Alejé un mechón de mi cabello con un ligero soplido. Divisé a Devon dar los últimos retoques sobre la pintura que ambos habíamos finalizado. Tomé asiento junto a Ben, algo adolorida de los pies y clavé mis ojos en dirección al chico concentrado en la pintura frente a nosotros.
Detallé como había quitado su chaqueta y había arremangado hasta sus codos, el negro buzo. Se encontraba algo encorvado, con su rostro muy cerca del lienzo y su mano derecha se movía con cuidado, llevando el pincel hacia donde él quería.
—Quiere hablar contigo — Giré mi rostro hacia Ben y luego los volví a dirigir hacia Dev.
—Oh.
—Lo he notado extraño — Comentó —Preocupado.
Si, supuse que sí.
Después de lo que tuvo que pasar conmigo, supe que ahora estaría más preocupado. Él sabía que el peor enemigo de alguien es uno mismo.
Presioné mis puños sobre mis muslos y me removí inquieta.
— Hablaré con él.
Ben asintió — Hay muchas cosas que debe decirte... —Volví a mirarlo con confusión — Hay mucho de lo que debes enterarte.
— ¿Cómo que?
Negó — Él se encargará de ello. Prometí que sería él quien te lo dijera.
—Ya veo — Dije con la curiosidad carcomiéndome — ¿Es malo?
Ben suspiró — No necesariamente.
Y con eso dio por finalizada sus palabras. Aun así, no dejé de observarlo con intriga.
— Creo que esto ya está — Devon habló dejando el pincel sobre la pequeña mesa repleta de diversas pinturas — ¿Y? ¿Qué les parece?
Ben aplaudió fuertemente — Chicos, esto es...
Los tres estábamos situados frente a la pintura, sin saber como describirla.
— A eso me refiero cuando digo que las cosas se hacen mejor de a dos — Comentó Ben, sin apartar la mirada de la fresca pintura —Es magnífica. Son grandes artistas.
Devon tomó un poco de pintura y lo untó en su dedo pulgar, luego lo posó sobre la esquina inferior del lienzo, dejando su huella dactilar como sello. Giró hacia mí y extendió su mano en mi dirección y me sonrió levemente. Extendí, tímidamente, mi mano hacia él y luego repitió la misma acción, dejando mi huella cerca de la suya.
—Ahora sí está completa.
(...)
Escondí mi nariz en mi bufanda de lana para protegerla del frío. Mis manos estaban escondidas dentro de unos guantes y a la vez, dentro de los bolsillos de mi chaqueta marrón.
Para el atardecer, la temperatura había descendido notablemente. Por lo que tuve que abrigarme de más, algo que, sinceramente no me gustaba.
Ben se había marchado poco después de que finalizáramos la pintura. Así que, ahora me encontraba en los escalones de la entrada de mi casa junto a Devon.
Lo observé sacudir su cabello negro con ansiedad.
—Sé que quieres que hablemos — Él me observó intensamente — Según Ben, hay mucho que debo saber.
Devon asintió liberando un pequeño suspiro — Así es.
— Te escucho.
Se acomodó mejor y luego volvió a mirarme —El día en que ingresaste al hospital, pasé la noche allí... — Apreté mis labios ante el recuerdo — Conocí a tu padre, de hecho, hablamos un poco — Asentí con lentitud —Él ya lo sabe.
Suspiré — Lo sé. Hoy hablé con mis padres, sin dejar nada oculto.
—Entiendo — Observó a la nada —Lo que no sabes es lo que hizo después...él vio la foto, Tess.
Cubrí mi rostro entre mis manos, abochornada de que mi padre presenciara eso.
— ¿Qué hizo?
— Lo que se debió haber hecho hace mucho tiempo — Lo escruté con la mirada borrosa — El director ya lo sabe. Sabe todo.
Oh, dios.
— Y yo lo ayudé, Tess — Bajé la cabeza hacia el suelo y cerré mis ojos — Le dije quienes fueron, dije todo — Un temblor recorrió mi cuerpo — Han sido expulsados del colegio... — Volví a mirarlo con sorpresa — Y tu padre realizó la denuncia a sus padres por todo el daño ocasionado. Confiscaron sus celulares y computadoras, han eliminado todo lo que ellos tenían de Ben, de ti, de muchas personas.
Hubieron más. Más compañeros sufriendo lo mismo, más como Ben y yo.
Sentí mis ojos lagrimear — ¿Así de fácil?
— No, Tess — Dijo rotundo, pasando un brazo por mis hombros— Así de difícil.
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Editado: 17.07.2024