Una Familia Con Demasiadas Deudas Acumuladas

La Familia Halford se encontraba hasta el cuello en el agua con las deudas, entre estafas piramidales y malas inversiones en la bolsa, que lamentablemente a los Halford los tenían al borde de declararse en banca rota y a pesar de que estuvieron tentados, y que junto con eso un amigo de la familia, tenía contactos con la industria pornográfica, y que este amigo de la familia les conto que en la industria pornográfica pagaban muy bien por chicas vírgenes, y en varias ocasiones estuvieron pensando, e inclusive lo estuvieron hablando, entre los padres de la familia Harford, en explicarle lo que la familia estaba pasando a su única hija de 17 años, que era virgen, para que les ayudara para que tuviera sexo e hiciera un video pornográfico para poder sacarlos de las deudas, obviamente con el consentimiento de su hija Marika Halford, pero gracias a la providencia, los padres de Marika no tuvieron que recurrir a la virginidad de su hija para poder pagar sus deudas, y un laboratorio farmacéutico se había contactado con ellos, ya que querían llegar a un acuerdo económico del cual se beneficiaría ambas partes, y algo que a los padres de la familia Halford les quedo más o menos claro es que al parecer los del laboratorio farmacéutico, que se llama Akaso, sabian del aprieto económico por el que estaban pasando la familia Halford, por lo que más o menos dejo entrever la persona que se había contactado con ellos, y el señor Rob Halford,, que fue quien se entrevistó con la persona que le había hecho el ofrecimiento, y tras contárselo a su esposa había  decidido hablar con los del laboratorio Akaso, para ver de qué se trataba, ya que existía una alternativa aparte de que tendrían que recurrir a vender sexualmente a su hija en la industria pornográfica, y sin dudas tendrían que hablar entre los padres Halford para ver la solución a sus problemas financieros, y en caso de que el laboratorio farmacéutico pagara lo suficiente como para poder pagar todas sus deudas, y quedar con su crédito limpio y con ninguna deuda, podrían vivir tranquilos y tras hablarlo con su esposa, Rob Halford se contactó de nuevo con el encargado del laboratorio farmacéutico Akaso y le informo que irían a ver que era el negocio que querían hacer entre ellos.