Capítulo 24: Una semana para nosotros
La tarde caía sobre Los Ángeles con una luz dorada que se filtraba por las cortinas de la pastelería. Suzy estaba sentada en la mesa del rincón, escribiendo una receta para su libro, cuando Jackson entró con una sonrisa que no había mostrado en semanas.
—¿Qué tramas? —preguntó ella, sin levantar la vista.
Jackson se sentó frente a ella, deslizó un sobre sobre la mesa.
—¿Qué es esto?
—Una reserva. Maldivas. Una semana. Solo tú y yo. Sin redes. Sin escándalos. Sin abogados.
Suzy lo miró, sorprendida.
—¿Estás hablando en serio?
—Completamente. Ya hablé con Alan. Marina dice que es buen momento. Y tú… tú necesitas sol. Y yo necesito verte sin miedo.
Suzy se quedó en silencio. Luego sonrió.
—Acepto. Pero solo si cocinas tú.
Jackson rió.
—Trato hecho.
***
Dos días después, aterrizaron en un pequeño aeropuerto rodeado de agua turquesa. El aire era cálido, húmedo, y olía a sal y flores tropicales. El resort era discreto, con bungalows sobre el agua, hamacas colgantes, y silencio.
Suzy caminaba descalza por la madera del muelle, con un vestido blanco que se movía con el viento. Jackson la seguía, con una cámara en mano.
—¿Estás grabando?
—Estoy documentando la paz. Por si se nos olvida cómo se siente.
Suzy se giró, lo abrazó.
—Esto ya se siente como un sueño.
Jackson la besó en la frente.
—Entonces no despiertes.
En el bungalow, todo era luz y calma. Suzy se tumbó en la cama, mirando el techo de madera.
—¿Qué vamos a hacer esta semana?
Jackson se tumbó a su lado.
—Reír. Nadar. Dormir. Tocarte el alma.
Suzy lo miró, con una sonrisa suave.
—¿Y si nos enamoramos más?
Jackson se inclinó.
—Entonces será la mejor semana de nuestras vidas.