Morpho Azul -Las crónicas de mi maestra-

Largo viaje



A pesar de que la idea era solamente purificar el bosque, la imprevista visión que tuvo mi maestra produjo en un cambio de planes. Por suerte, sus hermanas decidieron acompañarla en su viaje. Una vez el bosque de la luna liberado del aura malvada que lo rodeaba, mi maestra y sus hermanas fueron al lago iluminado, que estaba cerca. En este lago siempre se reflejaba la luna tanto como de día o de noche siempre se podía ver su reflejo. Al llegar a las orillas del lago, se tomaron de las manos y dijeron sus nombres, comenzando con mi maestra Vis; su hermana mayor Spero y su hermana menor Pacem. Al decir sus nombres se oscurece el agua del lago y la luz se concentra en frente de ellas abriendo así un portal en el agua que conduce al escondite de las brujas ancestrales. Se dice que la magia es tan fuerte y pura que es el único lugar donde se puede hacer cualquier hechizo por más poder que necesites, y además aquí es donde estarían a salvo ya que no cualquiera puede entrar. Solo alguien con suficiente conocimiento, fuerza y que haya sido bendecido por la luna. 
El escondite sagrado tenía tres cuartos. Uno para descansar y recargar energía mágica, otro para alquimia y objetos muy poderosos y por último, uno de práctica de hechizos. Una vez en el escondite, suspiro, mientras detallo cada lugar de la habitación, como una ráfaga de recuerdos que pasaron en ese lugar que ahora está lleno de polvo... Algo llama mi atención. Me dirijo a tomarlo. Lo veo detalladamente y se lo doy a Pacem; era un talismán de oro con una gran gema de bismuto; tiene una inscripción en una lengua antigua que reza: “no sientas temor, el valor no tiene color”. 
Vis dándole el talismán le comenta: -cuídalo, no te separes de él”-
Pacem, se coloca el talismán en el cuello y este comienza a brillar, Spero toma algunos artículos también y se dirige a descansar, pasa la noche y llega la hora de idear el plan.
-Pacem- ¿Por qué no rodeamos a los Driders?-
-Vis- Será casi imposible es demasiado grande nos tardaríamos meses…-
-Spero- ¿Y si lo atravesamos sin que noten nuestra presencia?
-Vis -Eso podría funcionar, tengo un hechizo que nos será de mucha utilidad...-
El plan era sencillo: atravesar el nido de Driders sin ser vistas por ningún guardia; así que estando en la entrada del nido, encantaron sus sandalias para que no movieran la tela que recubría las paredes y el suelo del lugar. Oscuro y húmedo eran las palabras que mejor lo describían. Mientras van caminando se percatan de que hay muchos caminos, y casi todos sin salida. La hermana mayor, se da cuenta que no han encontrado ni un solo Drider, cuando debería estar plagado hasta la médula.
-Spero- ¿No notan algo raro?-
-Inmediatamente se colocan en posiciones de defensa y son rodeadas por los Driders que solo aguardaban sigilosamente.




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