Morado y Verde

Capítulo 30

Devon,

Sé que escribir cartas puede parecer anticuado, quizás hasta cursi. Pero desde que me fui, nunca hemos dejado de estar en contacto. Tanto tú como Ben han estado ahí, apoyándome a la distancia, recordándome que no estoy sola. Sin embargo, siento que este medio me da el valor para decirte cosas que nunca tendría la confianza de expresar en persona.

Aquella mañana, cuando estaba aterrada de entrar al colegio, apareciste. Ninguno de los dos sabía que ese simple acto marcaría un antes y un después en nuestras vidas. Especialmente en la mía. Quisiera poder poner en palabras lo importante que eres para mí. No es que me hayas salvado, no. Me enseñaste cómo salvarme y, lo más importante, estuviste ahí durante todo el proceso.

Quiero que sepas que las sesiones con mi psicóloga han dado fruto. Estoy oficialmente de alta. Luego de años de trabajo duro, finalmente me gradué. En unos días, comenzaré la universidad de artes junto a Leah, mi mejor amiga del colegio. Sé que ya sabes todo esto, pero necesitaba escribirlo para ponernos en contexto (y sí, estoy riendo porque suena bastante tonto). Recordé también que tú estás por comenzar la universidad de artes. ¡Estoy tan orgullosa de ti y emocionada! Ah, y no olvides ser amable con Ben... bueno, al menos no te burles tanto porque todavía le falta un año para graduarse.

Soy más fuerte ahora, Dev. Ya no tengo miedo. Por primera vez, me siento orgullosa de mí misma. Mi psicóloga solía decir que cuando sueñas con convertirte en alguien, el universo conspira y te pone a prueba. Que incluso las experiencias más dolorosas tienen su propósito: ayudarte a convertirte en quien necesitas ser para alcanzar esos sueños.

Quizás estaba destinado. Quizás tenías que cruzarte en mi camino. Siempre he querido enseñar a otros a amar el arte como yo lo amo, y creo que todo lo que viví era necesario para llegar hasta aquí. Ahora puedo decir, con certeza, que tanto dolor valió la pena.

Lo estoy logrando.

También hay algo que he guardado durante mucho tiempo. Algo que nunca me atreví a decirte. Desde el primer día, siempre te vi. Incluso cuando tú no lo hacías. Te vi en silencio, en la luz y hasta cuando me escondía en la oscuridad. Nunca dejé de observar al chico alto, de cabello castaño, sonrisa dulce y ojos marrones que hacía latir mi corazón roto. Desde que te vi, me enamoré de ti, incluso sabiendo que probablemente no sería correspondida. Lo entendí, lo acepté y me resigné a solo verte desde lejos. Pero entonces, tú empezaste a verme también, y jamás te alejaste.

Tuve miedo de que mis sentimientos te alejaran, así que me obligué a verte como tú probablemente me veías: como una amiga. Y eso está bien. Tenerte en mi vida, de cualquier manera, siempre será suficiente para mí.

Seguiré escribiendo. Me ayuda a procesar lo que siento. Así que, aunque esta carta probablemente nunca llegue a tus manos, no será la última. Por ahora, debo irme; Leah necesita mi ayuda para desempacar en nuestro nuevo departamento. ¿Puedes creerlo? Porque yo todavía no.

Te quiero, Devon. Siempre lo he hecho, y siempre lo haré.

Hasta luego.

Tess




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.