¡morir o Vivir!

Mantén cerca a tú enemigo y así lo destruirás – Capítulo 4

Me encontraba en medio de un bosque solitario, no tenía la menor idea de cómo llegue aquí, de repente escucho un llanto de bebe. Inmediatamente empiezo a correr hacia la dirección del ruido, pero no había encontrado nada, lo seguía escuchando, pero no lo podía ver.

¿Hola? Hay alguien aquí, donde estas, preséntate- dije girando a ver si alguien se atrevía a asomar.

<<Tu nos mataste, asesina>>

Empecé a ver como aparecían personas cubiertas se sangre, incluyendo a Roxana...

<<Porque lo hiciste hija>>

Pude ver como mi madre apareció en una esquina con los ojos reflejando decepción y tristeza.

-Mama yo no quería, tenía miedo no sabía que hacer- dije con los ojos llorosos implorando perdón.

- ¡Lo prometiste! -escuché decir a mi hermano con furia. 

-No es mi culpa – implore con la cabizbaja.

De repente escuche un fuerte sonido de la puerta de mi habitación, al parecer había sido una pesadilla.

Pero no es mi culpa- dije con los ojos llenos de lágrimas, me levanté y me dirigí hacia la dirección de la puerta, pero cuándo la abrí no había nadie, entonces siento como alguien me golpea la cabeza, siento como mi cuerpo caía al piso, lo único que pude ver fue una sombra de un hombre, antes de quedar inconsciente.

 

Empiezo abrir mis ojos con fuerza, vi que me encontraba en una habitación oscura y estaba echada en el piso con mis piernas y manos atadas con una soga y con una cinta en la boca.

Me senté, empecé quitarme la cinta de mi boca con mis manos, después empecé a morder la soga desatando mis manos y mis pies.

Entonces escucho el ruido de la puerta abriéndose, entraron cinco hombres, rodeándome.

Uno me ataca, pero lo bloqueo realizando una llave en su brazo para romperlo, cojo su arma del señor y empiezo a disparar a los demás matándolos, me dirijo al sujeto que aún se encontraba en suelo con el brazo roto implorándome piedad.

<<No es nada personal>>- dije presionando el gatillo.

Salgo con el arma en mi mano de la habitación y pude escuchar aplausos, estaban mis amigos, Aleksi y otros más que no conocía.

Impresionante, felicitaciones pasaste la prueba- dijo Aleksi estrechándome la mano

- ¿De qué rayos me están hablando? – estaba confundida, no entendía.

-Creíste que te iba a dar el puesto así sin más, primero tenía que verificar si estabas lista – responde Aleksi con una ceja levantada.

- ¿Y tus hombres? - señalo hacia la habitación.

-Ellos no eran mis hombres, son prisioneros, les dije que si lograban matarte podrían largarse, pero me disculpo por el incidente no tenía idea de que el hombre estaba armado, pero creo que ya le diste su merecido – dice Aleksi con una sonrisa.

-Tranquila, el punto es que estas bien, jefa- esta vez interviene Alexei dándome un abrazo con una sonrisa pícara.

-Bien, vete a cambiar que ya es hora del entrenamiento – dice Aleksi entregándome un conjunto de ropa.

Ingreso a una habitación y empiezo a desvestirme, pero aun siento que algo anda mal, Aleksi debió tramarlo solamente para que me asesinaran y como su plan fallo, paso al plan B fingir que ha sido un aprueba engañando a todos.

Al terminar, ingrese en una habitación donde supuestamente se hacia los entrenamientos, cuándo todos me vieron se levantaron dándome una reverencia, excepto Aleksi y una chica que al parecer iba ser una de las integrantes de mi nuevo escuadrón.

- ¿Tiene algún problema soldado? - dije dirigiéndome hacia la dirección de la chica con seriedad, tenía entendido qué no todos iban estar de acuerdo con la decisión de Aleksi, para ello tendría que ganarme su respeto.

-No creo que sea una buena idea que una recién llegada sea nuestra líder – dice con irritación.

-Entiendo, ya veremos que eres capaz- dije entregándole una espada.

Ambas nos mirábamos desafiante, agarre solo una espada y la sujete con mis dos manos, al contrario de ella cogió dos, su postura no era muy buena tengo la posibilidad de tumbarla.

-Si es lo que quieren, al sonido del silbato empezaran- dijo Aleksi con desgano.

Al escuchar el silbato empezó a atacarme, para su edad era bastante rápida lo único que podía hacer era bloquear sus ataques, en un golpe hice que su espada caiga al piso aproveche y la ataque, pero bloqueo mi golpe y contraataco, en un abrir cerrar de ojos me tumbo, la golpee haciendo que caiga en el piso, pero ella se levantó y le di una patada entre las piernas realizando un desequilibrio en su cuerpo, cogí las dos espadas al lado mío colocando uno en su cuello y el otro en su estómago.

¿Cuál es tu nombre soldado? - dije aun teniendo mi ataque sobre ella.

-Y-yo- dijo nerviosamente.

- ¡Responde! - grité, me sentía cansada, estaba agotada por la pelea que tuve en la supuesta prueba de Aleksi.

-Mi nombre es Angie – dijo permitiendo escuchar su voz con mucho nervio.

-Bien Angie, eres buena, pero te falta practica desde ahora yo te entrenare, ¿estás de acuerdo con mi decisión Angie?

-Si capitán – dijo con afirmación.

-Termino el entrenamiento de hoy, mañana les enseñare tácticas, ¿alguno de ustedes tiene una objeción? - pregunte con seriedad soltando a Angie.

- ¡No capitán! - todos dijeron al mismo tiempo mostrando una reverencia.

Me dirijo hacia la salida, pero de repente escucho a alguien llamándome, volteo y lo veo, parecía un chicle pegado a un zapato.

- ¿Qué pasa comandante? – hable acercándome más hacia su dirección.

-Me preguntaba ¿si querías venir conmigo a dar un paseo? - dijo con una sonrisa pícara.

Acepto- dije con afirmación, si quería saber qué es lo que me escondía tendría que acercarme más a él para después destruirlo, como dice el dicho

<<Mantén cerca a tu enemigo y así lo destruirás>>



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En el texto hay: muertes, venganzas, traiciones

Editado: 04.03.2021

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