Morpho Azul -Las crónicas de mi maestra-

Un Nuevo Mañana


El derrumbamiento del templo de las diosas, provoca un gran estruendo. Los muros que parecían barreras impenetrables, estaban rotas y hechas polvo como arena en una playa. El caos originado por este suceso no nos dejaba ver un panorama completo hasta que el polvo del lugar comenzó a disiparse… Un par de luces comenzaron a ser visibles, Maava y Raava estaban de pie cada unacon la espada de la otra clavada en el pecho, viéndose a los ojos. Al parecer las hermanas sostuvieron una conversación mental donde sus lágrimas decían más que mil palabras… se podía ver la paz en sus rostros, la tristeza y el dolor por el que habían pasado. Juntas caen de rodillas… poco a poco una suave brisa comienza a tocar una dulce melodía y las Diosas saben que ya es su tiempo de morir para volver a reencarnar… Geyller toma su flauta y comienza a tocar la melodía de las diosas, como guardián del templo, este es su deber… Pacem al fin había logrado recuperar la conciencia….se y se incorporó frente a Geyller, este la miró y dejó de tocar. Ella tomó la flauta y comenzó a tocar otra canción… las diosas voltearon al unísono y Pacem se montó encima de Geyller. Juntos se dirigieron hacia las diosas. Éstas se miraron… Maava le dice a Raava; 
-Es tiempo de dejar esta realidad-
Acto seguido ellas se abrazaron fuertemente y comenzaron a brillar. La luz se tornó cada vez más intensa. Todo quedó en blanco mientras Pacem continua tocando su melodía… Froté mis ojos para aclarar la vista y, al enfocar, logro ver que las Diosas ya no estaban. En cambio estaba otra persona en su lugar, una figura angelical muy alta, piel blanca al igual que su cabello. Llevaba el símbolo del eclipse y el dios sol como corona. También llevaba a la diosa luna en el pecho, en dos medias lunas y en medio la luna llena. Su cabello casi llegaba al piso… alrededor de ella orbitaban una serie de cristales de forma esférica y llevaba una especie de falda negra muy larga al igual que un top. Poco a poco abre sus ojos… dejando al descubierto uno dorado y otro plateado… en ese momento lo entiendo todo… las Diosas se fusionaron. Ya no estaban separadas. Un ojo representaba al sol y el otro a la luna, -Pero, ¿cómo era posible?- ya no era ni Raava ni Maava…
En ese momento todos escuchamos una voz que no salía de ninguna parte, solo estaba en nuestra cabeza y decía; 
-Yo soy Taimat, la Diosa original, En mi nacimiento fui separada ya que mis personalidades estaban en constante conflicto, pero al fin ya están en paz, ahora debo recompensarlos por ayudarme-
Taimat alzó su mano y reconstruyó todo lo que por la pelea se había destruido. Después se acercó dónde estaban Pacem y Geyller. Con su mano los tocó en la frente a cada uno; éstos Brillaron por un instante y al opacarse ambos tenían el cabello azul…
-Ustedes están unidos de por vida, los declaro guardianes del templo -
Fue luego donde se encontraba Spero y Umbra, los tomó a cada uno de la mano y en cuestión de segundos Umbra había recuperado su brazo y a Spero le dio un anillo. Al final se acercó a mí… y sus palabras mentales fueron… 
-“No vayas a la tierras de los elfos, esa visión es solo algo que tarde o temprano tenía que pasar. Deja ir tus miedos y tu corazón será libre. Sabes muy bien que ella no te pertenece y menos pertenece a este mundo”-
Una lágrima recorre mi mejilla… tenía mucho en que meditar… pero ya era tiempo de irnos a casa. Nuestro viaje había terminado… pero al parecer otro comenzaría… Spero y Umbra me acompañaron una parte del camino ya que ella vive más al sur, Pacem se volvió una de las nuevas guardianas del templo de la Diosa así que tendría que quedarse… mientras seguía mi camino encontré ese unicornio…. No podía solo ignorarlo y dejarlo ahí sufriendo…
Sabes… lo que me dijo la Diosa lo entendí al verte… -Me levantó y buscó un libro que está en una vitrina-
Mi niña… -¿tú sabes quién eres en realidad?-
Ella me mira con cara confundida…
Le doy el libro, este es de color verde con una mariposa grabada y una cerradura especial.
Este libro lo dejó tu madre para ti pequeña, yo no lo pude abrir ya que solo la dueña del libro puede… tu madre me dijo que cuando llegara el momento te lo diera y yo creo que es hora de que hagas tu propia historia y conozcas tu verdad.




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