Morpho Azul -Las crónicas de mi maestra-

Cambio de planes


Con el cadáver de la Reina Drider chorreando sus fluidos por todo el suelo, Umbra se dirige a examinar el cuerpo, saca un cuchillo y abre el cuerpo desde la incisión en el pecho hasta la parte baja de la cadera, metió su mano y, después de revisar durante un rato, logró dar con algo atrapado en lo profundo del cuerpo: una gema muy extraña. Era un Ópalo negro ovalado, lo toma en sus manos lo limpia un poco y lo guarda. 
-Umbra: -No estamos a salvo aquí, necesitaran armas, Vis come rápido-
Poco a poco Vis se levanta y va a comer. Cuando las chicas terminan Umbra las llama.
-¡Vamos caminen!-
Las hermanas se disponen a seguir a Umbra a través del frondoso bosque...
-Vis: -¡oye! No podemos ir tan rápido-...
-Umbra: -Te recomiendo que no te quejes y que te apures, a menos de que quieras ser devorada-...
-Vis: -¡DEVORADA! Y ¿qué cosa nos intentará matar esta vez?-
-Umbra: -deja de preguntar tanto, créeme no vas a querer saber-...
El silencio invade mientras tratan de alcanzar a Umbra, hasta que al fin Umbra se detiene frente a un claro, en medio de este hay una gran roca, Umbra se acerca y comienza a empujarla hasta que la mueve y logra ver un agujero.
-Umbra: -¡vamos entren!- 
Una por una las hermanas entran en aquel agujero que está bajo la roca; por último, Umbra entra y con mucho esfuerzo logra tapar el hoyo con la roca. 
-Pacem: -¡¿qué es este lugar?!-
Umbra, ignorándola enciende una antorcha, logra ver una especie de pasadizo con las paredes hechas de rocas y algunos cráneos. Hay mucho polvo y el aire es muy denso para poderlo respirar. Tras caminar unos minutos se detiene frente a una gran puerta de madera con un agujero en el medio, saca la gema que había dentro de la Reina Drider, la coloca suavemente y calza a la perfección Vis se queda mirando extrañada, cuando Umbra gira la gema y se abre la puerta, con un poco de fuerza la empuja hasta que se abre por completo.
-Umbra: -¡Bienvenidas a mi humilde hogar! ¿Qué?, ¿acaso creían que eran las únicas a las que la Reina Drider perseguía? ¡Ah! ya tenía una cuenta pendiente con ese insecto...
Las chicas como estupefactas miran dentro del cuarto que está al otro lado de la puerta. Todo parece una cabaña rústica de madera con una chimenea, estantes con libros polvorientos y un par de puertas más, una alfombra con un bordado de oro y muchos cuadros en las paredes. En una esquina, un pequeño comedor y del otro lado un juego de sofá con un par de cojines verde oliva triangulares y tenía un bordado con una escritura en un dialecto desconocido...
-Spero: -¡¿Qué significa èsto?! Se supone que nos llevarías a las catacumbas, no a tu casa.-
-Umbra: -torciendo la mirada-, -primero escucha, antes de alterarte, linda. Este bosque es muy peligroso, y ustedes están desarmadas porque no pueden usar magia. ¡Vamos tomen asiento mientras busco algo para ustedes!-

Spero y Pacem se sientan en un par de sillas que están en conjunto con una mesa, mientras Vis se propone a revisar el lugar. Algo llama su atención; una pintura muy peculiar de una chica, y por lo que se podía notar estaba muy bien lograda, los detalles en relieve eran tales que fue inevitable que controlara su mano, la cual se acercaba poco a poco al hermoso retrato y cuando la iba a tocar; escucha a Umbra decir.
-Umbra: -¡SIN TOCAR!-




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