Morpho Azul -Las crónicas de mi maestra-

¿Salida?


Umbra comienza a caminar y a tocar las paredes tratando de detenerlas a la vez que pensaba en algo para salir de ahí antes de que murieran aplastados… de repente escucha un ruido raro que llama su atención, es Vis que está rasgando su vestido para hacer una cuerda y Pacem comienza a hacer lo mismo mientras Spero busca la manera de hacer un gancho. Umbra sonríe. 
-Me sorprenden, no creí que tuvieran un plan sin decirme- 
Toma una espada y con una fuerza inusitada la dobla:
-Tomen. Unan la cuerda, no queda mucho tiempo-
La habitación se había convertido en cuestión de minutos en un pequeño cuadro en el que casi no cabían. Umbra toma rápidamente el gancho y cuerdas improvisadas y las lanza con mucha fuerza, logra engancharla en una gárgola y comienza a subir a las chicas rápidamente ya que el lugar se estrechaba cada vez más. Al fin era el turno de Umbra. Le estaba costando subir las paredes. La presión no lo dejaba subir, sentía como su cuerpo comenzaba a ser aplastado. Aferrándose a la falda notó que olía a Spero, “si es mi fin por lo menos valió la pena conocerla”. Fue su último pensamiento antes de que quedara sin aliento…
-Spero: -No… No puede ser… ¡No me daré por vencida! -Con lágrimas en los ojos-
Sacó un libro que tenía guardado en uno de sus bolsillos y buscó rápidamente algo que le sirviera, encontró un ritual para retroceder el tiempo tres minutos, tomó todo lo que tenían a la mano solo hacía falta algo: un sacrificio de sangre. Sin pensarlo mucho, las hermanas se tomaron de las manos y comenzaron con el hechizo antes de las últimas palabras ceremoniales. Spero, Pacem y Vis se cortaron en el pulgar derecho ofreciendo tres gotas de sangre. En ese momento regresa Spero, toma la cuerda en la que está Umbra aun luchando por su vida y comienza a halarla, poco a poco y con mucha dificultad logra sacar a Umbra. El tiempo volvió a marchar libremente pero ¿a qué precio? él se encuentra muy mal herido sus armaduras se aplastaron y se clavaron en su cuerpo. Estaba sangrando y había perdido el conocimiento…
-Vis: -Hermanas hay que sacarlo. Aquí no es seguro-
Sintieron un temblor y el techo comenzó a derrumbarse, así que con cuidado cargaron a Umbra, el cual era pesado. Escalaron la pared hasta una abertura que los dejaba salir: primero Pacem luego entre Vis y Spero sacaron a Umbra…detrás de ellas, solo quedaba destrucción, todo el techo se había derrumbado y la estructura había colapsado. Con Umbra en el suelo aun inconsciente, Spero comenzó a quitarle la armadura junto con la ropa. Sus guantes blancos como la nieve se veían como un campo de rosas rojas… Spero no se había percatado pero al levantar su brazo nota que no está unido… casi colgando… Pacem casi se desmaya al ver la sangre que corría por el cuerpo de Umbra, aunque aterrorizada y con lágrimas Spero corta su vestido para tratar de parar la hemorragia. Poco a poco la sangre deja de fluir y Umbra consigue estabilizar sus signos vitales y a recuperar su color.




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