarlo, más rápido terminaría y volvería a casa.

Pero la verdad era que...

No quería entrar.

Cada día de mi semana era contar el tiempo. Saber que quedaban horas, minutos y segundos para volver, me carcomía día a día. Me estresaba, me agotaba y cansaba la misma rutina.

—Pues, en serio, Jason me besó ¿Pueden creerlo? ¡Me besó! —Chilló una chica del grupo que pasaba junto a mí, mientras sus amigas se unían a ella.

Suspiré observándolas.

Me gustaría que los problemas en mi vida rondaran en base a besarme con mi crush u observarlo enamorada y no ser correspondida.

Prefería mil veces sufrir por eso.

07:55 a.m

Quedaba menos. Y quería llorar.

—Tienes miedo ¿Verdad? —Giré mi rostro velozmente hacia la persona que había hablado.

—¿Q-qué? —Tartamudeé, analizando su castaño cabello.

Sonrió—Todos le temen a la escuela. Estudiar y esas mierdas.

Ah.

Asentí sin dejar de observarlo extrañada.

Devon Walker.

No era popular, para nada. Pero no era invisible tampoco. Compartíamos algunas clases, como arte. Era bueno en ello y malo en matemáticas. No le había ido precisamente bien con sus calificaciones, últimamente.

Y no es que yo sepa eso porque lo observo.

Claro que no,

Ojos y cabello castaños, alto y definido. Era atractivo. Supongo que era por ello que la mayoría lo conocían y porque era amable. Siempre me pareció correcto y su parecido a Gilbert Blythe, lo convertía en un espécimen digno de admirar.

De acuerdo, no era idéntico a Gilbert, pero se acercaba bastante.

 

—Eres una chica Emo? —Cuestionó sonriendo levemente. Negué con el ceño fruncido—¿Punk?

—No.

—¿Amas el negro? —Me encogí de hombros. Me gustaba el color, pero no sentía que me representara de alguna forma—No hablas mucho ¿Verdad? —Suspiré—No, no hablas mucho... —Silbó levemente—Soy Devon.

—Lo sé.

—Ah—Rascó su cabello—¿Compartimos clases tú y.…?

—Arte y Matemáticas.

—Claro... —Carraspeó—Siento que no te he visto antes, lo siento.

Pues claro que no. La chica de ahora no se parecía en nada a la chica de antes. Sonriente, colorida y feliz, con ganas de aprender y pintar todo aquello que le parecía digno de ser plasmado. Y ahora, solo me acompañaba un semblante serio, mis ropas negras y.…nada parecía digno de retratarse.

—¿Cómo te llamas?

Apreté mis labios con cansancio. Tal vez, dejaría de hablarme y se alejaría si respondía sus preguntas.

—Tessa.

—Tessa—Repitió con lentitud—La chica de los colores ¡Claro! —Rió y negó levemente—¡Sé quién eres! Tomas asiento en la fila junto a la ventana—Asentí—Te ves distinta... quiero decir, no es que te veas mal ni nada de eso...solo que...

—¡Devon!

Él volteó y yo no.

—¿Qué hay Lucian? —Ambos chocaron puños. Me removí incomoda y más aún cuando esos ojos grises se posaron en mí—Ven quiero presentarte a alguien.

Me tensé y mi cuerpo involuntariamente comenzó a temblar.

—Lucian, ella es Tessa—Presentó Devon con una sonrisa—Tessa, mi mejor amigo, Lucian.

—Sé quién es—Contestó Lucian.

Y yo también sabía.

Devon frunció el ceño, observándome—¿Ah sí? —Volteé mi rostro y presioné mis puños—Genial.

—Será mejor que entremos. Ya son las ocho—Comentó Lucian con seriedad.

—Claro, vamos—Devon detuvo su caminata, volteó y se acercó a mí. Tomó mi mano izquierda y la elevó—Fue un gusto charlar contigo, Tessa—Acarició la pulsera, la única que daba un poco de color a mi persona y besó el dorso de mi mano—Por cierto, bonito nombre.

Y así sin más, continuó el recorrido hacia el colegio.

No me había percatado de cuán rápido latía mi corazón, parecía haber aumentado de pulsaciones de una manera vertiginosa. Y lo hizo aún más en el momento en que mis ojos fueron a parar de Devon a Lucian.

En sus ojos había odio, advertencia y una promesa de que volvería a verlo antes de salir del colegio.

Y eso era lo negativo de Devon Walker.

 Que era el mejor amigo de uno de los chicos que habían hecho imposible mi vida los últimos días.




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