Morpho Azul -Las crónicas de mi maestra-

Más problemas


Un brillo inusual toca la cara de Spero haciendo que se despierte. Era una luz tenue y azulada. Lo primero que escucha es a Pacem:
-Pacem: -Vis, ¡Spero está despertando!
Vis se acerca y poco a poco ayuda a Spero a levantarse.
-¿Qué me pasó y dónde estamos? -Inquirió Spero-
A lo que Vis responde: -Bueno, como te explico que dormiste dos días y casi mueres. Si no es por él. -señalando con la mano-. 
En ese momento Spero voltea la mirada y no era otro más que Umbra….
-Umbra: -¡Hola preciosa! menos mal que no moriste, hubiera sido una lástima. (Se acerca a ella y roza con su mano la mejilla de Spero)
-Spero: Volviste…. ¿No debo hacerme muchas ilusiones, verdad? …. Por cierto, siguen sin decirme dónde estamos. 
-Umbra: (risa sarcástica) ¿QUÈ COMES QUE ADIVINAS?, Solo estoy aquí para recuperar lo que me pertenece, además por cómo van las cosas creo que me debes una, preciosa…
-Pacem: -Hermana, estábamos al otro lado de la puerta. Una vez que Umbra te subió con nosotras en el candelabro, lancé un hechizo de truenos para chamuscarlos hasta que no quedara rastro de ellos y una vez completado eso Vis vació el lugar y Umbra nos bajó, entre Vis y yo abrimos la puerta.
-Spero: -¿Y por qué no salieron de aquí?
-Vis: -Porque si abrimos la puerta los cadáveres entrarán y la única salida al parecer es el techo, porque la puerta de atrás está totalmente sellada con energía oscura. El único que la puede tocar es Umbra, pero él no es mago así que no tenemos muchas opciones…
Spero se levanta tambaleante se apoya en una silla y mira a su alrededor, logra ver unos estantes con libros, un escritorio, utensilios de alquimia, sellos mágicos y vasijas rotas. Ese no era un lugar cualquiera, era el cuarto de estudio de un mago, lo que indicaba que tal vez al otro lado de la puerta seguramente había un tesoro. Se acercó a un metro de la puerta y la miró detalladamente. La puerta estaba forrada en piel humana. De ella emanaba una terrible energía que se sentía con solo acercarse un poco. Umbra la toma con sus tibias manos en la cintura y la gira hacia él, la coloca frente a él y la acerca a su pecho, la abraza por un momento y luego coloca su mano derecha en el pecho de Spero introduciendo sus dedos poco a poco entre su camisa sacando el trozo de ópalo negro….
-¡Gracias por cuidármelo!- 
Con una sonrisa pícara que hacía notar un pequeño hoyuelo en la cara de Umbra…
Spero abrió los ojos de par en par y su cara se llenó de un rubor que destaco en gran manera sus pecas; alzó su mano para asestar un golpe contra Umbra pero antes, él toma su mano y suavemente la pasó por su rostro haciendo soltar una lágrima. La piel de su rostro se sentía un poco rugosa por las cicatrices… Labios grisáceos y piel negra, su hermoso cabello blanco caía por su frente con una expresión de tristeza que intentaba ocultar con una sonrisa forzada; sus ojos rojos como rubíes brillaban con una intensidad nada normal cada vez que veía a Spero. Sus respiraciones se aceleraron y poco a poco se fueron acercando…ya estando frente a frente, comienzan a escuchar golpes que provienen de todos los lados del cuarto, umbra suelta bruscamente a Spero y comienza a mirar a todos lados, nota que las paredes se están achicando…




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