Morado y Verde

Capítulo 24

Devon.

 

Fregué mis ojos, mientras me acomodaba en la silla. Bostecé levemente y observé el blanco pasillo y a los médicos caminar, usando su típico ambo de diferentes colores, algunos deprisa otros más calmados pero con el mismo objetivo. Intentar ayudar.

Mis ojos buscaron a Jamie por el pasillo pero al no verlo fruncí el ceño.

¿Ha donde se había metido?

—Tu hermano fue en busca de tu madre — Sobresaltado, giré hacia el banco de mi derecha y me topé con los mismos ojos de Tess, solo que más varoniles — No quiso despertarte y tampoco quería preocupar a su madre por no aparecer en toda la noche... — Explicó el padre de Tessa, luciendo cansado.

No supe que decir, así que, solo asentí.

—Oh... — Dijo de repente — Creo que esto te pertenece — Extendió mi celular en mi dirección — Lo encontré sobre la cama de mi hija, cuando todo...pasó.

—Gracias, señor — Tomé el aparato con cuidado y lo guardé en mi bolsillo.

Negó — Dime Sam —Nuevamente asentí y me acomodé en el asiento, sintiendo un leve dolor en la zona posterior de mi cuello —Mi hija debe importarte mucho como para pasar toda la noche en un hospital.

—Lo hace, señor...digo Sam.

—¿Hace cuanto son amigos? Porque eso son ¿Cierto? — La intensidad de su mirada me incomodó.

Asentí — Solo eso.

Nuevamente nos sumimos en un silencio mortal. Casi podía acariciar la tensión del ambiente y la verdad es; que estaba terriblemente incómodo.

— Si yo te preguntara algo ¿Me responderías con la verdad? — Interrogó atrayendo mi atención, sin embargo, él no me observaba.

No dudé — Claro.

—Él medico nos brindó cierta información sobre el estado de Tessa. Dijo que el desmayo fue un cúmulo de estrés y ansiedad pero que no era lo que más le interesaba... — Explicó presionando sus puños — Dijo que todo su cuerpo estaba golpeado, moretones que estaban empezando a curar y otros que eran bastantes recientes. Así que, imaginarás mi sorpresa y la de mi esposa al oír eso... — Fregó con fuerza su rostro —Nos mostró las lesiones que ella mismo se hizo en sus piernas y en sus muñecas — Su voz comenzaba a endurecerse — Su muñeca casi se fracturó, debemos hacerle una radiografía para ver el estado pero según el médico, debe de haber sanado por sí sola.

Bajé la mirada sin saber que decir para darle apoyo. ¿Cómo podía decirle que yo sabía de todo esto?

—Pasó por todo esto, sola. Ella debe de haberse sentido tan sola — Negó intentado no romper en llanto — Mi pregunta es ¿Sabes quienes hicieron esto?

— Yo...

— No es necesario que me mientas — Me interrumpió —Sé que alguien le ha hecho esto, lo sé, porque lo vi en tu celular — Lo observé confuso y Sam se apresuró a explicar — Cuando cargaste a Tess para llevarla al auto de tu hermano, vi tu celular. No estaba apagado y pude ver esa... — Negó con rabia contenida — ¿Quién fue?

— No lo sé, señor — Él no dejó de observarme — Pero creo qué sé quien pudo haber sido.

—Bien — Respondió con la mirada perdida — ¿Hace cuanto sucede esto?

Me encogí de hombros — Cuando yo la conocí, ella ya venía pasando por esto. Solo que, hasta ahora, no sé porque jamás les dijo nada.

Su ceño se frunció — Si ella lo hubiera hecho, nosotros hubiéramos tomado cartas en el asunto y eso, ella lo sabía. Por lo que deduzco que al hacer eso, tendría sus represalias... — Hizo silencio por unos largos minutos—No es necesario que digas nada. Creo saber donde ha pasado todo esto — Se puso de pie y tomó su celular — Necesitaré nombres Devon. Eso sí que deberás decírmelo.

Y sin más, se marchó por el pasillo, por el que, antes había visto a la madre de Tessa.

—Cariño — Me puse de pie y abracé el cuerpo de mi madre y agachándome levemente, escondí mi rostro en su cuello — Tranquilo, ya estoy aquí — Allí supe que estaba llorando.

—Mamá...

—Jamie quédate con Max — La sentí ordenar —Tengo que hablar con tu hermano.

Junto a ella, caminamos hasta llegar hasta el exterior de la terraza más cercana. Sequé mis ojos y apoyé mis codos en la barra.

—Dev...

— Fue mi culpa. No cuidé de ella, mamá — Dije furioso conmigo mismo —Yo juro que lo intenté pero siento que... — Aguanté la respiración como pude, porque, sabía que me rompería — No fue suficiente, volví a...fallar.

Mi madre tomó mi brazo y me hizo observarla —¿Volver a fallar? — Negó — Tú no has fallado, amor. Lo has intentado y eso vale más que cualquier cosa — Sus ojos se cristalizaron —Jamie me contó algo y solo puedo decirte que el orgullo que siento por ti es tan inmenso que destruiría cualquier cosa. Sé lo mucho que has ayudado a esa niña y sé lo mucho que lo has intentado, pero esto no es algo que solo ustedes puedan solucionar.

Bajé la mirada sintiendo un gran dolor en mi pecho.

—Ahora entiendo porqué llegaste a casa todo golpeado aquel día — Comentó — Intentabas defenderla.

— No podía permitir que ellos le hicieran eso. No podía.

— Sé que no. Y también sé, que esto te trae recuerdos oscuros.

Sacudí mi cabello con frustración — Están allí y no dejan de torturarme. Cada vez que lo recuerdo, siento tanto asco de mí mismo.

—Esa niña no es Alfie, Devon. El perdón de la persona que necesitabas lo tienes, creo que es hora de que, comiences a perdonarte a ti mismo. ¿Crees que yo me he perdonado? — La observé lloroso — Me encerré tanto en mi dolor por el abandono de tu padre que olvidé que aún tenía algo más valioso. Ustedes.

— Mamá...

— Si tan solo me hubiera enfocado más en ustedes y no en mi propio dolor, Jamie no habría pasado por todo lo que pasó y tu no tendrías tantos fantasmas atormentándote. No fui una buena madre y no hay un día en que no me arrepienta y me avergüence de ello. Tus hermanos y tú son mi vida entera, mi mundo completo y odio la idea, de que, tuvo que pasar todo aquello para darme cuenta.




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